Es noticia
Ruta despejada: el próximo Gobierno tiene asegurado un crecimiento del PIB del 3%
  1. Economía
según el informe del banco de españa

Ruta despejada: el próximo Gobierno tiene asegurado un crecimiento del PIB del 3%

Si antes la inercia era bajista, ahora la inercia es claramente alcista. La recuperación española estaría creciendo en el segundo trimestre de este año a un ritmo cercano al 4%

Foto: El Gobernador del banco de España, Luis Maria Linde. (EFE)
El Gobernador del banco de España, Luis Maria Linde. (EFE)

La economía española tiene el viento de cola. Al menos, hasta 2017. Este año y el próximo el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá en el entorno del 3%. Y lo que es más relevante. En el horizonte tampoco existen nubarrones que impidan crecer de forma robusta, incluso, más allá de ese año (salvo catástrofes que por su propia naturaleza son imprevisibles). Si antes la inercia era bajista (la recesión se autoalimentaba), ahora la inercia es claramente alcista (la recuperación se empuja a sí misma), tal y como pone de relieve el informe trimestral sobre la economía española publicado este jueves por el Banco de España.

Todos los componentes de la demanda interna (consumo público, privado e inversiones) tiran con fuerza de la actividad. Entre otras cosas por el entorno exterior, donde las economías avanzadas (incluido Japón) han vuelto a la senda del crecimiento impulsadas por unas condiciones financieras extremadamente favorables: tipos de interés próximos a cero que permiten el endeudamiento, tanto del sector público como del privado (familias y empresas). En palabras del banco central. “El impulso procedente de la política monetaria se ha visto complementado con un tono más neutral de la política fiscal, un tipo de cambio más competitivo y unos reducidos precios del petróleo”.

Es en este contexto macroeconómico exterior claramente favorable (junto a los ajustes y las reformas que se han hecho en los últimos años) en el que hay que situar la recuperación española, que estaría creciendo en el segundo trimestre de este año a un ritmo cercano al 4% (tasa intertrimestral anualizada). En los últimos doce meses habría crecido un3,1%.

Segúnel Banco de España, el crecimiento de la actividad se habría continuado apoyando en la fortaleza de la demanda interna, dentro de la cual habrían recuperado un mayor vigor los componentes más vinculados al gasto de los agentes privados, tales como el consumo de los hogares y la inversión en equipo y en vivienda. Además, se estima que la demanda exterior neta habría tenido una contribución prácticamente neutral al crecimiento del PIB. Se estaría produciendo, por lo tanto, un hecho inusual en la economía española: fuerte crecimiento sin que se registren desequilibrios macroeconómicos al dispararse las importaciones.

La balanza de pagos, de hecho, muestra que la economía española registró una necesidad de financiación de 800 millones de euros en el primer trimestre de 2015, lo que supone 1.400 millones menos que en el mismo período de 2014. Esta mejora del saldo se explica, principalmente, por la ampliación del superávit de bienes y servicios, gracias, en particular, a la reducción de la factura energética, que refleja el impacto del descenso del precio del petróleo.

Y todo ello en un contexto de muy baja inflación. El Banco de España estima que este año el IPC será negativo : -0,2% (media anual) y el próximo avance un 1,3%, en coherencia con el mayor empuje del consumoprivado.

El gasto en consumo de los hogares habría mantenido en el segundo trimestre de 2015 el tono expansivo que comenzó a mostrar desde el inicio de 2014. La tasa de crecimiento intertrimestral podría cifrarse en el 0,9%, dos décimas más que en entre enero y marzo. Entre los indicadores cualitativos, la senda creciente del indicador de confianza de los consumidores se prolongó en el promedio de abril y mayo. Como en trimestres anteriores, esta mejora vino determinada por el avance del componente relativo a la mejora del empleo. De modo análogo, sostiene el banco central, el indicador de confianza del comercio minorista registró nuevos aumentos en ese bimestre.

En cuanto al sector inmobiliario, los indicadores disponibles apuntan a un afianzamiento de la senda de suave recuperación de la inversión residencial en el segundo trimestre, tras el avance intertrimestral del 0,2% del primero, en un contexto de ligero repunte de los visados de obra nueva residencial. Las transacciones de vivienda aumentaron un 2,3% interanual en el primer cuatrimestre del año, con un nivel de operaciones algo inferior a 30.000, en promedio mensual.

Esta recuperación, aclara el banco central, procede del segmento de las ventas de vivienda usada y se observa tanto en las compras de ciudadanos extranjeros como en las adquisiciones por parte de residentes españoles. Los precios de la vivienda libre aumentaron en el primer trimestre un 1,5% interanual, según los datos publicados por el INE. En términos intertrimestrales, sin embargo, se produjo un descenso del 0,6%.

Renta disponible

Detrás de esa evolución se encuentran las condiciones financieras de las familias. El Banco de España estima que, hasta abril, el coste de los créditos para la adquisición de vivienda disminuyó hasta el 2,5%, y el de los destinados al consumo y otros fines lo hizo hasta el 6,4%.

Esta mejoría en las condiciones de financiación de los hogares favoreció una mayor actividad crediticia. Los volúmenes brutos de las nuevas operaciones continuaron aumentando, en términos interanuales, durante los últimos meses, y el ritmo de retroceso interanual del saldo de crédito bancario siguió suavizándose, hasta el 3,2% en abril. Por lo tanto, continúa el proceso de desendeudamiento de los hogares, pero a un ritmo menor.

El retroceso de la deuda, unido al descenso de los costes medios de financiación, se habría traducido, dice el Banco de España, en una nueva caída de la proporción de la renta bruta disponible que absorben los pagos por intereses, si bien la carga financiera total, que incorpora además la amortización de préstamos, “apenas habría variado”.

La economía española tiene el viento de cola. Al menos, hasta 2017. Este año y el próximo el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá en el entorno del 3%. Y lo que es más relevante. En el horizonte tampoco existen nubarrones que impidan crecer de forma robusta, incluso, más allá de ese año (salvo catástrofes que por su propia naturaleza son imprevisibles). Si antes la inercia era bajista (la recesión se autoalimentaba), ahora la inercia es claramente alcista (la recuperación se empuja a sí misma), tal y como pone de relieve el informe trimestral sobre la economía española publicado este jueves por el Banco de España.

Banco de España PIB Tipos de interés Recesión Inflación Previsión de crecimiento
El redactor recomienda