Fluidra refuerza su apuesta en EEUU tras ganar un 'megacontrato' en Texas

De Sabadell a Texas. Fluidra, grupo multinacional catalán de tamaño medio dedicado a la fabricación de piscinas y tratamiento del agua, acaba de adjudicarse la ampliación del denominado COM Aquatics, un prestigioso centro de natación radicado en el estado de la estrella solitaria. El proyecto, valorado en más de cinco millones de euros, reforzará la presencia de la compañía en Estados Unidos, país en el que tiene delegación propia y en el que ya ha llevado a cabo iniciativas puntuales muy llamativas, como la puesta en marcha de un centro de wellness en el neoyorquino barrio de TriBeCa.

El City of Midlands Aquatics de Texas cuenta con más de 30 años de historia y ha sido sede de competiciones de natación y salto de trampolín tanto a nivel estatal como federal. La ampliación supone la construcción de una nueva piscina de 50 metros de longitud y de una segunda pileta para el calentamiento de los nadadores antes de los campeonatos. En torno al espacio de las actividades, el proyecto también implica la edificación de un pabellón de 4.000 metros cuadrados con una capacidad de 800 personas. El desarrollo integral de la iniciativa correrá a cargo de Wayfit, una de las filiales del grupo español.

La apuesta de Fluidra por Estados Unidos –con sede incluida en Jacksonville (Florida)- es de largo aliento. La sociedad ya desembolsaba en febrero de 2011 un total de 32,4 millones de euros para adquirir Aquatron y Aqua Products, firmas con sede en ese país y dedicadas al desarrollo y fabricación de robots electrónicos para la limpieza de piscinas privadas y públicas. La operación proporcionaba a la multinacional catalana una red de distribución con 200 puntos de venta en EEUU. Apenas un mes después, se hacía con un contrato de dos millones de euros para poner en marcha el citado centro de tratamientos con agua en Nueva York. Un proyecto llave en mano que requirió transformar en unos baños romanos un edificio de TriBeCa, en el corazón de Manhattan.

La compañía, que opera en 41 países y genera el 80% de su negocio en los mercados internacionales, facturó 628,8 millones de euros y generó un beneficio bruto de explotación de 72 millones en 2012. Un desempeño que le permite acercarse a los guarismos del año 2008 después del desplome registrado en 2009, cuando el pinchazo de la burbuja inmobiliaria alcanzó con todo su rigor a la firma. “Hasta el año 2007 se construían en España unas 15.000 piscinas anuales gracias a la obra nueva. La crisis provocó un cambio de paradigma. Hoy se construyen unas 5.000 en obra ya existente; un gasto pensado más como una inversión familiar”, explican fuentes de la compañía preguntadas por la evolución del grupo.

¿Conclusión? El futuro está fuera. Es más, los números no mienten. “Por ejemplo, la demanda en Brasil llega a las 70.000 piscinas anuales, con diferentes niveles de tecnología a los que podemos adaptarnos sin problemas”, añaden. Para cubrir este mercado, la compañía daba un paso al frente este mismo año con la adquisición de Veico, empresa local especializada en la fabricación de accesorios y con una facturación de tres millones de euros. En esta línea, a comienzos de 2012 comunicaba el lanzamiento de una división exclusiva para Asia y meses después creaba una joint-venture con un socio local en China –Fluidra Youli Fluid Systems-, holding del que atesora un 70%. Todo después de que las ventas en España cayeran un 7,5% (hasta los 130,7 millones) en 2012 y en el conjunto del sur de Europa otro 5,3% (para situarse levemente por encima de los 200 millones). Un aviso a navegantes.

La continuidad de los bancos, en el alero

¿Expansión con estabilidad en el accionariado? Aunque las cuatro familias fundadoras –los Boyser, Edrem, Dispur y Aniol- aglutinan el 49,9% de la sociedad, la principal incógnita son los bancos presentes en el capital, que podrían desinvertir debido a las exigencias contables de Basilea III. En especial CaixaBank, que acumula un 8% de Fluidra y ya ha expresado su intención de vender su cartera de participaciones industriales por su excesivo consumo de capital. El Sabadell, que está en la casa desde antes de que esta saliera a bolsa en 2007, suma un 9,6%. Desde la firma se niega por ahora la mayor: “No tenemos ninguna comunicación de que alguna de las dos entidades financieras quiera salir”, sin entrar en más detalle.

En todo caso, algunas familias catalanas de campanillas ya han puesto su mirada en la compañía como fórmula de diversificación. Como publicó El Confidencial, Manuel Puig, vicepresidente del grupo de perfumería, alcanzaba a principios de este año un 5% del accionariado. El grupo Puig factura más de 1.300 millones anuales y obtuvo un beneficio de 155 millones en 2011 con marcas como Carolina Herrera o Paco Rabanne. En este sentido, desde Fluidra incluso se va más allá y se advierte que vuelve a detectarse interés por parte de la inversión extranjera en los activos españoles de calidad. “Hay empresas con buenos fundamentales, que dan dividendo, con estrategia de crecimiento a futuro y bien gestionadas que están infravaloradas en mercado y en el punto de mira”, subrayan.