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IAG da instrucciones a la cúpula de Iberia para que no cedan ante Fomento
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ANA PASTOR EXIGE A LA EMPRESA QUE GARANTICE TODOS LOS VUELOS

IAG da instrucciones a la cúpula de Iberia para que no cedan ante Fomento

La dirección del Grupo IAG en Londres ha dado severas instrucciones al consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, para que delimite el marco de negociación con

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IAG da instrucciones a la cúpula de Iberia para que no cedan ante Fomento

La dirección del Grupo IAG en Londres ha dado severas instrucciones al consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, para que delimite el marco de negociación con los representantes del Gobierno español y no admita ningún tipo de compromiso político que pueda desvirtuar el plan de reestructuración de la compañía. La consigna fue aplicada al pie de la letra por el primer ejecutivo de la aerolínea en el encuentro mantenido este martes en el Ministerio de Fomento con la titular del departamento, Ana Pastor.

Los máximos responsables de la casa matriz de Iberia desconfían de la comprensión que el Ejecutivo español pueda dispensar ante un eventual conflicto con los trabajadores de la antigua compañía española de bandera. La experiencia de lo ocurrido con Iberia Express y, más en concreto, el respaldo con que la ministra Ana Pastor favoreció el laudo de Jaime Montalvo han escaldado al equipo ejecutivo que dirige Willie Walsh y en el que cada vez aparece más afianzada la figura del director financiero, el español Enrique Dupuy.

El arbitraje ha quedado ahora en papel mojado tras la resolución de la Audiencia Nacional y el anuncio de la OPA que IAG lanzará sobre Vueling en los primeros meses de 2013. Pero en la multinacional británica todavía se recuerda que Iberia tuvo que impugnar un laudo que fue auspiciado por el Ministerio de Fomento y que era totalmente lesivo para la estrategia de la empresa en el negocio “low cost” de transporte aéreo.

Ahora la jugada se repite porque Ana Pastor ha salido rauda al quite intercediendo en defensa de un acuerdo que se antoja como una utopía a tenor de las muy diferentes sensibilidades de ambas partes en conflicto. La dirección ha llegado a amenazar con ampliar la cifra de 4.500 excedentes laborales si no hay un pacto sindical en menos de tres meses y los representantes de los trabajadores han manifestado que bajo ningún concepto aceptarán una negociación con bajas indemnizadas a 20 días por año trabajado. A todo ello se une la rebaja salarial de casi un 50% que Iberia pretende aplicar a los sueldos de sus pilotos, lo que ha terminado por enrarecer el ambiente profesional en el seno de la compañía.

IAG considera que Iberia forma parte de una entidad multinacional en un sector especialmente afectado por la crisis económica y lo único que pretende es conseguir un mínimo de neutralidad por parte del Gobierno para llevar a cabo sus planes con arreglo a las nuevas condiciones legales establecidas en España. La táctica de la empresa resultante de la fusión con British Airways no es otra que apurar al máximo la reciente reforma laboral  y para ello pretende que el departamento supervisor del conflicto sea el Ministerio de Empleo.

Si la patata caliente se traslada al ámbito de actuación del departamento que encabeza Fátima Báñez no parece muy factible que el Gobierno pueda oponerse de manera frontal al denominado Plan de Transformación de Iberia. Mucho menos cuando otras empresas públicas, ubicadas también dentro del organigrama del Ministerio de Fomento, han emprendido acciones encaminadas al ajuste de sus plantillas. Es el caso de Aena, cuyo ejemplo es seguido con especial atención desde hace meses por el propio Willie Walsh.

La gran diferencia efectiva entre la empresa que gestiona los aeropuertos y la que opera el servicio de transporte aéreo reside en que la primera ha sido capaz de llegar a un acuerdo con los sindicatos antes de provocar un conflicto de alcance social. Bajo este argumento, el Gobierno quiere que Iberia aborde una negociación inmediata que asegure el mantenimiento de todos los vuelos para no generar daños colaterales en el mercado turístico español. El mensaje ha sido transmitido alto y claro por la ministra de Fomento a Sánchez-Lozano pero eso no significa que los actuales gestores de la empresa española estén en condiciones de cumplir ninguna otra instrucción que la expresamente recibida desde Londres. Esta vez, los consabidos problemas sociales de Iberia tienen connotaciones muy especiales y corren el riesgo de transformarse en un conflicto político de alcance internacional.

La dirección del Grupo IAG en Londres ha dado severas instrucciones al consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, para que delimite el marco de negociación con los representantes del Gobierno español y no admita ningún tipo de compromiso político que pueda desvirtuar el plan de reestructuración de la compañía. La consigna fue aplicada al pie de la letra por el primer ejecutivo de la aerolínea en el encuentro mantenido este martes en el Ministerio de Fomento con la titular del departamento, Ana Pastor.

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