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Los inmigrantes recortan en otros 600 millones el dinero enviado a sus países de origen
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LA CUANTÍA NO LLEGA A LOS 5.000 MILLONES HASTA SEPTIEMBRE

Los inmigrantes recortan en otros 600 millones el dinero enviado a sus países de origen

Los inmigrantes asentados en España, cuyos envíos de dinero a sus países de origen habían desafiado hasta ahora a la crisis y a la debacle del

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Los inmigrantes recortan en otros 600 millones el dinero enviado a sus países de origen

Los inmigrantes asentados en España, cuyos envíos de dinero a sus países de origen habían desafiado hasta ahora a la crisis y a la debacle del empleo, empiezan a dar muestras de agotamiento. Y es que las remesas que enviaron a sus casas se desplomaron durante los nueve primeros meses de 2012, según se desprende de los últimos datos publicados por el Banco de España. De hecho, los extranjeros sólo pudieron liberar hasta septiembre 4.825 millones de euros, un 13,1% menos que en el mismo periodo del año anterior. Entonces encontraron margen para girar a sus hogares 5.458 millones, una cifra que suponía 633 millones más.

El descenso en el volumen de fondos transferidos no había sido tan acusado desde el inicio de la crisis. Es más, la partida recogida por el supervisor, que alcanzaba los 6.042 millones de euros en los nueve primeros meses de 2008, se quedaba en apenas 5.281 en los tres primeros trimestres de 2009. Tras esa drástica rebaja, los fondos se mantuvieron por encima de los 5.000 millones en los dos años siguientes, al punto de que el dinero que salió de España en 2011 repuntó hasta los citados 5.458 millones. Una evolución positiva que los expertos explican por el reciclaje de este colectivo en la economía sumergida, un recurso que ni siquiera pareció alcanzar ya en 2012.

Los últimos datos facilitados por la Encuesta de Población Activa (EPA) hablan por sí solos. No en vano, la tasa de paro de los extranjeros se situaba en el tercer trimestre de 2012 en el 34,84%. Cuatro años antes, en los albores de la recesión, se quedaba en el 21,26%. Más llamativo aún, los años 2006 y 2007 se cerraban con tasas del 12,02% y el 12,37%, respectivamente. Esto es, el incremento supera los 20 puntos en un lustro. El volumen total de inmigrantes parados en septiembre del pasado año rozaba los 1,2 millones de trabajadores. Sin embargo, no llegaba a los 356.000 en el último trimestre de 2006 ni a los 780.000 al término de 2008.

La evolución registrada hasta septiembre permite anticipar que con toda probabilidad el ejercicio se cerrará por debajo de los 7.000 millones de euros en remesas, un umbral que no se ha perdido durante la crisis. Aunque el máximo histórico –con 8.449 millones- se registró en 2007, las transferencias se mantuvieron estables, por encima de los 7.200 millones de euros, entre 2009 y 2011. Según los guarismos agregados hechos públicos recientemente por Eurostat, España se apunta la tercera plaza de los 27 en dinero saliente del país, sólo superada por Francia e Italia. De hecho, acapara el 19% del total de fondos que dejaron la UE.

El número de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor no ha dejado de crecer durante los años de crisis. Según datos del Ministerio de Empleo a 30 de septiembre, su número se situaba en 5,36 millones, un 2,14% más en el año. Por nacionalidades, rumanos y marroquíes aglutinan el 33% del total, casi dos millones. Les siguen ecuatorianos (391.231) y colombianos (271.596).  Entre los no europeos, también destaca la presencia de chinos (176.335), bolivianos (157.132) y peruanos (139.825). La tasa de actividad de los extranjeros –muy superior a la de los nacionales- superaba en la última EPA el 77%.

La inmigración española

En contrapartida, la creciente emigración española también supone entradas de capital en el país. Sin embargo, no parece que 2012 pueda igualar el máximo histórico alcanzado el pasado año, cuando los españoles en el extranjero enviaron fondos por importe de 5.711 millones de euros. Hasta septiembre, las remesas recibidas se elevaban hasta los 4.174 millones, 232 menos que los transferidos en 2011. En todo caso, se trata de una cantidad que supera los registros de 2009 y 2010, lo que refleja la importancia de esta rúbrica mientras aumenta año a año el número de nacionales que hacen las maletas ante la falta de oportunidades laborales.

Y es que el goteo de salidas no cesa. Según los últimos datos hechos públicos por el INE, 117.523 españoles abandonaron el país en todo 2011 y los nueve primeros meses de 2012. Sólo hasta septiembre del pasado año emigraron 54.912. Por ejemplo, la emigración española con destino a Alemania aumentó hasta junio un 53% respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el registro de la Oficina Federal de Estadística de Alemania. Para mayor escarnio, un estudio del Instituto para el Mercado de Trabajo de Núremberg revelaba que casi la mitad de los nuevos inmigrantes que entran en el país cuenta con estudios superiores.

Los inmigrantes asentados en España, cuyos envíos de dinero a sus países de origen habían desafiado hasta ahora a la crisis y a la debacle del empleo, empiezan a dar muestras de agotamiento. Y es que las remesas que enviaron a sus casas se desplomaron durante los nueve primeros meses de 2012, según se desprende de los últimos datos publicados por el Banco de España. De hecho, los extranjeros sólo pudieron liberar hasta septiembre 4.825 millones de euros, un 13,1% menos que en el mismo periodo del año anterior. Entonces encontraron margen para girar a sus hogares 5.458 millones, una cifra que suponía 633 millones más.