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Europa plantea inyectar bonos del fondo de rescate en la banca española en vez de efectivo
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EL ESTADO TENDRÁ QUE DEVOLVER EL DINERO

Europa plantea inyectar bonos del fondo de rescate en la banca española en vez de efectivo

El rescate de la banca española, prácticamente acordado con Bruselas como ayer informaba El Confidencial, tropieza con un importante obstáculo: el EFSF (fondo de rescate europeo)

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Europa plantea inyectar bonos del fondo de rescate en la banca española en vez de efectivo

El rescate de la banca española, prácticamente acordado con Bruselas como ayer informaba El Confidencial, tropieza con un importante obstáculo: el EFSF (fondo de rescate europeo) no tiene liquidez suficiente para hacer frente a una inyección de, como mínimo, 40.000 millones. Y va a ser muy difícil colocar esa cantidad de deuda en el mercado. Ante esta situación, la UE se plantea inyectar directamente bonos del EFSF a los bancos españoles, que éstos podrán descontar en el BCE, con lo que éste sería el financiador real del rescate. En todo caso, el Estado español tendrá que devolver ese dinero en un plazo de tres años, aunque no consiga que las entidades devuelvan las ayudas ni colocarlas a terceros.

Según fuentes comunitarias, el procedimiento que está planteando Bruselas sería el siguiente: el EFSF (o el mecanismo de estabilidad monetaria, ESM, que lo va a sustituir en julio) emitiría bonos por el importe que finalmente se determine para el rescate, bonos que comprarán las entidades españolas que necesiten ayuda.

Las entidades financiarán la compra de esos bonos llevándolos a la ventanilla de descuento del BCE, con lo que en última instancia será éste el que financie toda la operación. Es decir, ahora sí aceptaría la fórmula que negó a nuestro Gobierno para recapitalizar Bankia, si bien ahora se trata de bonos triple A mientras que en el rescate de la fusión de Caja Madrid y Bancaja se trataría de bonos del Estado español que ayer fueron rebajados por Fitch a un solo escalón por encima del bono basura.

Volviendo al mecanismo, con esa liquidez que obtendría el EFSF de la venta de los bonos a los bancos y cajas españoles le haría un préstamo al FROB, que sería el encargado de repartir el dinero en función de las necesidades de capital de cada uno. Que el FROB sea el destinatario del dinero tiene una doble ventaja: desde Alemania, se puede defender que es un préstamo al Estado español, puesto que el FROB es un organismo estatal, y no directamente a la banca, algo prohibido para el fondo de rescate como es bien sabido; y desde España, se puede sostener que no es un rescate al país sino destinado exclusivamente al sector financiero, lo que exime de condiciones ajenas al mismo. Es decir, el 'rescate blando' que Bruselas ha prometido a EEUU.

Ahora bien, esto supone que será el Estado el que tenga que hacerse cargo de la devolución de esos fondos si el FROB no consigue recuperarlo con las devoluciones de las entidades o su venta en un plazo de tres años, que es el que se está planteando inicialmente en este esquema (que coincidiría con el establecido en los dos Reales Decretos de saneamiento). Algo que parece muy poco probable en estos momentos.

Y si es el Estado el que tiene que devolver el dinero, tendrá un impacto muy fuerte en la deuda pública, y eso siempre que consiga colocar entonces una cantidad de este calibre. La teoría es que pare entonces la economía española habrá dejado la crisis atrás y habrá vuelto a crecer, con lo que el problema no será tan grave entonces como lo sería ahora.

¿Cuánto dinero hace falta?

La gran cuestión en estos momentos es cuál será el importe del rescate. En los dos últimos días hemos asistido a un baile de cifras que van desde 40.000 hasta los 100.000 millones que dijo el secretario general del Partido Popular Europeo. Cifras que además no son homogéneas, pues en unos casos se refieren a necesidades de provisiones, en otros a necesidades de capital y finalmente al déficit de capital una vez restada la generación de beneficios esperada en los dos próximos años. Ésa es la cifra que importa y la que se tomará para calcular el rescate.

A ese concepto se refieren los 40.000 millones estimados por el FMI que ayer adelantó el periódico ABC, aunque el organismo internacional eleva la cifra hasta 80.000 en función del escenario que se tome, según fuentes conocedoras del informe. Esta será una de las referencias que tome el Gobierno. Las otras dos son el nuevo estándar fijado por Bankia con las fuertes provisiones de su plan de recapitalización y los test de estrés que van a realizar Oliver Wyman y Roland Berger, que se temen muy duros como ha informado este diario. Con todas ellas se llegará a una cifra que, en todo caso, tiene que estar por encima de 50.000 millones para eliminar definitivamente las dudas de los inversores internacionales.

El rescate de la banca española, prácticamente acordado con Bruselas como ayer informaba El Confidencial, tropieza con un importante obstáculo: el EFSF (fondo de rescate europeo) no tiene liquidez suficiente para hacer frente a una inyección de, como mínimo, 40.000 millones. Y va a ser muy difícil colocar esa cantidad de deuda en el mercado. Ante esta situación, la UE se plantea inyectar directamente bonos del EFSF a los bancos españoles, que éstos podrán descontar en el BCE, con lo que éste sería el financiador real del rescate. En todo caso, el Estado español tendrá que devolver ese dinero en un plazo de tres años, aunque no consiga que las entidades devuelvan las ayudas ni colocarlas a terceros.