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El Gobierno se estrena con un primer recorte de al menos 2.000 millones
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EL AJUSTE ES UN ADELANTO DEL QUE VENDRÁ EN MARZO

El Gobierno se estrena con un primer recorte de al menos 2.000 millones

Las cifras no están cerradas, pero las primeras impresiones reflejan que el primer ajuste presupuestario -'Acuerdo de no disponibilidad' en la jerga contable- será más intenso

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El Gobierno se estrena con un primer recorte de al menos 2.000 millones

Las cifras no están cerradas, pero las primeras impresiones reflejan que el primer ajuste presupuestario -'Acuerdo de no disponibilidad' en la jerga contable- será más intenso de lo previsto inicialmente. Básicamente por una razón: la economía registrará tasas de crecimiento negativas en el último trimestre de este año y el primero del próximo, y eso obligará a recortes adicionales por la menor recaudación del Estado.

¿De cuánto? Por el momento nadie se atreve a dar una cifra –Montoro no ha nombrado todavía secretario de Estado de Presupuestos y Gastos-, pero hay quien sitúa el 'Acuerdo de no disponibilidad' que aprobará el próximo viernes el Consejo de Ministros en no menos de 2.000 millones de euros. Esta cifra afecta sólo al Estado, sin contar las administraciones territoriales. Posteriormente, cuando el nuevo Gobierno  presente el proyecto de ley de presupuestos para el año 2012 (antes del 31 de marzo) se aprobará un recorte adicional, cuya cuantía dependerá de las previsiones de crecimiento económico que haga el nuevo Ejecutivo.

El anterior Gobierno aprobó un techo de gasto para 2012 (sólo para el Estado) equivalente a 117.333 millones de euros, lo que significa que el ajuste final consistente con el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria pactados con Bruselas se situará finalmente en más de 5.000 millones de euros, pero siempre dando por bueno que en 2011 se cumplan las previsiones, lo que hoy por hoy se antoja imposible.  A medida que el déficit real sea superior al esperado, el recorte será también mayor. En todo caso, las dos terceras partes del ajuste total (entre 15.000 y 24.000 millones) lo deberán hacer las comunidades autónomas, y el resto, la Administración central del Estado. La regiones deben pasar de tener un déficit del -3,3% al -1,3% en sólo un año debido a que tienen que devolver dinero pagado de más en anteriores ejercicios. El nuevo techo de gasto del Estado debe aprobarlo el Parlamento, aunque la propuesta parta del Consejo de Ministros.

La no disponibilidad pretende evitar el efecto 'gastador' que tiene la prórroga automática del presupuesto de 2011, y la cuantía es similar a la que aprobó el anterior Gobierno a mediados de 2010 en plena amenaza de intervención de la economía española. Aquél Acuerdo fue equivalente a 2.425 millones.

Por el momento, lo que se sabe es que la situación de partida es peor de lo reconocido oficialmente por el anterior Gobierno. En conversaciones privadas, un antiguo alto cargo del anterior equipo económico de Moncloa adelantó que el desequilibrio del conjunto de las administraciones públicas se situará en el 6,8% del PIB en 2011, lo que supone una deviación de unos 8.000 millones de euros respecto de lo presupuestado. Esto supone que para cumplir el objetivo de situar el déficit público en el 4,4% del PIB el próximo año, el ajuste presupuestario deberá situarse en el entorno de los 24.000 millones de euros. El Servicio de Estudios del BBVA apunta un desequlibrio similar y acaba de estimar que el año 2011 se cerrará con un déficit equivalente al 6,5% del PIB.

10.000 millones más para pagar el servicio de la deuda

No todo el ajuste vendrá, sin embargo, del recorte del gasto. También, de un previsible aumento de los ingresos, un objetivo nada fácil de lograr en un contexto como el actual. El anterior Gobierno había estimado en el último Programa de Estabilidad que para poder cumplir con Bruselas habría que reducir el déficit público hasta 2014 en nada menos que 7,1 puntos porcentuales. De los cuales, 1,9 puntos porcentuales deberían corresponder a aumentos de ingresos y 5,2 puntos a un recorte de los gastos. Aunque si se tiene en cuenta que la carga de intereses crecerá en un punto de PIB hasta 2014 (unos 10.000 millones de euros adicionales), el recorte del gasto primario (sin el servicio de la deuda) alcanzará la increíble cifra de 6,3 puntos porcentuales de PIB (63.000 millones de euros) en tres años.

La clave, por lo tanto, está en el recorte del gasto público, lo que explica que una de las primeras medidas del nuevo Consejo de Ministros sea aprobar un Acuerdo de no disponibilidad. La cantidad que se decida se distribuirá entre los trece ministerios, pero el recorte recaerá fundamentalmente en los departamentos con mayor capacidad de gasto, sobre todo Fomento.

El margen de maniobra, en todo caso,  es estrecho. Por el momento, está descartada una nueva reducción de los salarios públicos (habrá congelación) en el conjunto de la administración, y hay que tener cuenta que esta partida es una de las más altas del presupuesto consolidado de las AAPP. Nada menos que 124.781 millones de euros el año pasado. El ahorro sólo puede venir, por lo tanto, de la amortización de plazas de funcionarios (fundamentalmente por jubilación) al no cubrirse las bajas.

Tampoco el margen es muy elevado en gasto corriente. Según la Intervención General, los consumos intermedios del conjunto de las administraciones públicas ascendieron en 2010 a 58.282 millones de euros, lo que significa que cada punto porcentual de recorte representa cerca de 600 millones de euros. En el capítulo de inversiones (formación bruta de capital fija) el margen también es estrecho después de los últimos recortes. En 2010, la inversión pública cayó hasta los 40.091 millones de euros, según los datos publicados ayer por el INE, lo que supone una caída de nada menos que 6.700 millones respecto al año anterior, una cifra que da idea de la intensidad del ajuste que se ha hecho en una partida con gran efecto multiplicador sobre la economía.

Las cifras no están cerradas, pero las primeras impresiones reflejan que el primer ajuste presupuestario -'Acuerdo de no disponibilidad' en la jerga contable- será más intenso de lo previsto inicialmente. Básicamente por una razón: la economía registrará tasas de crecimiento negativas en el último trimestre de este año y el primero del próximo, y eso obligará a recortes adicionales por la menor recaudación del Estado.