Banco Santander y Rabobank ‘se beben’ la deuda incumplida de Don Simón

J. García Carrión, el grupo murciano propietario de marcas tan conocidas como Don Simón y Jaume Serra, también sufre la presión de la banca pese a sus buenas cifras de ventas. La compañía, que no estaba cumpliendo con sus obligaciones financieras, ha conseguido que Santander y Rabobank le concedan cinco años para devolver 230 millones de euros de tres préstamos sindicados que se han unificado en uno solo.

Según han confirmado fuentes de la compañía con sede en Jumilla (Murcia), en los últimos meses ha cerrado un acuerdo con el banco presidido por Emilio Botín y con la entidad holandesa para reestructurar una deuda total que asciende a cerca de 350 millones. De esa cantidad, la que más urgía eran los importes de tres préstamos concedidos en su día por BBVA, Sabadell, ING, La Caixa y EBN, y cuyas condiciones García Carrión estaba incumpliendo desde prácticamente su firma en 2010.

En febrero de ese ejercicio, la empresa vinícola y de zumos refinanció su deuda gracias a una línea de crédito de 175 millones facilitada por 22 entidades financieras nacionales e internacionales. Estos bancos le cobraron un diferencial del Euribor +3%, un precio elevado para ese momento, y le condicionaron el préstamo al cumplimiento de una serie de ratios operativos (covenants).

La asistencia financiera estaba estructurada en dos tramos. El primero consistía en un préstamo sindicado de 134 millones, destinado exclusivamente a la amortización y cancelación pardal de deuda con varias entidades financieras. Tenía un periodo de carencia de un año y comenzará a amorlizarse en 2011. El segundo era una línea de crédito revolving sindicada, con vencimiento a largo plazo, por importe máximo total de 41 millones.

Sin embargo, García Carrión, afectado también por la crisis del consumo, rápidamente reconoció que los números no salían.  Por ese motivo, pidió una prórroga a la banca (waiwer) para flexibilizar las condiciones y alargar el vencimiento, previsto inicialmente para 2014. Las negociaciones han culminado con un acuerdo que incluye otros dos préstamos sindicados de 40,5 y 20,3 millones de euros, que ahora se unifican en uno solo liderado por Santander y Rabobank por 230 millones.

El grupo confía en que esta segunda refinanciación sea suficiente para acomodar sus obligaciones a los resultados del grupo, que este año espera elevar sus ventas desde los 670 millones hasta los 700. Las estimaciones internas prevén un crecimiento anual de la facturación del 10%. J. García Carrión tiene un beneficio operativo de unos 40 millones de euros y un resultado neto de cerca de 20 millones.

Incertidumbre accionarial

Resuelto el obstáculo financiero, sobre el grupo murciano sobrevuela ahora la incertidumbre que respiran sus accionistas. La familia García-Carrión es dueña de casi el 75% del capital, pero el resto está en manos de cajas de ahorros, algunas de las cuales han sido intervenidas y subastadas. Por ejemplo, la CAM tenía el 8,9% de las acciones, que ahora son de Banco Sabadell. Además, Caja Castilla-La Mancha, adquirida por Liberbank, controla un 5%.

La antigua Cajasol (ahora integrada en Caixabank), controla un 4%, mientras que Caja Murcia, convertida en Banca Mare Nostrum, tiene en sus manos un 4%. Por si fuera poco, EBN Banco, entidad perteneciente a varias cajas de ahorros, atesora otro 4%. La mayoría de todos estos grupos financieros han puesto a la venta sus carteras de participadas para obtener liquidez, por lo que no sería de extrañar que se desprendiesen de este paquete del 25% de García-Carrión de forma conjunta a corto y medio plazo.