Montoro plantea extender la subvención de las madres trabajadoras a otros colectivos

El confuso mensaje que lanzó ayer Cristóbal Montoro sobre la subvención (impuesto negativo) a las madres trabajadoras tiene una doble lectura: por un lado, pretende extender esta fórmula a otros conceptos y colectivos, siempre relacionados con las cargas familiares y las rentas más bajas; por otro, no está claro si va a incrementar esta ayuda actual para las mujeres con hijos menores de tres años que trabajen fuera del hogar, de 100 euros al mes, aunque Hacienda reconoce que es una de las opciones que se están considerando dentro de la reforma fiscal.

La idea, planteada de manera muy confusa por el titular de Hacienda en unas jornadas organizadas por la APD y PwC, consiste en explorar medidas de este tipo. Montoro declaró que "también tenemos planes ambiciosos, en el sentido de que no renuncio a hacer un impuesto nuevo, un impuesto diferente, un impuesto negativo sobre la renta, como ya hicimos en su momento para el caso de la mujer que después de ser madre vuelva a trabajar. Somos el único país que introdujo ese tipo de figura tributaria. Y yo creo que estamos en condiciones de volver a intentar, realmente de introducir elementos muy significativos en nuestro sistema tributario, comparado con otros otras actividades o colectivos".

Inicialmente, la mayoría del auditorio pensó que estaba anunciando una nueva ayuda para las madres trabajadoras, pero en el turno de preguntas el ministro aclaró que el impuesto negativo para madres es el que ya está vigente y que no había ninguna novedad al respecto. Sin embargo, portavoces del departamento contribuyeron a incrementar la ceremonia de la confusión al confirmar que, dentro de la idea del Ejecutivo de trabajar en esa dinámica de ayudar a las familias, una de las opciones que se contemplan es incrementar la cuantía del impuesto negativo de las madres trabajadoras, aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión.

Este impuesto negativo en realidad es una subvención, porque consiste en un pago de 1.200 euros que Hacienda hace a las madres trabajadoras con hijos menores de tres años independientemente de que les hayan retenido o no más de esa cantidad; el principio de las deducciones es que Hacienda no devuelve más de lo que el contribuyente le ha pagado, por eso se trata de un impuesto negativo. Además, se puede cobrar de forma mensual sin esperar a la devolución del IRPF. Algunas comunidades autónomas aplicaron incrementos a esta cantidad que posteriormente han eliminado.

Lo que Montoro pretendió anunciar ayer, según estos portavoces, es que el Gobierno estudia utilizar este modelo para otros fines además de la maternidad, pero siempre relacionados con las cargas familiares y con las rentas más bajas. Se trata de una importante novedad, puesto que hasta ahora la fórmula que se había hecho pública –por el propio Mariano Rajoy en el debate del estado de la nación– era la de incrementar "significativamente" los mínimos personales para el cuidado de hijos y para ascendientes y discapacitados dependientes de la unidad familiar. Ahora, es posible que los mínimos no se incrementen tanto y que se utilice la fórmula del impuesto negativo en su lugar.

Rebaja de impuestos gradual

También ha adelantado que el Gobierno reducirá la fiscalidad del ahorro, "algo fundamental cuando el problema es el desapalancamiento y la deuda externa". Según Montoro, esta rebaja pretende no discriminar el tratamiento del ahorro pero a la vez promocionar el ahorro a largo plazo. En este sentido, hay que recordar que la comisión de expertos presidida por Manuel Lagares ha propuesto la creación de unas cuentas para la jubilación con ventajas similares a los planes de pensiones pero gestionadas por el propio contribuyente (las llamadas "sicavs para pobres").

Pretende bajar cotizaciones

Montoro ha defendido que España ya ha iniciado la "devaluación fiscal" recomendada por Lagares, puesto que ya subió el IVA en julio de 2012 y ahora es "cuando está empezando a recaudar". La devaluación fiscal propuesta por Lagares consiste en subir el IVA y bajar las cotizaciones sociales, pero el ministro no ha dicho nada de esta última medida. A este respecto, la CEOE volvió a pedir ayer una rebaja de cotizaciones con el argumento de que no supondrá pérdida de recaudación porque el empleo va a crecer más de lo que pronostican todos los organismos oficiales. Montoro reconoció que su intención es rebajarlas, pero también de forma gradual.