Soria lanza 1.175 millones para proyectos espaciales tras perder peso en Europa

El Gobierno sabe que España ha perdido peso a nivel europeo en uno de los campos que mejor define la apuesta de futuro de un país por la investigación y la ciencia. Y busca fórmulas para remediarlo a pesar de las estrecheces presupuestarias y financieras que afronta. El Consejo de Ministros tiene previsto desbloquear hoy 1.175 millones de euros para proyectos espaciales de aquí al año 2022, dotación que se constituirá como una obligación de pago y garantizará las aportaciones a proyectos de la Agencia Espacial Europea (ESA) en los próximos ejercicios.

Arrancaba el año y España no podía quedar más en evidencia. Y es que el Gobierno apenas suscribía 83 millones para proyectos opcionales de la ESA dentro de la Conferencia Ministerial celebrada en Nápoles en noviembre. Una cifra que quedaba muy lejos de los compromisos adquiridos en anteriores cónclaves, como los 398 millones acordados en 2008 o los 330 de 2005. “Esta situación provoca una desventaja frente a nuestros socios europeos en materia espacial, quienes han realizado aportaciones muy importantes”, lamentaba recientemente la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio(Tedae).

En efecto, Francia comprometió 1.449 millones de euros; Alemania, un total de 1.376; Italia llegará a los 656, y Reino Unido se irá hasta los 674, como puntas de lanza europeas. En España, sin embargo, la rúbrica presupuestaria para la financiación de la participación en programas espaciales no deja de reducirse desde que arrancó la crisis. Sin ir más lejos, en el año 2008 se destinaron para estas iniciativas 211,1 millones, más otros 8,2 canalizados a través del CDTI. Un lustro después, en 2013, apenas se superaban los 100millones de euros. Para el año próximo, al menos, se recupera el umbral de los 150 millones de euros.

La cuestión es que esa pérdida de fondos y de presencia en los proyectos opcionales termina por afectar a las empresas tecnológicas, que ven cómo retornabuena parte de la inversión que efectúan los países. "Las contribuciones obligatoria y opcional de España vuelven en forma de contratos para la industria española. Para la comunidad científica, esta participación supone la posibilidad de investigar con la más avanzadatecnología espacial, además de una gran inversión económica dado el ampliamente demostrado efecto multiplicativo de esta tecnología”, admite la propia ESA al explicar sus misiones.

Proyectos de largo plazo

El presupuesto de la ESA, que alcanza este año los 4.282 millones de euros, se conforma con el dinero que aportan los 20 Estados miembros, que contribuyen en proporción a su producto nacional bruto. En virtud de esta fórmula, a España le corresponde ingresar este año una cuota de casi 150 millones de euros. Además de esta contribución obligatoria, los países tienen potestad para decidirsu grado de participación en los programas optativos, que este año abarcan ámbitos como los vuelos tripulados, telecomunicaciones y aplicaciones integradas, observación de la Tierra, lanzadores, navegación por satélite o exploración robótica, entre otras investigaciones.

“Un freno en la evolución de la industria española en comparación con sus socios europeos puede producir la pérdida de tecnología propia, reducción o deslocalización de la I+D+i y pérdida de empleo de alta cualificación”, subrayan las empresas agrupadas en Tedae, recordando que los recortes que viven en los últimos años son “contrarios a la política de continuidad de largo plazo que requieren los desarrollos espaciales”. Pese a todo, la industria facturó el año pasado 736 millones de euros, un 2% más que el año anterior, sustentada sobre todo en los dos operadores de satélites españoles.

El propio Ministerio admite en los Presupuestos Generales del Estado para el año próximo que la presencia en la ESA desde el año 1986 persigue “integrar a la industria española en los grandes proyectos espaciales europeos” y, “de forma más concreta, obtener para las empresas contratos de elevado contenido tecnológico”. La ESA tiene actualmente en órbita doce misiones científicas, centralizadas todas ellas desde el Centro Europeo de Astronomía Espacial de Villanueva de la Cañada. Además, España participa en programas opciones como el Galileo o la Estación Espacial Internacional.