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La ampliación de Pescanova compromete 370 millones en bonos convertibles
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EL GRUPO SE FINANCIA POR ENCIMA DEL 7%

La ampliación de Pescanova compromete 370 millones en bonos convertibles

Financia su deuda con los bancos a un tipo medio de interés del 7,03% y tiene que hacer frente al canje por acciones de 369,3 millones

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La ampliación de Pescanova compromete 370 millones en bonos convertibles

Financia su deuda con los bancos a un tipo medio de interés del 7,03% y tiene que hacer frente al canje por acciones de 369,3 millones de euros en bonos convertibles entre 2015 y 2019. Además, acaba de anunciar una ampliación de capital de 125 millones de euros para diversificar sus fuentes de financiación y reducir el peso de su deuda financiera neta total, que al cierre del primer trimestre del año era de 832,4 millones de euros tras un agresivo plan de inversión para posicionarse en los negocios de producción pesquera y, sobre todo, la acuícola.

Las cifras corresponden a Pescanova, que en las dos últimas sesiones está pagando en bolsa el impacto de un aumento de capital que ha sorprendido al mercado, acostumbrado a las buenas noticias. El valor es uno de los más sólidos de la bolsa española: ha subido en siete de los 10 últimos años con un brillante historial de rentabilidad. Pero en las últimas 48 horas se ha desplomado un 19% hasta los 17,5 euros por acción y en el año acumula un descenso del 32% que iguala la caída de todo 2008, la peor del valor en la última década.

El martes, el mismo día en el que España recibía de Bruselas las condiciones del rescate del sector financiero, el grupo que preside Manuel Fernández Sousa -que en las últimas sesiones se ha deshecho de acciones de grupo- se desplomaba un 18% en bolsa.  Y ayer se dejó otro 0,8%, sin apenas capacidad de reacción después de una ampliación que ha exigido a Pescanova un descuento del 32% -colocará sus acciones a 13,45 euros por acción-, que en cualquier caso se sitúa en línea incluso un poco por debajo de las rebajas que exigen los inversores en el escenario actual.

Aunque el mercado aún debe interpretar la letra pequeña de una operación que si se completa con éxito elevará el ratio de recursos propios sobre la deuda financiera con recurso desde las 0,74 veces a 31 de marzo hasta 1,11 veces, la reacción inicial es un serio revés para los bonistas del grupo. El 9 de febrero, Pescanova cotizaba a 26,40 euros por acción. Ese día el grupo fijaba en 160 millones de euros el importe de la emisión de bonos convertibles en acciones que fue suscrita íntegramente por inversores cualificados extranjeros.

El precio de canje para la emisión con vencimiento en 2019 fue establecido -como el de las dos emisiones anteriores será corregido a la baja cuando termine la ampliación de capital- en 32,81 euros. Tras la caída de ayer, la acción del grupo de alimentación se sitúa un  47% por debajo. Un varapalo para los bonistas, que han firmado precios de conversión de hasta 36,24 euros. No obstante, están cobrando jugosas rentabilidades por estas emisiones. La última devenga un interés fijo anual de entre el 8% y el 8,75%.

De momento, el mercado no está valorando la implicación total de los accionistas de referencia en la operación. La ampliación va a exigir un importante esfuerzo financiero a los actuales accionistas del grupo que ya se han comprometido a comprar títulos. Manuel Fernández de Sousa, Alfonso Paz-Andrade, Luxempart y Damm, que controlan conjuntamente el 37% del capital, invertirán al menos 25 millones de euros, el 20% del total de las acciones que se van a emitir. 

Además, BNP Paribas, que actúa como 'global coordinator' y 'sole bookrunner', y Banco BPI, en su condición de co-lead manager, han suscrito un contrato de aseguramiento y colocación por el que se han comprometido a asegurar un importe efectivo de 80 millones de euros que representa, aproximadamente, un 64% del aumento de capital de la Sociedad. Por lo tanto, sólo la colocación de un 16% de la ampliación no está totalmente garantizada.

Tres emisiones

Mientras la acción de Pescanova retrocede hasta los niveles más bajos desde el año 2005, en estos momentos hay tres emisiones de bonos del grupo vivas. Además de la que el grupo cerró en febrero, hay una de marzo de 2010 de 110 millones de euros con un precio de canje de 28,02 euros y una más de abril de 2011 de 180 millones cuyos títulos se pueden convertir en acciones a 36,24 euros. Precios todos ellos a años luz de los 17,5 euros a los que el valor cerró ayer.

Tras varias operaciones de recompra de bonos de las dos primeras emisiones, el saldo vivo de convertibles de Pescanova es de 369,3 millones de euros. En 2015 llegarán los primeros vencimientos de este trío de emisiones, cuyo objetivo fue el mismo que el de la ampliación ahora en marcha: reducir el peso de la deuda bancaria. Al cierre del tercer trimestre, la deuda financiera neta total neta de Pescanova es de 832 millones de euros, frente a los 818 con los que terminó el pasado ejercicio. Por lo tanto, continúa la senda alcista del año pasado, cuando el apalancamiento del grupo se disparó un 23,5%.

Financia su deuda con los bancos a un tipo medio de interés del 7,03% y tiene que hacer frente al canje por acciones de 369,3 millones de euros en bonos convertibles entre 2015 y 2019. Además, acaba de anunciar una ampliación de capital de 125 millones de euros para diversificar sus fuentes de financiación y reducir el peso de su deuda financiera neta total, que al cierre del primer trimestre del año era de 832,4 millones de euros tras un agresivo plan de inversión para posicionarse en los negocios de producción pesquera y, sobre todo, la acuícola.

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