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Draghi prevé que la Eurozona crecerá un 1,5% en 2015 gracias al crudo, el euro y el QE
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Draghi prevé que la Eurozona crecerá un 1,5% en 2015 gracias al crudo, el euro y el QE

El presidente del BCE presume de que ya se han visto los primeros efectos de un QE que ya tiene fecha oficial de comienzo: el lunes 9 de marzo

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi
El presidente del BCE, Mario Draghi

La oportunidad está servida. Lo suyo es aprovecharla. Y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, confía en que será así. En la rueda de prensa posterior a la reunión que el Consejo de Gobierno de la entidad ha celebrado en Chipre, el banquero italiano ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para este año. Si en diciembre pronosticaba que la Eurozona se expandiría este año un 1%, ahora eleva su cálculo al 1,5%. A su juicio, la clave para este impulso adicional provendrá de la caída del petróleo, de la depreciación del euro y de las medidas extraordinarias aplicadas por el BCE, con su programa de expansión cuantitativa (QE) a la cabeza.

Eso sí, en paralelo el BCE cree que los precios seguirán bajo mínimos. Tanto es asi, que si hace tres meses preveía una inflación del 0,7% en la Eurozona para 2015, ahora recorta su pronóstico al 0%. Vamos, una cifra que le sirve de coartada para justificar el QE.Además de revisar al alza el crecimiento previsto para 2015, también ha elevado su pronóstico para 2016, del 1,5 al1,9%, y en 2017 cree que el crecimiento se acelerará hasta el2,1%en 2017. En cuanto a los precios, para el próximo avanza un aumento progresivo, hasta el1,5%desde el 1,3% previsto en diciembre, en tanto que en 2017 ve la inflación en el1,8%.

Preparados, listos...

Un QE al que Draghi ya ha puesto fecha de lanzamiento. Será el lunes 9 de marzo cuando el BCE y los bancos centrales nacionales darán comienzo a las compras de deuda pública y privada bajo este programa. En este sentido, Draghi ha recordado que su decisión consiste en destinar 60.000 millones de euros mensuales a comprar títulos y que esas compras se prolongarán, al menos, hasta septiembre de 2016, "o más allá", ha recordado, en caso de que la expectativa de inflación siga alejada del objetivo de la institución de controlarla por debajo, pero cerca, del 2%.

La institución ha ofrecido este jueves más detalles sobre el QE. Entre ellas, ha precisado que podrá comprar títulos cuyo plazo hasta el vencimiento oscile entre los 2 y los 30 años y 364 días-no valdrán 1 año y 364 días ni 31 años-;ha reconocido quepodrá adquirir bonos con rentabilidades negativas siempre que estas no estén por debajo del -0,20% en el que se encuentran los tipos de la facilidad de depósito; y ha facilitado la lista de las organizaciones supranacionales y agencias de las que podrá comprar deuda, entre las que figura el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Pese a que el QEaún no ha entrado explícitamente en vigor, Draghi ha reiterado que ya se han dejado ver los efectos del QE. El fuerte descenso de los rendimientos en la deuda pública europeay la depreciación del euroreflejan esa impresión en sus curvas.

Desde luego, las de la deuda soberana siguen beneficiándose, principalmente las periféricas. Ahora que ya saben cuándo empezará a comprar el BCE, los inversores se apresuran a comprar títulos para adelantarse y así vendérselos luego a un precio mayor. Esta realidad se traduce en más caídas de los rendimientos, que bajan cuando el precio de los títulos sube. La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años cae del 1,35% al 1,29%; la de los italianos, del 1,38 al 1,32%; y la de los portugueses, del 1,85 al 1,75%.

En el caso del euro, si ya llegaba a la cita de Chipre en mínimos desde 2003 contra el dólar, tras escuchar a Draghi acentúa su descenso. Se deprecia un 0,5%, hasta los 1,102 dólares, aunque ha llegado marcar un mínimo diario de 1,098 dólares.Con este retroceso, la divisa europea ya se deprecia cerca de un 9% contra la estadounidense en 2015, retroceso que da continuidad al 12% que cedió en 2014.

Donde no hay cambios, porque el terreno convencional ya ha sido apurado al máximo, ha sido en los tipos de interés. El precio oficial del dinero permanece en el mínimo histórico0,05% y interés de la facilidad de depósito, en el -0,20%.

"El BCE es el banco central de Grecia..."

Como se esperaba, durante la rueda de prensa Draghi ha tenido que hacer frente a cuestiones sobre Grecia. Y en la respuesta a una de ellas -formulada, además, en griego- ha sonado especialmente tajante al recordar el respaldo financiero proporcionado por el BCE en los últimos tiempos. "El BCE ha prestado a los bancos griegos100.000millones y ha duplicado el volumenen los dos últimos meses. Es una cifra equivalente al 68% del Producto Interior Bruto (PIB) griego. Se podría decir fácilmente que el BCE es el banco central de Grecia. Pero es el banco central del resto de países de la Eurozona, y debe cumplir unas normas".

Al mismo tiempo, el presidente del BCE ha confirmado que la entidad ha elevado en 500 millones, hasta los 68.800 millones de euros, el dinero que los bancos griegos tienen a su disposición en la provisión urgente de liquidez (ELA, en sus siglas en inglés).

Por el momento, eso sí, la institución monetaria todavía no volverá a aceptar la deuda pública griega como colateral para financiar a los bancos griegos. Draghi ha reconocido que dará marcha atrás a esta medida, adoptada el 4 de febrero, "tan pronto como sea posible" siempre que se tenga evidencia suficiente de que Grecia va a cumplir las condiciones establecidas en su programa de rescate, recientemente prorrogado durante cuatro meses más tras el acuerdo alcanzado por el Gobierno de Alexis Tsipras y el Eurogrupo.

El BCE, por tanto, prefiere esperar a ver cómo se concretan las reformas que Atenas se ha comprometido a ejecutar. En este sentido, puede ser clave el Eurogrupo del próximo lunes. Si en este cónclave Grecia confirma que va en serio con las medidas, el BCE podría volver a aceptar la deuda pública helena. La siguiente reunión en la que la institución podría adoptar esta decisión tendrá lugar el 18 de marzo.

La oportunidad está servida. Lo suyo es aprovecharla. Y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, confía en que será así. En la rueda de prensa posterior a la reunión que el Consejo de Gobierno de la entidad ha celebrado en Chipre, el banquero italiano ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para este año. Si en diciembre pronosticaba que la Eurozona se expandiría este año un 1%, ahora eleva su cálculo al 1,5%. A su juicio, la clave para este impulso adicional provendrá de la caída del petróleo, de la depreciación del euro y de las medidas extraordinarias aplicadas por el BCE, con su programa de expansión cuantitativa (QE) a la cabeza.

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