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Casi 7,5 millones de declarantes del IRPF ya ni siquiera son ‘mileuristas’
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MÁS DE 400.000 ESPAÑOLES HAN PERDIDO ESE 'PRIVILEGIO' DESDE 2008

Casi 7,5 millones de declarantes del IRPF ya ni siquiera son ‘mileuristas’

La Agencia Tributaria acaba de poner negro sobre blanco la verdadera realidad del mercado laboral español. Casi 7,5 millones de trabajadores, en concreto, 7.454.224 contribuyentes, declararon

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Casi 7,5 millones de declarantes del IRPF ya ni siquiera son ‘mileuristas’

La Agencia Tributaria acaba de poner negro sobre blanco la verdadera realidad del mercado laboral español. Casi 7,5 millones de trabajadores, en concreto, 7.454.224 contribuyentes, declararon en 2011 unos ingresos inferiores a 1.000 euros al mes. Lo singular no es sólo el número -prácticamente el 40% de los 19,4 millones de declarantes del impuesto sobre la renta-, sino, sobre todo, su evolución. A medida que ha avanzado la crisis, el número de contribuyentes que ni siquiera ha logrado alcanzar la condición de ‘mileurista’ ha ido en aumento. Hasta el extremo de que hoy hay algo más de 400.000 declarantes más que en 2008 en esas circunstancias, al comienzo del desplome de la economía española.

Los datos proceden de la estadística de declarantes que anualmente publica la Agencia Tributaria, y son la mejor radiografía salarial de España, ya que se trata de cifras reales que se presentan a efectos tributarios. Y lo que dicen esas cifras es que el salario más frecuente se sitúa entre 12.000 y 21.000 euros al año. Nada menos que uno de cada cuatro contribuyentes se encuentra en esa situación.

Las cifras de la Agencia Tributaria no precisan las condiciones laborales en que un trabajador obtiene su renta. Es decir, si se trata de empleo a tiempo parcial o completo o la duración del contrato de trabajo. En todo caso, refleja que la llamada ‘devaluación interna’ (bajada de salarios) está funcionando si se comparan las cifras con las de ejercicios anteriores.

En el tramo más alto de la pirámide -se trata en todos los casos de retribuciones dinerarias- se encuentran los 5.612 contribuyentes que declararon unos ingresos superiores a los 600.000 euros al año. Otros 68.169, según la Agencia Tributaria, presentaron liquidaciones tributarias situadas entre 150.000 y 600.000 euros anuales. Entre los dos tramos apenas representan tan sólo el 0,38% de los contribuyentes, lo que indica dónde se esconde la realidad fiscal de España.

Ahora bien, su evolución es significativa. En 2008, al comenzar la crisis económica, 8.058 contribuyentes aseguraban al fisco haber obtenido unos rendimientos del trabajo por encima de los 600.000 euros, pero esa cifra cayó en picado en los dos años siguientes. En 2009, bajó hasta los 6.829, y un año más tarde hasta los 5.189. Sin embargo,  en 2011 se produce un cambio de tendencia, toda vez que su número crece hasta los 5.612 contribuyentes que se sitúan en la parte alta de los declarantes de IRPF. Hacienda no explica por qué se ha producido este giro. 

Al margen de estos dos extremos -los declarantes con mayores y menores ingresos a la luz del IRPF-, lo cierto es que el salario medio (rendimiento del trabajo) se situó en 2011 en 19.262 euros al año. La cifra es muy significativa debido a que representa 2,5 veces los 7.733 euros que se declararon de media en los rendimientos de actividades económicas, que incluye mayoritariamente a profesionales y trabajadores autónomos.

Salario más frecuente

Los datos de la Agencia Tributaria coinciden en líneas generales con los últimos que acaba de publicar la Encuesta de Estructura Salarial, que indica que el salario medio anual se aproximó a los 23.000 euros en 2011, un 0,5% más que en 2010. Sin embargo, el INE precisa que el salario más frecuente fue de 15.500 euros anuales, con una diferencia entre ambos de casi 7.400 euros. Esta diferencia se ha ampliado con respecto al año 2010, cuando el salario más frecuente pasaba de los 16.000 euros.

Esta diferencia entre el salario medio y el más habitual tiene que ver con que hay muchos más trabajadores con sueldos bajos que con sueldos altos. El INE hace, pues, una división entre los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior para obtener el salario mediano, el que más se acercaría a la realidad, y que en 2011 se situó en 19.287,24 euros.

Loa datos de la Agencia Tributaria, en todo caso, inciden en los cambios socioeconómicos que está produciendo la crisis. Y de hecho, también está afectando, y de forma relevante, a la relación entre salarios y pensiones, la clave de bóveda del sistema público de protección social. Y lo que dicen las últimas cifras oficiales es que, prácticamente, la cuarta parte de los pensionistas españoles -en concreto, el 23,26%-, tiene ya unos ingresos superiores al tramo salarial más frecuente entre los trabajadores en activo.

O lo que es lo mismo, y expresando de forma más precisa, 1,89 millones de pensionistas (incluyendo todos los regímenes) tienen unos ingresos que se sitúan por encima de los 15.500 euros al año (en catorce pagas), que es el salario más frecuente de los españoles, según refleja la última Encuesta de Estructura Salarial de España.

La Agencia Tributaria acaba de poner negro sobre blanco la verdadera realidad del mercado laboral español. Casi 7,5 millones de trabajadores, en concreto, 7.454.224 contribuyentes, declararon en 2011 unos ingresos inferiores a 1.000 euros al mes. Lo singular no es sólo el número -prácticamente el 40% de los 19,4 millones de declarantes del impuesto sobre la renta-, sino, sobre todo, su evolución. A medida que ha avanzado la crisis, el número de contribuyentes que ni siquiera ha logrado alcanzar la condición de ‘mileurista’ ha ido en aumento. Hasta el extremo de que hoy hay algo más de 400.000 declarantes más que en 2008 en esas circunstancias, al comienzo del desplome de la economía española.

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