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El Popular tiene que pagar para asegurar el porcentaje de la sindicatura de accionistas
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EL NÚCLEO DURO SÓLO GARANTIZA EL 16,8% DE LA AMPLIACIÓN

El Popular tiene que pagar para asegurar el porcentaje de la sindicatura de accionistas

El Banco Popular ha tenido que incluir en el importe de la ampliación asegurado por bancos de inversión el porcentaje que le corresponde a la sindicatura

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El Popular tiene que pagar para asegurar el porcentaje de la sindicatura de accionistas

El Banco Popular ha tenido que incluir en el importe de la ampliación asegurado por bancos de inversión el porcentaje que le corresponde a la sindicatura de accionistas, que controla un 9% del capital, ante las dudas sobre la respuesta de los socios históricos del banco en esta ampliación. También ha asegurado el porcentaje de la Fundación Barrié de la Maza (los antiguos propietarios del Pastor), casi otro 7%. Según explicó ayer Ángel Ron, el núcleo duro sólo se ha comprometido formalmente a suscribir el 16,8% de la ampliación frente al 32% que le correspondería. Además, ha tenido que fijar el precio de la misma en el mínimo posible, 0,4 euros por acción.

En principio, el núcleo duro del Popular (incluyendo la sindicatura) se había comprometido a acudir a la ampliación en un porcentaje del 23%, el 70% de su participación actual que asciende al 32% del capital. Dentro de ese núcleo duro se encontraba la sindicatura, que detenta un 9,04% pero que sólo se comprometió a acudir por un 3%. Pero ni siquiera esa promesa ha sido suficiente, ya que los gestores del banco han decidido asegurar ese porcentaje con los bancos de inversión que ha contratado para la operación, pagando la correspondiente comisión por ello.

Otro tanto ocurre con el 6,77% de la Fundación Barrié de la Maza, entidad que tampoco ha alcanzado un compromiso formal para acudir a la ampliación y cuyo porcentaje también ha tenido que ser asegurado con el correspondiente coste. El Confidencial ya adelantó que los antiguos dueños del Pastor reducirían notablemente su participación en el Popular con la ampliación, al no contar con el músculo financiero suficiente para acudir con todo el porcentaje que detenta tras la absorción de la entidad gallega.

Según anunció ayer el presidente del Popular, Ángel Ron, el banco ha tenido que contratar el aseguramiento de 2.080 millones, porque el núcleo duro sólo ha garantizado que comprará el 16,8% de la ampliación, los 420 millones restantes. Este porcentaje corresponde básicamente a Allianz (que posee un 4,49% y se comprometió a acudir con un 4,24%), Crédit Mutuel (que cuenta con el 5,91% y firmó un compromiso similar al de la aseguradora alemana), Américo Amorim (poseedor del 3,9%) y Unión Europea de Inversiones (3,6%).

Descuento del 63,6%

El citado aseguramiento correrá a cargo de 15 bancos de inversión. Dentro de ellos, habrá una abultada nómina de coordinadores globales: Deutsche Bank, Santander, Merrill Lynch, JP Morgan y UBS. Todos ellos tendrán que esforzarse por colocar entre sus clientes todas las acciones que puedan del Popular puesto que, si no venden los porcentajes a los que se han comprometido, tendrán que quedárselos en su cartera (en eso consiste el aseguramiento de una colocación).

Estos bancos de inversión han exigido al Popular a cambio de este riesgo que rebaje el precio de la ampliación al mínimo posible, 0,4 euros por acción, por debajo incluso de los 0,5 que se planteaban a mediados de esta semana. Este precio supone un descuento del 63,6% respecto al cierre del viernes y del 31,7% respecto al valor teórico de las nuevas acciones una vez descontado el derecho. Las acciones de Popular han caído más de un 68% en lo que va de año y, aunque en el rally de verano subieron hasta rozar en septiembre los 2 euros, el suspenso en las pruebas de solvencia ha provocado un nuevo descenso del valor en bolsa hasta los 1,1 euros a los que cerró el viernes, mínimo anual.

Quien se ha caído de la colocación entre ahorradores particulares es BBVA, que sólo ha ofrecido asegurar 60 millones para inversores institucionales, puesto que no pretende vender las acciones del Popular en su red de oficinas, a diferencia del banco de Emilio Botín. La entidad que preside Francisco González ya hizo lo mismo en la salida a bolsa de Bankia el verano de 2011.

Como es sabido, el Popular acomete esta macroampliación de capital para cubrir la mayor parte del déficit de 3.223 millones detectado por los test de estrés de Oliver Wyman. El éxito de la operación es crucial para que puedan seguir adelante los planes de reordenación del sistema del Banco de España y del Ministerio de Economía, puesto que de lo contrario tendrían que buscar a un comprador para la histórica entidad. Tanto interés existe que el propio subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, dijo públicamente que "el Popular ha presentado una estrategia realista y solvente de reforzamiento del capital por sus propios medios".

El Banco Popular ha tenido que incluir en el importe de la ampliación asegurado por bancos de inversión el porcentaje que le corresponde a la sindicatura de accionistas, que controla un 9% del capital, ante las dudas sobre la respuesta de los socios históricos del banco en esta ampliación. También ha asegurado el porcentaje de la Fundación Barrié de la Maza (los antiguos propietarios del Pastor), casi otro 7%. Según explicó ayer Ángel Ron, el núcleo duro sólo se ha comprometido formalmente a suscribir el 16,8% de la ampliación frente al 32% que le correspondería. Además, ha tenido que fijar el precio de la misma en el mínimo posible, 0,4 euros por acción.