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BBVA y Bankia exigen a FCC sacrificar el dividendo en un consejo de alta tensión
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POR LAS PÉRDIDAS EN VARIAS DE SUS FILIALES

BBVA y Bankia exigen a FCC sacrificar el dividendo en un consejo de alta tensión

FCC celebra hoy uno de sus consejos de administración más importantes en los últimos años de la constructora. Eshter Koplowitz, máxima accionista del holding, tiene que

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BBVA y Bankia exigen a FCC sacrificar el dividendo en un consejo de alta tensión

FCC celebra hoy uno de sus consejos de administración más importantes en los últimos años de la constructora. Eshter Koplowitz, máxima accionista del holding, tiene que decidir qué hacer con el dividendo de 2012 después de los problemas financieros registrados en sus filiales Alpine y Cementos Portland. BBVA y Bankia, sus dos principales acreedores, le han pedido que lo anule para asegurar el pago de la deuda.

El órgano de gobierno de FCC analizará las cuentas de los nueve primeros meses del año, cifras que oficialmente se harán públicas el próximo lunes, 12 de noviembre. Con esos números, el grupo de construcción, servicios e infraestructuras sabrá de primera mano si habrá dinero suficiente para retribuir a los accionistas y abonar los intereses de la deuda, amén de hacer frente a las amortizaciones.

La empresa tiene el as en la manga de los ingresos extraordinarios procedentes de la filial de handling (servicios aeroportuarios), que ascendieron a 135 millones. Sin embargo, esa entrada de dinero no compensa las pérdidas de hasta 260 millones de euros registradas en su filial austriaca, Alpine, y la aportación de 100 millones que tiene que hacer a Cementos Portland para cumplir con sus compromisos con la banca.

Se trata de dos salidas de caja muy significativas que debilitan aún más la tesorería de una compañía que está teniendo graves problemas de cobro por los impagos de las administraciones. Aunque FCC recibió unos 1.500 millones gracias al programa gubernamental de pago a proveedores, el grupo lleva otra vez acumulados fuertes impagos que están dañando su circulante.

Ante esta situación, BBVA y Bankia, los principales acreedores de FCC y de la propia Esther Koplowitz, le han requerido a la empresaria que sea lo más prudente que pueda. Un consejo que, según distintas fuentes, se interpreta como una imposición después de que ambos bancos refinanciaran la deuda personal de 1.000 millones de la empresaria hasta 2017. En ese acuerdo, Koplowitz aceptó poner dinero y pagar un diferencial de 300 puntos básicos, casi cuatro veces más que el precio anterior de sus créditos a través de B 1998, la instrumental a través de la cual controla casi el 60% de FCC.

Parte de ese acuerdo incluía también la venta de activos no estratégicos. De hecho, BBVA la forzó el 30 de diciembre de 2011 a desprenderse a toda prisa de la Torre Picasso a un precio muy inferior al previsto. La empresa ha hecho grandes esfuerzos para cumplir con la banca, con la desinversión de los negocios de aparcamientos, aeropuertos y otros como el de energía, que finalmente no se produjo. Precisamente, la venta del 50% de esta filial a la japonesa MItsui, operación que se frustró en febrero por la incertidumbre regulatoria, podría aliviar las cuentas del grupo.

Justo hace un año, FCC anunció un recorte del 10% de la retribución al accionista. Un descenso muy escaso si se tiene en cuenta que desde que comenzó la crisis el beneficio del grupo ha disminuido un 85%, mientras que el dividendo tan solo se ha contraído un 41%. Esta diferencia se explica porque los accionistas del núcleo duro de la compañía tienen un pacto parasocial para mantener una retribución elevada con la que financiar las compras de acciones de FCC.

ACS y Sacyr

Los analistas creen que los desembolsos extraordinarios en Alpine y Cementos Portland pueden tener un grave impacto en el dividendo. Ahorro Corporación lo calcula en un recorte del 40% y que pudiera pagarlo mediante el sistema de scrip dividendo con la posterior amortización de la autocartera. FCC tiene un 10% de su capital en sus manos, pero esa participación está reservada para la conversión de los bonos lanzados en 2009, cuyo precio de canje supera los 30 euros, tres veces la cotización actual.

Este fue el modelo utilizado en un principio por ACS a finales del pasado año, si bien después se vio forzada a suspender totalmente el dividendo por las pérdidas en Iberdrola. Sacyr optó por la vía más rápida y anuló completamente la retribución en 2009 y 2011. Los analistas de Kepler sostienen que siempre han creído improbable que FCC recortase el dividendo por la estructura societaria de B-1998, la instrumental de Koplowitz. Pero añade que los últimos acontecimientos han aumentado esta posibilidad.

FCC celebra hoy uno de sus consejos de administración más importantes en los últimos años de la constructora. Eshter Koplowitz, máxima accionista del holding, tiene que decidir qué hacer con el dividendo de 2012 después de los problemas financieros registrados en sus filiales Alpine y Cementos Portland. BBVA y Bankia, sus dos principales acreedores, le han pedido que lo anule para asegurar el pago de la deuda.