Montoro solo abrirá el grifo del FLA si Cataluña acata condiciones especiales

Artur Mas no olerá ni un euro del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) si no acata 'condiciones especiales'. Así de claro lo ha dejado el Gobierno tras aprobar el reparto entre las comunidades de los 7.889 millones de euros del remanente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) correspondiente a 2015. Cataluña recibirá nada más y nada menos que 3.039 millones, casi el 40% del total. Pero no a cualquier precio, pues deberá cumplir una serie de requisitos 'específicos'. ¿A qué se debe? "No es admisible que nadie dedique un euro a una actividad sin amparo legal ni constitucional", ha zanjado Montoro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El Gobierno central no perderá de vista a Cataluña para garantizar que estos fondos no financian ningún tipo de "intencionalidad política, veleidades independentistas ni demás ocurrencias". Tampoco las han sufragado hasta ahora, certifica Montoro con rotundidad. Las 'condiciones específicas' son fruto de un clima de fuerte tensión que en principio no impedirá que los catalanes puedan financiar sus servicios públicos a través del FLA. "Que quede claro, jamás hemos dado facilidades" a la Generalitat para que persiga objetivos políticos, asegura Montoro. Para ello ha fijado mecanismos que garanticen que ese dinero se destina única y exclusivamente al pago a proveedores.

También respaldará a los funcionarios públicos "para que no se sientan obligados ni presionados por una situación política". Desde este lunes podrán consultar de manera confidencial la legalidad de cualquier actuación que se les pida. La Generalitat ya ha recibido 52.962 millones -de un total de 185.000- de la mano de Hacienda desde 2012, un préstamo clave para cubrir vencimientos de deuda, financiar el déficit público y pagar facturas atrasadas a proveedores. Esta ayuda financiera ha evitado que la comunidad entre en quiebra mientras las autoridades catalanas siguen moviendo los hilos para separarse de España.

Lealtad como contrapartida

Montoro ha vuelto a pedir "lealtad institucional" entre administraciones como requisito para liberar los fondos que 'salvan' a los servicios públicos catalanes. Apenas ha pasado una semana desde que la Generalitat admitiese que no tiene liquidez para asumir el pago de facturas a las farmacias. La deuda ya supera los 330 millones de euros correspondientes al impago de julio (121,5 millones), agosto (100 millones) y septiembre (112,5 millones).

Cataluña ahora estará sometida a un control especial, pero esto no implica que Hacienda tenga intervenidas las cuentas de la Generalitat. "El Gobierno de España no va a dejar quebrar a nadie", ha recalcado Montoro. El desembolso de los 3.034 millones será por tramos y en función del cumplimiento de las condiciones. El interventor de la Generalitat emitirá un certificado mensual sobre la ejecución del presupuesto autonómico para tener constancia de que los gastos "no contravienen el ordenamiento jurídico". Las operaciones de endeudamiento se aprobarán operación por operación y el Estado amparará a los empleados públicos para que ejecuten estas medidas, precisa Hacienda.