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‘Trader’ de 'commodities': una profesión en peligro de extinción
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SOLO EN ASIA SE CONTRATAN PROFESIONALES

‘Trader’ de 'commodities': una profesión en peligro de extinción

En toda crisis, los principales perjudicados siempre son los ciudadanos, que en muchos casos pierden su empleo. En este sentido, la industria de inversión no es

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‘Trader’ de 'commodities': una profesión en peligro de extinción

En toda crisis, los principales perjudicados siempre son los ciudadanos, que en muchos casos pierden su empleo. En este sentido, la industria de inversión no es una excepción y los traders de commodities están siendo unos de los principales damnificados de la caída del negocio. A los recortes de sus bonus hay que sumar que los despidos se están convirtiendo en una constante.

En los nueve primeros meses del año, los empleados de las divisiones de materias primas de los diez mayores bancos han pasado de 2.612 a 2.386. Si se comparan con septiembre de 2011, la cifra es aún más dramática, ya que en dicho momento ascendían a 2.777 trabajadores, según los datos de la firma de investigación y análisis londinense Coalition.

No en vano, desde comienzos de 2011 las entidades del sector financiero han anunciado el despido de más de 300.000 personas, según Bloomberg, y los que aún conservan sus empleos han visto recortadas sus retribuciones. De hecho, se calcula que alrededor del 20% de los asalariados de bancos en Wall Street no cobrarán sus bonus debido a la caída de los beneficios, ya que los ingresos derivados del área de materias primas se han reducido un 19% en los nueve primeros meses del año, hasta los 5.200 millones de dólares. El descenso ha estado motivado en parte por la menor variación de los precios de las commodities desde 2002.

Las perspectivas a corto plazo no son halagüeñas. UBS, el mayor banco de Suiza, está planeando dejar de realizar operaciones de trading con petróleo, metales básicos y agricultura, aunque sí mantendrán las de metales preciosos y las relacionadas con productos indexados, según Bloomberg.

Los cambios en Barclays, el segundo mayor prestamista de Reino Unido por volumen de activos, se enfocan a dejar de estar presente en el mayor mercado de metales, el London Metal Exchange, y se limitará a realizar operaciones electrónicas y por teléfono.

En Deutsche Bank, por su parte, los recortes se centran el área de trading de gas en Estados Unidos y, en principio, no afectarán a otras áreas.

Negocio en declive

El negocio de materias primas ha atravesado este año un ejercicio complicado y las rentabilidades no han acompañado. El índice S&P GSCI acumula una caída del 1,6%, la peor cifra desde 2008. Un retorno que contrasta con el rendimiento del 13% del MSCI All Country World Index o el 2,3% de los bonos del Tesoro.

Además, los traders están obteniendo menos dinero por las menores variaciones de los activos. La volatilidad a 100 días del S&P GSCI bajó en mayo a 14,1 puntos, el nivel más bajo de los últimos 10 años.

Parece, por tanto, que el superciclo que llevó a las materias primas a multiplicar por cuatro sus precios desde 2001 ha llegado a su fin, entre otros motivos por la desaceleración del crecimiento en China.

No obstante, algunos expertos confían en un repunte de los precios de cara al 2013 impulsados por las mejores perspectivas del crecimiento global.

Asia, un oasis en el desierto

Y en esto tendrá mucho que ver el continente asiático. Al contrario de lo que sucede en Europa y Estados Unidos, en Asia se ha contratado a 10.000 profesionales en los últimos 20 años.

Standard Chartered, por ejemplo, ha incrementado su equipo de commodities en este continente en un 25% hasta los 100 profesionales. Esto no es de extrañar, ya que en 2011 el 60% de sus beneficios procedió de esta región.

En toda crisis, los principales perjudicados siempre son los ciudadanos, que en muchos casos pierden su empleo. En este sentido, la industria de inversión no es una excepción y los traders de commodities están siendo unos de los principales damnificados de la caída del negocio. A los recortes de sus bonus hay que sumar que los despidos se están convirtiendo en una constante.