La bolsa de Atenas se hunde un 16% y condiciona la negociación del rescate

Hay ocasiones en las que la economía financiera y la real sí caminan juntas. Como este lunes en Grecia... aunque no sea para bien.Los dos ámbitos, las dos caras de la economía, muestran la extrema situación en la que se encuentra el país como consecuencia de la parálisis derivada de los meses de negociaciones con Europa y de la realidad desesperada que condujo al cierre bancario y bursátil y a los controles de capitales -corralito-.

Por la vertiente financiera, el golpe lo proporciona -y lo sufre- la bolsa, que ha reabierto sus puertas tras cinco semanas en el dique saco. Tal como se esperaba, lo ha hecho con unas pérdidas sobresalientes. El índiceFT/ ASE 20 se ha dejado finalmente un 16,4%, hasta los 201,4 puntos, su nivel más bajo desde mediados de 2012. En los primeros compases de la jornada, ha llegado a desplomarse un 23%.

La peor parte se la ha llevadola banca, castigada por el cierre bancario, la fuga de capitales que precedió alcorralito, su dependencia absoluta de la financiación del Banco Central Europeo (BCE) y la necesidad de reforzar su capital. Todo ello, tras cinco semanas de cierre, está cotizando de golpe este lunes. Y bien que se nota. Las acciones dePiraeus Bank,National Bank of Greece,Eurobank y Alpha Bank han caídoun 30%.

Por el lado real, el país se ha encontrado con una auténtica bofetada de realidad. El índice de actividad manufacturera, que actúa como termómetro de cómo marcha la economía de un país, se ha desplomado de los 46,9 puntos de junio a los 30,2 puntos de julio -ver gráfico-. Nunca antes había caído tan bajo y ningún otro país muestra una lectura así. El de España se encuentra en los 53,6 puntos y el del conjunto de la Eurozona, en los 52,4 puntos. Hay que tener en cuenta que cuando este índice se encuentra por encima de 50 se identifica con que la economía crece; y al contrario cuando se encuentra por debajo. Pero descender hasta los 30 puntos implica que la economía no tiene pulso.

Aunque semejante desplome ha estado supeditado a unas circunstancias extraordinarias, con el cierre bancario y el corralito parando toda la actividad y con unas tensas negociaciones en las que solo en el último momento se evitó que el país saliera del euro -Grexit-, un nivel tan bajo condena a un agravamiento de las consecuencias de la crisis. Y precisamente por eso condicionará las negociaciones del tercer rescate queAtenas y Europa están llevando a cabo estos días. Por un lado, por la necesidad de definir una estrategia para que Grecia vuelvaa crecer. Y por otro, porque el Gobierno de Alexis Tsipras podrá emplear estos datos para solicitar menores exigencias y, sobre todo, una reestructuraciónde la deuda pública para dar oxígeno financiero al país.

Tras crecer en los tres primeros trimestres de 2014, la economía griega volvió a contraerse en el cuarto trimestre del año pasadoy regresó a la recesión oficial con otra caída intertrimestral del 0,2% entre enero y marzo de 2015. Para el segundo trimestre, cuyos datos se publicarán el 13 de agosto, las previsiones contemplan una contracción intertrimestral del 0,7%, la mayor desde el primer trimestre de 2013.

Con los datos de los últimos meses, los problemas acumulados y a la espera de saber el contenido del tercer rescate y de si el país recibirá un alivio para su deuda, todo indica que en 215 el Producto Interior Bruto (PIB) volverá a caer con fuerza tras el respiro de 2014, cuando creció un 0,8%, la primera cifra positiva tras seis años consecutivos de caídas. Como consecuencia de esta secuencia, entre2007 y 2014 la economía griega se ha contraído un 25%.