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El fiscal general del Estado: "No hay nada ejemplarizante en la detención de Díaz Ferrán"
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PASA LA NOCHE EN EL CALABOZO DE MORATALAZ

El fiscal general del Estado: "No hay nada ejemplarizante en la detención de Díaz Ferrán"

Gerardo Díaz Ferrán, que hasta diciembre de 2010 estuvo al frente de la patronal de los empresarios, CEOE, ha pasado la noche en un calabozo de

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El fiscal general del Estado: "No hay nada ejemplarizante en la detención de Díaz Ferrán"

Gerardo Díaz Ferrán, que hasta diciembre de 2010 estuvo al frente de la patronal de los empresarios, CEOE, ha pasado la noche en un calabozo de la Inspección Central de Detenidos, situada en el complejo policial de Moratalaz (Madrid), donde fue reseñado (toma de huellas dactilares, fotografías y otros datos personales), y mañana será puesto a disposición del  juez Eloy Velasco, que ayer mismo ordenó su detención junto a otras ocho personas por la presunta comisión de los delitos de alzamiento de bienes, insolvencia punible y blanqueo de capitales en relación con la quiebra del Grupo Marsans. El empresario fue detenido por la mañana en su domicilio de la calle Juan Belmonte, en el Parque Conde de Orgaz de Madrid, en el que la Policía incautó un kilo de oro y 150.000 euros en efectivo. Su sorprendente detención, cuando estaba citado a declarar mañana miércoles en relación con otra causa, hace prever que el juez podría ordenar su ingreso en prisión.

El Gobierno viene impulsando en los últimos meses una política ejemplarizante y de persecución del fraude y de los delitos de cuello blanco. Algunas voces apuntan que la 'detención mediática' del presidente de la CEOE obedece a este objetivo. En este sentido, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha manifestado este martes que ninguna detención es "ejemplarizante" y que lo que debe ser es adecuada a los hechos perseguidos y al respeto de los derechos fundamentales de Díaz Ferrán. "No hay nada ejemplarizante en modo alguno, el derecho no puede ser ejemplarizante", ha añadido. "Lo que tiene que ser es adecuado a las circunstancias del caso y al respeto de los derechos fundamentales".

Por su parte, un portavoz de la CEOE dijo en la tarde de ayer a este diario que la organización empresarial no va a pronunciarse sobre la detención del que fuera su presidente hasta diciembre de 2010, cuando fue sustituido por Juan Rosell. En el discurso de aceptación del cargo, Rosell agradeció a su “gran amigo” Gerardo Díaz Ferrán “su empeño en hacer participar a todos en la toma de posiciones de nuestra organización como nunca antes se había hecho. Quizás otros problemas oscurezcan su trabajo, pero para los que estamos dentro podemos dar fe de su entrega, su trabajo y su compromiso. Gracias, de verdad, Gerardo.”  El presidente saliente aprovechó su turno de palabra para criticar al entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y manifestar a los presentes: “En estos momentos delicados, me siento orgulloso de ser empresario”.

Fajos de billetes y coches de lujo

La Policía detuvo también a otras ocho personas en la bautizada como Operación Crucero, entre las que destacan Ángel de Cabo, a quien Díaz Ferrán vendió Marsans, quien guardaba en su domicilio 400.000 euros en efectivo. Otro detenido, Susana Mora Carou, tenía en su casa más de un millón de euros. Los agentes intervinieron también varios coches de lujo a nombre de las empresas de los acusados. El resto de detenidos son Iván LosadaRafael Tormo Aguilar, Teodoro Garrido Ortiz, Carmelo José Estellés Giménez, Antonio García Escribano y José Enrique Pardo Manrique. Todos ellos fueron trasladados también en la tarde de ayer a la Inspección Central de Detenidos. Sólo Ángel de Cabo, que fue detenido en Valencia, permanecía ayer en la capital del Turia. Hoy serán puestos a disposición del  titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que ha declarado el secreto de sumario. 

La operación tiene su origen en la querella presentada el pasado mes de enero por el despacho de abogados Ashurst , en representación de Melia Hotels International, AC Hoteles, Viajes Iberojet S.A. (Corporación Orizonia) y Pullmantur contra Díaz Ferrán, su socio Gonzalo Pascual  Arias, fallecido el pasado mes de junio, y Ángel de Cabo Sanz como administrador de la empresa Posibilitum Business, que los dos primeros utilizaron para ocultar sus bienes.

A principios de 2009 las entidades del Grupo Marsans (Viajes Marsans, Air Comet, Hotetur y Trapsa) dejaron de pagar a sus proveedores, y, para evitar que recurrieran, Díaz Ferrán y Pascual Arias se ofrecieron a avalar personalmente las deudas contraídas con pagarés, que llegada la fecha de vencimiento tampoco abonaron. “Se dirigieron personalmente a todas las hoy denunciantes –dice la querella- para solicitar la continuidad de las relaciones comerciales con las empresas del Grupo Marsans, ofreciendo como garantía de que las deudas serían honradas, su propia palabra y compromiso personal y, lo que es más importante y decisivo, su aval personal, solidario e incondicional, a las obligaciones económicas ya contraídas o que contrajera Marsans”. El impago dio origen a numerosos procedimientos de ejecución en distintos juzgados de Madrid por un importe de 45 millones.

Entramado empresarial

Díaz Ferrán y Pascual Arias aprovecharon la “prórroga” de sus acreedores para ocultar su patrimonio “con la finalidad de aparentar una falsa y total insolvencia y evitar cumplir con las obligaciones de pago que habían contraído”. El Grupo Marsans fue declarado en concurso necesario de acreedores el 25 de junio de 2010. La administración concursal impuesta por el juzgado estableció que la falta de liquidez del grupo y su posterior insolvencia se debió a salidas de tesorería por importe de más de 250 millones de euros desde Viajes Marsans hacia otras empresas vinculadas a ambos empresarios, como Teinver S.A. y otras vinculadas a esta. La administración concursal determinó también que la deuda que mantenían con varias decenas de acreedores ascendía a 400 millones de euros.

Teinver S.A., sociedad dueña del capital social de Viajes Marsans y propietaria de la cadena hotelera Hotetur y la compañía de handling Newco, fue vendida a su vez a la sociedad Posibilitum Business S.L., que se hizo igualmente con la totalidad del capital social de Parihol Inversiones S.L., Holdisan Inversiones S.L., Transportes Aura S.A y Empresa Mancomunada de Transporte S.A, y todo ello por la ridícula cifra de 3.060 euros. Posibilitum fue constituida el 23 de febrero de 2009 con un capital social de 60.120 euros, que no justifica la adquisición de sociedades que facturaban centenares de millones de euros, lo que hace pensar a los demandantes que no es un comprador real, sino una “tapadera”. La compañía carece de experiencia en el sector turístico y tiene un objeto social muy amplio, en el que figura incluso el comercio de animales domésticos y exóticos.

Detrás de Posibilitum está Ángel de Cabo, sin experiencia tampoco en el sector turístico, y sí especializado en liquidación de empresas en dificultades. De hecho, otra sociedad relacionada con él, Back in Busines S.L. ha actuado también en otro procedimiento concursal de relevancia, el del grupo Nueva Rumasa, de la que es propietario tras la supuesta compra a la familia Ruiz Mateos, lo que parece evidenciar, en opinión de los demandantes “un modus operandi similar, consistente en el asesoramiento profesional y retribuido en el alzamiento de bienes en situaciones de crisis empresarial”.

El papel de la mujer y la hija

La investigación ha comprobado que Gerardo Díaz Ferrán y su esposa, Raquel Santamaría García, vendieron también el 100% de las participaciones sociales que tenían en otra sociedad, Inversiones Grudisan S.L. también a Posibilitum por un precio de 4.240 euros, pese a que es propietaria de varios inmuebles valorados en 39 millones de euros. Otra empresa que Díaz Ferrán vendió a Posibilitum es Holdisan Inversiones S.L., propietaria a su vez de dos sociedades norteamericanas, Holdisan Inversiones New York y Holdisan Central Park, que en junio de 2007 adquirieron dos apartamentos en uno de los condominios de lujo más exclusivos de la Gran Manzana, el hotel Plaza, por 2.769.004 y 7.843.366 dólares norteamericanos, respectivamente. 

Marta Díaz, hija de Díaz Ferrán, representó a ambas compañías en la compra. En el mes de marzo de 2010, constituyeron una hipoteca conjunta sobre las dos propiedades a favor del Banco de Sabadell por valor de 5.761.316 euros. Los demandantes creen que la inmobiliaria Corcoran Group Real Estate de Nueva York estaría intentando vender ambos apartamentos por un precio próximo a los trece millones de euros, “por lo que parece urgente que se adopten medidas cautelares para imposibilitar dicha venta”. Holdisan Inversiones sería también la propietaria de un chalet en la localidad de Calvià (Mallorca) y de un yate de 27 metros de eslora, de nombre Leuqar, el nombre invertido de la esposa de Díaz Ferran.                        

El fiscal Daniel Campos acusó en su día al empresario y a su socio, Gonzalo Pascual, de haber desviado a cuentas en el exterior 4,9 millones de euros para sustraerlo de la investigación del caso Marsans. De hecho, el representante del Ministerio Público advirtió al magistrado del riesgo de que los imputados sacaran el dinero de sus cuentas, y la dificultad que tendría recuperarlo. Díaz Ferrán está incurso en varias causas judiciales más, entre ellas una por la concesión de un crédito de 24 millones de euros que le concedió Caja Madrid. La concesión del citado crédito figura entre la documentación remitida al magistrado Fernando Andreu, que investiga el caso Bankia

Gerardo Díaz Ferrán, que hasta diciembre de 2010 estuvo al frente de la patronal de los empresarios, CEOE, ha pasado la noche en un calabozo de la Inspección Central de Detenidos, situada en el complejo policial de Moratalaz (Madrid), donde fue reseñado (toma de huellas dactilares, fotografías y otros datos personales), y mañana será puesto a disposición del  juez Eloy Velasco, que ayer mismo ordenó su detención junto a otras ocho personas por la presunta comisión de los delitos de alzamiento de bienes, insolvencia punible y blanqueo de capitales en relación con la quiebra del Grupo Marsans. El empresario fue detenido por la mañana en su domicilio de la calle Juan Belmonte, en el Parque Conde de Orgaz de Madrid, en el que la Policía incautó un kilo de oro y 150.000 euros en efectivo. Su sorprendente detención, cuando estaba citado a declarar mañana miércoles en relación con otra causa, hace prever que el juez podría ordenar su ingreso en prisión.

Gerardo Díaz Ferrán