Los eurodiputados tributan igual en una sicav que en cualquier producto de inversión

La mala imagen de las sicav en España, asociada tradicionalmente a "ricos" y "chollo fiscal", y el desconocimiento de qué es una sicav luxemburguesa han provocado acusaciones de todo tipo para Willy Meyer y el resto de eurodiputados beneficiarios del plan de pensiones del Parlamento Europeo que invierte en uno de estos vehículos. La realidad es que el hecho de que este fondo se gestione desde una sicav en Luxemburgo no supone ninguna ventaja fiscal para sus partícipes respecto a si ese dinero estuviera invertido en cualquier otro producto de inversión: fondos, acciones o bonos del Tesoro.

Frente a la leyenda negra de las sicav en España, la fiscalidad de estos productos es similar a la de los fondos de inversión: no se tributa por los beneficios que se obtienen por cada inversión ni por las ganancias que logre cada año, sino sólo en el momento de reembolsar las participaciones. Entonces, el partícipe paga por la diferencia entre el valor al que las compró y al que las vende, al tipo del ahorro (que bajarán a una horquilla entre el 19% y el 23% en 2016). El que no paga es el vehículo, que sólo tirbuta al 1% en Sociedades, al igual que los fondos.

Lo que sí es cierto es que este vehículo de inversión colectiva se puede usar para gestionar un patrimonio personal o familiar: hay que tener un mínimo de 2,4 millones y 100 partícipes que son hoimbres de paja, los famosos 'mariachis' para cumplir la ficción de que es una institución de inversión colectiva. Pero también hay muchas sicav abiertas en las que puede entrar cualquier ahorrador y beneficiarse de la misma rentabilidad -en función de la habilidad del gestor- y de las mismas ventajas fiscales. En todo caso, el Gobierno ha descartado crear una figura que permita a los pequeños inversores operar sin tributar, las cuentas 401(k), conocidas como las 'sicav para pobres', pese a que el informe Lagares lo pedía.

Las sicav luxemburguesas son un vehículo parecido pero con un perfil mucho más institucional. Aunque se pueden usar para gestionar patrimonios individuales (y no hacen falta los mariachis), lo normal es que se usen como paraguas para los fondos de inversión internacionales que comercializan todos los bancos en España y que puede comprar cualquier ahorrador. Al agrupar un patrimonio muy grande, pueden conseguir rebajas en las comisiones y otros ahorros que benefician a la rentabilidad de sus partícipes. Y la domiciliación en Luxemburgo no obedece únicamente a motivos fiscales para la gestora -su régimen es similar al español, sólo que tributan por el 0,05% del patrimonio-, no para el particular, sino sobre todo a las ventajas administrativas y legales de un país que pone la alfombra roja a la industria de inversión.

Ésa es la razón por la que el fondo de pensiones del Parlamento Europeo haya decidido invertir en fondos que están dentro de este vehículo, algo que no tiene nada que ver con evasión fiscal ni con privilegios de las grandes fortunas. Además, "es lógico que un fondo de pensiones de diputados de muchos países tenga un perfil internacional, no que se haga en España", asegura un asesor patrimonial, que añade que "Luxemburgo no es un paraíso fiscal pese a que mucha gente insista en ello, simplemente tiene una tributación reducida para atraer productos de inversión".

Los eurodiputados pueden salir perdiendo

En el caso concreto de los eurodiputados, suelen tener la consideración de no residentes, por lo cual no tributan en España por ninguno de sus ingresos, no sólo por el plan de pensiones. A la hora de rescatar su dinero sí tendrán que tributar en España siempre que decidan volver a vivir en nuestro país. Si el producto tiene la consideración de fondo de inversión, la plusvalía obtenida tributará como renta del ahorro; si tiene la de plan de pensiones, el importe íntegor (capital y rentabilidad) tributa como rentas del trabajo.

Esta tributación tan desfavorable del rescate de los planes de pensiones en España obedece a que las aportaciones son desgravables año a año para rebajar la factura fiscal del beneficiario. Si se trata de un plan de empleo como sería este caso, la empresa incluye como retribución en especie del trabajador la aportación que hace al plan y éste tiene que incluirla en su declaración pero a la vez puede apuntarse la deducción por esta aportación. En el caso de los eurodiputados, no pueden disfrutar de esa deducción salvo que en el país donde se hace la aportación (Bélgica o Luxemburgo) ésta sea deducible. Pero, en todo caso, al volver a España debe pagar íntegramente por el total del dinero ahorrado como rendimiento del trabajo.