El ritmo de aumento del paro se frena y da las primeras señales positivas

El mercado de trabajo ofrece señales aparentemente contradictorias. Mientras que el paro registrado en las oficinas públicas de empleo descendió en diciembre en 59.094 personas (un aumento de 426.364 desempleados en el conjunto del año); la Seguridad Social continuó perdiendo afiliados. En concreto, 88.367 cotizantes menos, aunque si se excluye a los cuidadores no profesionales del sistema de dependencia, la cifra baja a 24.927 afiliados menos.

El dato anual, en todo caso, queda muy por debajo de los 602.800 parados medios más que preveía el cuadro macroeconómico de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, y es muy inferior a los 999.416 parados más que se registraron en 2008 y los 794.640 de 2009. Descontado el efecto de las bajas en la Seguridad Social de los cuidadores no profesionales, el paro registrado se habría incrementado en 2012 en 388.381 personas.

 algo está pasando. El descenso del paro en diciembre, de hecho, tiene que ver con el buen comportamiento del sector de la construcción, que ya está cerca del fin del ajuste. El resto de sectores se ha portado en línea con lo que corresponde al mes de diciembre. Buen comportamiento en agricultura y servicios (por la navidad) y peor en industria.

El caso de la construcción es, sin duda, el más llamativo, toda vez que si en diciembre del año pasado el paro aumentó en este sector en 23.778 personas, pero  este año lo ha hecho ‘únicamente’ en 4.325. En servicios, ha ocurrido algo similar. El año pasado en diciembre el paro bajó en este sector en 12.465 personas, pero este año lo ha hecho en 49.438 desempleados menos.

Paro y reforma laboral

En todo caso, los datos de paro registrado muestran otro cambio significativo. Los expedientes de reducción de jornada o de suspensión temporal continúan ganando terreno a los de extinción pura y dura del contrato de trabajo, y esto también afecta a las listas de desempleo. La última reforma laboral está detrás de este proceso, pero también una nueva cultura del reparto del trabajo destinada a evitar los ajustes más traumáticos. De hecho, en términos desestacionalizados, el desempleo se ha situado en 4.853.091, lo que supone 41.023 parados menos que en noviembre. No se trata, por lo tanto, de una mejora exclusivamente por razones coyunturales.

Los datos dados a conocer este jueves ponen de relieve que desde el mes de febrero, mes en que entró en vigor la reforma laboral, el paro registrado se ha incrementado en 136.625 personas. Aunque descontando el efecto de los cuidadores no profesionales el paro se habría incrementado en 98.642. En 2008, en ese mismo periodo, el paro se incrementó en 813.632 personas, y en 2009 en 441.744.

Los buenos datos de paro registrado (que no deja de ser un mero indicador administrativo) no se corresponden, sin embargo, con los que ofrece la Seguridad Social, que continúa sufriendo los rigores de la recesión. El sistema público de protección social perdió casi 90.000 cotizantes en diciembre (casi 25.000 menos sin dependencia), y lo que es todavía más significativo la tasa anual de destrucción  de empleo ha continuado creciendo, hasta el 4,57%, lo que significa que España ha perdido casi el 5% de su fuerza laboral en sólo un año.

Se trata de la tasa más alta desde noviembre de 2009, cuando España entró en la mayor recesión de su reciente historia económica. Los datos de diciembre, descontada la dependencia, son similares a los de años anteriores. Pero con una novedad. El 10% de los cotizantes que han dejado de serlo en diciembre de este año proceden de alguna de las administraciones públicas.

Esta evolución deja el número de cotizantes en 16,44 millones, el nivel más bajo desde el año 2003, lo que da idea de la dimensión del problema. De hecho, la relación cotizantes-pensionistas cae hasta 2,34 veces, el peor registro desde diciembre de 2001, es decir, hace ahora diez años.