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Casi 200.000 parados con más de 55 años tiran la toalla y dejan de buscar un empleo
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ESPAÑA TIENE 110 PARADOS POR CADA VACANTE

Casi 200.000 parados con más de 55 años tiran la toalla y dejan de buscar un empleo

La última EPA refleja la existencia de 5,93 millones de trabajadores sin un puesto de trabajo. Pero la cifra sería mayor si se incluyera a los parados inactivos

Foto: Un grupo de personas hace cola en una oficina del INEM en Alcalá de Henares. (EFE)
Un grupo de personas hace cola en una oficina del INEM en Alcalá de Henares. (EFE)

Los efectos devastadores de la crisis económica sobre el empleo son evidentes: la última Encuesta de Población Activa (EPA) refleja la existencia de 5,93 millones de personas sin un puesto de trabajo. Pero la cifra sería bastante mayor si se incluyera a los parados inactivos que han dejado de buscar un empleo simplemente porque están convencidos de que no lo encontrarán.

Son los trabajadores ‘desanimados’, según la jerga de los expertos en el mercado laboral. Y lo que ha hecho el Instituto Nacional de Estadística (INE) es cuantificarlos. Según sus cuentas, en esta circunstancia se encuentran 483.600 personas, lo que significa que si estuvieran buscando un empleo el número real de parados sería muy próximo a 6,5 millones.

La cifra se mantiene prácticamente estable desde el tercer trimestre de 2012, y es relevante porque puede influir en los datos de desempleo de los próximos trimestres. A medida que se consolide la recuperación, lo natural es que los trabajadores ‘desanimados’ –en particular los más jóvenes– busquen un empleo de forma activa (requisito de la EPA para poder considerar a un trabajador como parado), y eso frenará el ritmo de reducción del desempleo.

¿Y quiénes son los parados que renuncian a buscar un empleo porque están convencidos de que no lo encontrarán? Pues en particular los mayores de 55 años. En concreto, casi 200.000 personas sin un puesto de trabajo –el 41,4% del total– han tirado la toalla de forma definitiva en el mercado laboral. En la mayoría de los casos deben conformarse con un subsidio de desempleo que dura hasta engancharse a la jubilación. En total, 426 euros mensuales.

Lo más significativo, sin embargo, es que mientras el ‘efecto desánimo’ ha permanecido prácticamente estable en los últimos tres años en el resto de edades, en el caso de los mayores de 55 años se ha disparado [ver gráficos]. Ha crecido nada menos que un 63% en apenas tres años. Aunque no es menos dramático que 72.100 inactivos con edades comprendidas entre 16 y 34 años tampoco busquen un empleo porque creen que no lo encontrarán.

Una vacante por cada 100 parados

Y desde luego que a muchos no les falta razón a la luz de unos recientes datos publicados por Asempleo, la patronal de trabajo temporal y Analistas Financieros Internacionales (AFI). Según el economista José Antonio Herce, a finales del año pasado, nada menos que 110 parados españoles debían optar por cada vacante de empleo ofertada por las empresas.

La cifra es todavía más impactante si se compara con lo que sucede en Alemania, donde la ratio era de dos parados por cada vacante. La buena noticia, sostiene Herce, es que a finales de 2012 esa misma ratio era de 140 aspirantes por puesto.

En el caso español, en todo caso, el problema no es nuevo. En el mejor momento laboral del ciclo expansivo anterior (a mediados de 2007), todavía había 18 desempleados por vacante, nueve veces más que los que existen hoy en Alemania. España es, de hecho, el país con mayor número de parados por vacante, lo que da idea de la intensidad del problema.

No es este el único factor que determinará la futura evolución del paro. El análisis cualitativo de la EPA muestra un fuerte descenso de la población activa –la suma de quienes tienen un empleo y los que están parados–, que se irá corrigiendo, igualmente, a medida que la economía tome impulso.

Algunos datos ilustran la intensidad de este fenómeno. Teniendo en cuenta únicamente la población en edad laboral de mayor actividad, la comprendida entre 16 y 64 años, la caída ha sido de casi 750.000 personas en el periodo 2011-2014. Tan sólo en el último trimestre ha sido de 97.000 personas y de 412.000 en el conjunto del año, lo que refleja la importancia que ha tenido el descenso de la población activa en la contención del desempleo en los niveles actuales (alrededor del 25%).

El INE da cuatro razones que explican este fenómeno, desconocido con esta intensidad en la reciente historia económica de España. En primer lugar, la caída de la tasa de actividad se ha producido por la salida de inmigrantes; en segundo, por el aumento de las personas que se jubilan derivado del envejecimiento de la población. Influye también, y esta es la tercera causa, el aumento del porcentaje de jóvenes menores de 25 años que cursa estudios. Y, por último, un factor muy relevante que es obviamente el mencionado ‘efecto desánimo’. Cada vez son más las personas que no buscan un empleo, aunque estén en paro o en situación de inactividad, sencillamente porque están convencidas de que no lo encontrarán. En sentido contrario actúa la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, que continúa creciendo aunque a menor ritmo y eso empuja a favor del paro.

Un análisis por género indica una reducción de 314.500 hombres activos y de 110.000 mujeres activas en el último año, cuando la población femenina es ligeramente superior a la masculina. Para el periodo de tres años considerado por el INE, se observa un aumento de 96.100 mujeres activas. Mientras que, por nacionalidad, se detecta una disminución de 60.500 activos españoles y de 364.000 activos extranjeros en el último año.

Los efectos devastadores de la crisis económica sobre el empleo son evidentes: la última Encuesta de Población Activa (EPA) refleja la existencia de 5,93 millones de personas sin un puesto de trabajo. Pero la cifra sería bastante mayor si se incluyera a los parados inactivos que han dejado de buscar un empleo simplemente porque están convencidos de que no lo encontrarán.

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