La inflación sigue en negativo (-0,6%) pese a la aceleración del PIB y la política del BCE

La economía española continúa coqueteando con la deflación. El IPC se mantuvo en abril en tasas negativas (-0,6%), aunque lo más relevante es que ese nivel se produce en un contexto de clara aceleración de la actividad económica. Como puso recientemente de manifiesto Estadística, el PIB avanza a un ritmo intertrimestral del 0,9%, lo que quiere decir que si se anualiza esa tasa (multiplicándola por los cuatro trimestres), la economía estaría creciendo ahora en el entorno del 3,5%.

Pues bien, según el INE, los precios siguen en negativo, y aunque se sitúan una décima por encima del registro de marzo, la inflación subyacente, que es la que mejor marca la tendencia, ya que elimina los componentes más volátiles (energía y alimentos no elaborados), todavía se sitúa en el 0,3%, lo que supone un décima más que en el mes precedente.

El IPC de abril debiera ya recoger, igualmente, el efecto de la expansión monetaria del BCE, que está comprando deuda pública, precisamente, para acercar la inflación al entorno del 2%, que es la referencia que utiliza el Banco Central Europeo para poder hablar de estabilidad de precios. Es decir, que pese al QE (la expansión monetaria) y la aceleración de la actividad económica (crecimiento por encima del potencial) el IPC se encuentra en niveles muy bajos.

La parte positiva es que gracias a esta baja inflación se recupera la renta disponible de las familias, y eso afecta al consumo privado. Hay que tener en cuenta que los salarios pactados en convenio están creciendo alrededor del 0,6% de media y las pensiones (ocho millones) subieron un 0,25% a principios de año.

Lo más destacado del mes de abril se refiere al comportamiento del sector de la comunicación, cuyo capítulo más relevante es la telefonía. Su tasa de variación anual ha subido hasta el –3,5%, más de un punto superior a la de marzo. El INE lo achaca a la estabilidad de los precios de los servicios telefónicos este mes frente a la bajada reflejada en abril de 2014. Las compañías de telefonía, como se sabe, han puesto fin a la guerra de precios para captar nuevos clientes, y algunas como Movistar han anunciado subidas de tarifas.

La caída de precios, en todo caso, afecta a todo el territorio nacional. Ninguna comunidad autónoma tiene tasas de IPC positivas. E incluso Castilla-La Mancha, Extremadura o Canarias tienen todavía una inflación de consumo igual o superior al 1%.