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La crisis se lleva por delante al hormigón: "No hay dinero ni para obra pública ni para nada"
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La crisis se lleva por delante al hormigón: "No hay dinero ni para obra pública ni para nada"

La crisis del ladrillo se lleva por delante al sector del hormigón. Sólo en el primer trimestre del año, la producción se ha desplomado un 20%

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La crisis se lleva por delante al hormigón: "No hay dinero ni para obra pública ni para nada"

La crisis del ladrillo se lleva por delante al sector del hormigón. Sólo en el primer trimestre del año, la producción se ha desplomado un 20% y la caída en 2009 fue del 28,9% hasta los 48,9 millones de metros cúbicos –hasta niveles de 1998- y, por el momento, es muy difícil invertir la tendencia teniendo en cuenta que “la construcción de vivienda nueva es nula y la obra civil ha descendido considerablemente”, explicaba el director general de ANEFHOP, Javier Martínez de Eulate.

Desde la Asociación Nacional Española de Hormigón Preparado denuncia que los 17.000 millones de euros que el Gobierno asegura que va a destinar a obra pública en los próximos dos años no son adicionales a los presupuestos anteriores, sino que se ha pasado de 25.000 millones anuales en los últimos cinco años a la mitad, pese a que la obra civil es la única salida que tiene ahora el sector dado el stock de vivienda nueva sin vender que hay en el mercado.

“Nos hemos gastado toda pasta en los últimos años de juerga y ahora no hay dinero para nada, ni para obra pública ni para nada”, denunciaba el presidente de ANEFHOP, Jaime Sivatte, que este miércoles abandonará el cargo, “ahora los papis de Bruselas nos dicen que tenemos que pagar nuestros excesos”.

Y es que en los años de la burbuja, el consumo de hormigón por habitante al año era de 1.200kg mientras que en Europa el consumo medio se situaba en los 400-500kg anuales por persona.

Así, la situación es dramática para un sector cuya demanda es rígida y depende directamente de la construcción, con la dificultad de diversificarse y de exportar, ya que juegan con unos márgenes muy pequeños. No en vano, un tercio de los trabajadores del sector del hormigón se han ido a la calle por el desplome de la producción. En números redondos, unos 10.000 de 22.000 se han quedado en el paro como consecuencia de que en los últimos tres años la producción ha caído a la mitad.

Además, las expectativas son muy negativas. “Eso que se dice de que hemos tocado fondo no nos lo creemos porque la tendencia sigue siendo a la baja”, afirma Martínez de Eulate. En este sentido desde la asociación defienden que las medidas que debe adoptar el Gobierno contra la crisis pasan por la recuperación de la licitación pública -ya que “España es un país con déficit de infraestructuras” y la construcción es uno de los principales motores de la economía- y por el estricto cumplimiento de la Ley de Morosidad en las relaciones contractuales entre las administraciones y los contratistas.

Para el sector resulta clave que los pagos no superen en ningún caso los 60 días y para que las empresas constructoras paguen a sus proveedores primero tienen que cobrar de la administración. Consideran que “el modelo de participación público privada en la financiación ofrece unas formas de pago muy poco claras”.

“Existen cerca de 20.000 millones de euros en pagos aplazados a las empresas del sector”, aseguraba Sivatte, “nosotros tenemos que coger el dinero de nuestro circulante para pagar a los empleados”. Además, desde la asociación denuncian que en la actualidad la demora en el pago se sitúa entre los 180 y los 210 días, y podría incrementarse.

La crisis del ladrillo se lleva por delante al sector del hormigón. Sólo en el primer trimestre del año, la producción se ha desplomado un 20% y la caída en 2009 fue del 28,9% hasta los 48,9 millones de metros cúbicos –hasta niveles de 1998- y, por el momento, es muy difícil invertir la tendencia teniendo en cuenta que “la construcción de vivienda nueva es nula y la obra civil ha descendido considerablemente”, explicaba el director general de ANEFHOP, Javier Martínez de Eulate.