Fitch abre la veda a las rebajas de calificación de las compañías eléctricas

Era uno de los principales temores que desató en los mercados bursátiles la reforma eléctrica del ministerio de José Manuel Soria, y ayer Fitch lo confirmó. La agencia de calificación rebajó a negativa la perspectiva crediticia de Ibedrola, Gas Natural y Endesa, así como la de Enel (matriz de esta última) y la de la portuguesa EDP, en todos los casos como consecuencia de su alta exposición al mercado español. 

La decisión la comunicó la agencia en un informe en el que señaló que la nueva normativa impulsada por el Gobierno del Partido Popular afectará directamente a los flujos de caja de las compañías, al tiempo que limitará sus inversiones. De esta manera, Fitch lanzó un primer aviso que en próximas fechas podría ser imitado por el resto de agencias de calificación y por el que se pone en conocimiento que el efecto de las medidas anunciadas, el recorte de los ingresos regulados y el riesgo político que existe en el sector puede desembocar en una rebaja de la calificación crediticia ya no sólo de estas empresas, sino del conjunto de las compañías que integran el sector. 

En el caso concreto de Ibedrola, Gas Natural y Endesa -así como en el de Enel-, Fitch les otorga un rating de 'BBB+', lo que supone la nota más baja dentro de la calidad aceptable. De esta manera, las sitúa tres escalones por encima del bono basura y dos más que la calificación soberana de España. En cambio, la portuguesa EDP está tan solo un escalón por encima del 'bono basura', por lo que de confirmarse la rebaja crediticia perdería el grado de inversión.

Este movimiento de Fitch, además de temido por los mercados, ya fue avisado por algunas firmas de inversión, como es el caso de Bank of America Merrill Lynch. En un informe para clientes fechado a 11 de junio de este año, la entidad ya ponía sobre aviso de las incertidumbres que sobre el sector se podrían cernir tras la aprobación de la nueva regulación. En el citado documento se hace un análisis concreto de Acciona, de la que advierte que podría salir perjudicada de los recortes en las subvenciones a las renovables que el Gobierno podía decretar, tal y como ha sucedido. 

Acabar con un lastre anual de 4.500 millones

El objetivo de la "definitiva" reforma del sector eléctrico es el de acabar con los 4.500 millones de euros de déficit que el sector genera cada año, además de evitar que crezca el agujero de 26.000 millones que arrastra el sector. 

Para ello, en el Consejo de Ministros del viernes 12 de julio se decidió que la factura de los consumidores crecerá un 3,25% a partir del mes de agosto, que la cantidad que perciben las compañías por su red de distribución se recorte y que las subvenciones de las energías renovables se reduzcan, además de que Hacienda incluya una partida de 900 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado.

Como consecuencia, las compañías del sector que cotizan en bolsa sufrieron una importante caída en la sesión de ese mismo día, tendencia que en algunos casos, como en el de la ya mencionada Acciona, se prolongó hasta la sesión del lunes acumulando una caída superior al 15%. 

A otras, y concretamente a Red Eléctrica, el nuevo texto le ha valido para cuantificar el impacto de la reforma (100 millones de euros), acabar con las incertidumbres, liderar este martes por segunda sesión consecutiva las subidas del Ibex y acumular un alza superior al 8% en la semana.