El Gobierno entra con todo en campaña y se atribuye en exclusiva la recuperación

El Gobierno sabe que la recuperación económica es la principal baza con la que cuenta primero en las elecciones municipales y luego en las generales. Por eso está variando el discurso para dejar a un lado que la situación mejora por factores externos, los famosos vientos de cola representados por la caída del petróleo, la depreciación del euro o la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), y subrayar que el mayor vigor económico responde a los méritos del Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy.

El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, ha evidenciado ese viraje estratégico esta mañana en la presentación del libro Ante una nueva expansión económica, editado por el Instituto de Estudios Económicos. "La recuperación que está viviendo España no ha sido fruto de la casualidad", ha defendido Fernández de Mesa. "No se debe a los vientos de cola", ha añadido."España está aprovechando mejor esas condiciones que otrospaíses de la Eurozona", ha rematado.

Y si lo está haciendo mejor se debe, desde su punto de vista, a las reformas que ha puesto en marcha el Gobierno desde 2012. Especialmente, ha destacado la Reforma Laboral, la Reforma del Sistema Financiero y la Ley de Estabilidad Presupuestaria, aunque también ha mencionado otras como la Ley de Emprendedores o medidas como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Esta argumentación supone un cambio con respecto a la línea argumental que mostró el Ministerio de Economía hace unos meses. En diciembre, por ejemplo, Luis de Guindos reconoció que "los planetas se estaban alineando para que se produzca un rebote de la economía".

Repóquer de cambios estructurales

Durante su intervención, Fernández de Mesa ha asegurado que la economía española ha protagonizado cinco cambios estructurales "desde las reformas puestas en marcha en 2012".

El primero consiste en que la economía es mucho más competitiva y cuenta con un mayor protagonismo del sector exterior; el segundo, en el mercado de trabajo, "capaz de crear empleo sin crecer tanto", y además desde donde se debe crear ese empleo, como es el sector privado, y siendo "un empleo de calidad", con preponderancia de contratos indefinidos y a tiempo completo: el tercero, la reforma del sector financiero; el cuarto, los cambios en la financiación de las empresas y en los mercados de capitales, manifestados en una mayor diversificación por parte de las compañías a la hora de financiarse; y el quinto, que España necesita menos crédito para crecer.

Reducir la deuda como prioridad

Durante el acto de presentación, Luis Gámir, Catedrático de Política Económica de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los autores del libro, ha lanzado varios mensajes con respecto a los desafíos que esperarán a España en los próximos años. En este sentido, ha advertido contra una tentación: la de incrementar el gasto público cuando la recuperación traiga consigo mayores ingresos para el Estado.

"No sería bueno. Habría que destinar esos mayores ingresos a la amortización de la deuda", ha precisado. Si, en cambio, esos mayores ingresos redundan en mayor gasto público y no se dedican a reducir una deuda pública que ya se acerca al 100% del Producto Interior Bruto (PIB), podrían regresar "las dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas".

Gámir también ha resaltado la necesidad de cuidar el diferencial de inflación entre España y sus vecinos europeos y de mantener la competitividad exterior ganada en los últimos años. Para ello, ha insistido en la conveniencia de estimular la flexibilidad de la economía española.