El ocaso de Bob Diamond, el CEO estrella de Europa que reinventó Barclays

Bob Diamond será recordado como el CEO que cambió Barclays, el directivo que reinventó la entidad. Y también como el banquero más poderoso de todo el Reino Unido, que acaba de dimitir entre acusaciones de falsear informes tipos interbancarios. Dos imágenes contrapuestas que definen un perfil y un mandato lleno de claroscuros.

La dimisión, "con carácter inmediato", se produce un día después de la de su presidente, Marcus Agius, y siete después de la condena a Barclays por la que deberá pagar 200 millones por manipular los tipos interbancarios. Suceso sobre el que incluso se pronunció el primer ministro británico, David Cameron, quien aseguró que abriría una investigación parlamentaria del sector bancario.

Aunque Diamond siempre ha sido conocido (y criticado) por sus altos salarios (17,7 millones de libras, 22 millones de euros), también se le reconoce por tener buen olfato económico. En 2008, Barclays se hizo con todas las operaciones del gigante de Wall Street, Lehman Brothers -añadió las unidades de bolsa y fusiones-, decisión que le sirvió para catapultarse profesionalmente y adquirir la posición de CEO.

Su historial como profesional de las finanzas no tiene desperdicio. Robert Diamond, más conocido como ‘Bob’, se incorporó en los años 80 a Morgan Stanley en Nueva York como operador de bonos; allí estuvo 13 años. Después pasó por Credit Suisse Firts Boston y ejerció el puesto de director de operaciones en Japón. En 1996 llegó a Barclays.

Punta de lanza de la inversión

El momento en el que ‘aterrizó’ fue crucial para la entidad bancaria, ya que lideró durante varios años la división de banca de inversión de Barclays. En 2010, fue nombrado consejero delegado, en sustitución de John Varley, cuando las manipulaciones del interbancario ya habían cesado.

Pero la polémica y sus arriesgadas decisiones le han puesto en el punto de mira, aunque él siempre ha asegurado que su “motivación ha sido hacer lo que creía que era mejor para los intereses de Barclays”. Ha utilizado como escudo las presiones mediáticas pero eso no ha sido suficiente para que la cabeza de Diamon haya sido la segunda en caer.