Goirigolzarri sanea un crédito fiscal de 2.700 millones... y crea otro de 6.000

Uno de los puntos criticados por Rodrigo Rato en la carta en la que se queja del rescate público de Bankia es el crédito fiscal de 2.700 millones que José Ignacio Goirigolzarri ha decidido provisionar. A juicio del expresidente y otros miembros del antigo consejo de Bankia, con ello sólo pretende incrementar las pérdidas a corto plazo e inflar los beneficios en el futuro para que 'luzca' más su gestión. Porque además, con el plan de saneamiento se ha creado otro crédito fiscal nuevo de 6.000 millones, que en este caso Bankia sí considera recuperable.

Un crédito fiscal es un derecho frente a Hacienda por el que en el futuro te tiene que devolver dinero, normalmente generado por las provisiones de los bancos (esa provisión no es una pérdida real, luego Hacienda no te la devuelve, sino que te guardas ese derecho para el futuro). Según la normativa actual (Basilea II), los bancos lo computan como parte del capital. Pero para apuntárselo tiene que ser recuperable, es decir, se tiene que generar suficiente beneficio en el futuro para pagar impuestos por el importe del crédito. Si esto es improbable, las auditoras protestan y consideran que no se lo deben contabilizar, que es lo que ha hecho Deloitte en el caso de Bankia.

Ahora bien, existe un plazo de 18 años nada menos para compensar estos créditos, con lo que estas estimaciones sobre si es probable o no generar beneficio suficiente tienen una buena parte de subjetividad. De eso es de lo que se queja Rato en su carta: "Los créditos fiscales se provisionan por si no fuera posible su utilización en el futuro, esto es, para la hipótesis de que no se generen bases imponibles positivas que permitan la compensación con bases imponibles negativas del pasado. Como el plazo legal de compensación es de 18 años, esta provisión de los créditos fiscales es sorprendente".

En el caso de Bankia, los 2.700 millones implican que la entidad tendría que generar un beneficio de 9.000 millones (el Impuesto de Sociedades tiene un tipo del 30%, y 2.700 es el 30% de 9.000) en un plazo de 18 años. Algo que miembros del anterior consejo de la entidad creen perfectamente posible, máxime una vez que se van a dotar todas las provisiones necesarias entre 2011 y 2011 gracias a los 19.000 millones de capital público que va a recibir para sanearse. A partir de entonces, apenas tendrá que dotar más provisiones que reduzcan su beneficio, y Bankia generó un margen bruto de unos 4.000 millones en el último ejercicio.

"Una vez provisionado, si se recupera algo de esos 2.700 millones, irá directamente a beneficio. Claramente, lo que pretende Goirigolzarri con esto es inflar las ganancias que conseguirá el banco en el futuro y que él podrá achacar a su buena gestión", opina una de las fuentes consultadas. Este crédito fiscal no sólo se reduce sino que se elimina completamente, lo cual implica que se descarta poder recuperar ni siquiera un euro del mismo en el futuro.

El plan de saneamiento genera un crédito de 6.000 millones

Pero es que, además, el plan de saneamiento de la entidad supone la generación de un crédito fiscal mucho mayor, que en este caso BFA -la matriz de Bankia- sí considera recuperable. En efecto, los saneamientos totales que contempla dicho plan alcanzan 22.200 millones; pero dado que son provisiones, generan un crédito fiscal de 6.000 millones (por el mismo motivo por el que se generaron los 2.700 ahora amortizados). 

Un portavoz de la entidad explica que es una cuestión de antigüedad: los créditos más antiguos se consideran irrecuperables mientras que los que se generen este año con el plan de saneamiento sí se esperan recuperar. Es decir, no se considera posible generar 9.000 millones de beneficios en 18 años pero sí 22.000 en 19 (el tiempo empieza a contar al cierre de 2012).

Los 22.200 millones citados del plan de saneamiento y recapitalizacióndel grupo BFA-Bankia se reducen en 6.000 por el citado efecto fiscal hasta 16.200. Pero a eso hay que añadir otros 2.800 millones del búfer de capital que exige el Real Decreto de saneamiento de febrero (la primera reforma De Guindos), una cifra sustancialmente superior a la estimada por la reclasificación como subestándar de 13.000 millones de créditos todavía 'sanos'. La resta arroja los 19.000 millones de la inyección de capital adicional que ha solicitado al Gobierno.