Las elecciones a la patronal de Madrid derivan en un asalto a CEOE

Las elecciones a presidente de la patronal madrileña son algo más que unos comicios regionales. Se celebrarán el próximo 24 de la marzo, y lo que está en juego, en última instancia, es la propia presidencia de la CEOE. Y de paso, la de Cepyme, la patronal de medianas y pequeñas empresas. Sobre todo si cae derrotado el actual presidente de CEIM, el empresario Arturo Fernández, vicepresidente primero de CEOE y, ante todo, el gran apoyo de Juan Rosell en la gran patronal.

Aunque formalmente las elecciones no se convocan con ese objetivo, lo cierto es que fuentes conocedoras de todo el proceso consideran que si Fernández cae derrotado ante el empresario Hilario Alfaro, que ya ha anunciado su candidatura, es muy probable que comiencen a agitarse los cimientos y hasta las estructuras de la confederación empresarial. El siguiente campo de batalla serán las elecciones en Cepyme, que deben celebrarse este verano.

Su actual presidente es Jesús Terciado, pero se da por seguro que si gana Alfaro es muy probable que quienes respaldan al empresario madrileño lancen, igualmente, una candidatura, aún sin decidir, para competir con él. Terciado, como en el caso de Arturo Fernández, representa el otro gran respaldo con que cuenta Rosell para ser reelegido.

El presidente de CEOE cuenta también con fuertes apoyos en las grandes empresas, Fomento del Trabajo Nacional (la patronal catalana) y Baleares, además de ciertas organizaciones sectoriales. Pero en el caso de las elecciones a la CEIM quienes votan mayoritariamente (como en Cepyme) son laspequeñas y medianas empresas, no las grandes.

Delicado equilibrio

Las elecciones a la presidencia de CEOE deben celebrarse en diciembre de este año, y en el mundo empresarial hay mucha expectación por lo que ocurrirá. Rosell está guardando undelicado equilibrioa cuenta del proceso soberanista en Cataluña, pero sectores de CEOE quieren una mayor claridad en defensa de la unidad de España.

La convulsión es grande porque, entre otras cosas, lo tradicional es que sólo haya un candidato, aunque este principio ya se rompió en 2010, cuando Rosell venció por amplia mayoría a Santiago Herrero, ahora imputado, en las elecciones a la presidencia de CEOE.

El empresario Hilario Alfaro -con media docena de tiendas de ropa en Madrid- representa el cambio. Y entre sus compromisos está la prohibición de contratar con las administraciones públicas (en clara alusión a su contrincante). Igualmente, propone que el presidente de los empresarios madrileños no pueda ejercer al mismo tiempo de presidente de la Cámara de Comercio, de nuevo en clara referencia al actual presidente de CEIM.

Entre quienes lo apoyan se encuentra Alejandro Couceiro, veterano líder de los empresarios madrileños, junto a otros antiguos dirigentes de CEOE hoy defenestrados por Rosell.

Aruro Fernández, por el contrario, cree que no hay ninguna incompatibilidad en presidir dos organizaciones tan relevantes. E insiste en que la defensa de los empresarios es mucho más operativa y eficaz al recaer en un solo presidente ambas instituciones.

La batalla por la presidencia de Madrid tiene, en todo caso, claras implicaciones políticas, toda vez que la número dos de Arturo Fernández esLourdes Cavero, esposa del presidente de la Comunidad de Madrid, eimputadaen el caso del ático de Marbella.

Ignacio González, como hizo su antecesora, Esperanza Aguirre, ha tenido siempre relaciones muy cercanas a Arturo Fernández, pero en unos momentos en los que todavía no sabe si acabará siendo el candidato del Partido Popular (PP) a la Comunidad Madrid quiere alejarse todo lo que pueda del polémico y dicharachero empresario. González, según algunas fuentes, estaría por lo tanto intentando poner tierra de por medio.

En el programa de Hilario Alfaro está, de hecho, recuperar la independencia de CEIM respecto del poder político, algo que Arturo Fernández niega que se haya podido poner en peligro durantesu gestión.