El 41% de los productos que componen la cesta de la compra está ya en deflación

El riesgo de que la economía española entre en zona de deflación -caída generalizada de los precios- se amplia. Un dato lo avala. El 41% de los productos que componen la cesta de la compra con la que se elabora el IPC (126 bienes) se encuentra ya en zona de deflación. O lo que es lo mismo: en el último año 52 productos han sufrido una caída de sus precios con respecto a hace doce meses.

Cinco productos marcan la tendencia con un descenso muy superior a la media: los equipos fotográficos y cinematográficos (-14%); los equipos telefónicos (-12,2%); los equipos informáticos (-9,3%); joyería, bisutería y relojería (-7,4%) y el aceite, cuyo precio ha bajado en los últimos doce meses un 5,5%.

Los datos son anuales, lo que indica que no se trata de un fenómeno puntual vinculado a razones estacionales o de calendario. La inflación marca una tendencia descendente, lo cual es todavía más significativo si se tiene en cuenta que coincide con un repunte de la demanda interna, y, en particular, del consumo privado. Algunos servicios de estudios, como el del BBVA, han estimado el crecimiento en el primer trimestre de este año en términos intertrimestrales se situará en el 0,4.-05%, lo que supone un claro avance respecto al 0,2% del último cuarto de 2013.

El descenso del IPC (-0,1% en términos generales) hubiera sido un poco mayor, incluso, si no hubiera sido por el aumento de la presión fiscal. El Índice de Precios de Consumo a impuestos constantes (que elimina este sesgo) se situó en marzo en el -0,2%, lo que da idea del escaso efecto que está teniendo la recuperación económica en la evolución de los precios.

Y es que la baja inflación (o la deflación) ha venido para quedarse durante algún tiempo. Un dato le revela la inflación subyacente, es decir aquella que elimina los elementos más volátiles (sin alimentos no elaborados

ni productos energéticos) se situó en marzo en el 0,0%. No se trata, por lo tanto, de un fenómeno puntual vinculado a un descenso súbito de las materias primas.

Tampoco se trata de un fenómeno vinculado a algunas regiones españolas cuya recuperación está siendo más retrasada. De hecho, en tan sólo en cuatro comunidades autónomas la inflación es positiva: Baleares, País Vasco, Cataluña y Galicia. En el resto, los precios están en negativo.