La renta per cápita de España vuelve a situarse por debajo de la italiana

Como en la cita bíblica, la alegría ha durado exactamente siete años. En concreto, entre 2002 y 2008. Durante todos esos ejercicios, la renta per cápita de España se ha situado por encima de la media de la Unión Europea. Pero en 2009 las cosas han cambiado. Las previsiones más recientes de la Comisión Europea estiman que el año pasado se cerró con una renta per cápita equivalente al 99,4% de la media de la UE a 27. Es decir, un nivel ligeramente superior al 98,1% alcanzado en 2001.

Se trata del segundo descenso consecutivo respecto del techo alcanzado en 2007, cuando el PIB per cápita en términos de poder adquisitivo se situó en el 105%. Desde entonces, todo han sido malas noticias desde el punto de vista de la convergencia con Europa en términos de renta.

Lo peor, sin embargo, puede estar por venir. Los datos de Bruselas estiman que tanto en 2010 como en 2011 la renta per cápita española se irá alejando de la media de la UE. Hasta situarse en el 97,4% este año 2010 y en el 96,3% el próximo. En ambos casos, se trataría de los valores más bajos desde que comenzó el siglo.

Como consecuencia de ello, y siempre según las estimaciones de Bruselas, la renta per cápita de Italia volverá a situarse este año por encima de  la española. En concreto, un 98,4% frente al 97,4%. No se trata de un fenómeno fugaz. Lo mismo sucederá en 2011.

Como se recordará, en los últimos días de 2007 se produjo una viva polémica entre el Gobierno español y el italiano a cuenta de la renta per cápita de ambos países. El presidente Zapatero exhibió los datos para acreditar su política económica, y lo hizo de una forma tan ufana que obligó al entonces primer ministro italiano, Romano Prodi, a salir al paso mediante una nota enviada a Ansa, la agencia transalpina de noticias. En plena euforia, el presidente del Gobierno llegó a decir a principios de 2008 que España estaba en condiciones de superar a Francia en términos de renta per cápita en 2013. Algo que hoy por hoy se antoja imposible.

Aunque los datos de Bruselas acaban en 2011, ese año la distancia entre España y Francia será sideral. Un 96,3% en el primer caso y un 107,1% en el segundo, lo que convierte en papel mojado los vaticinios de Zapatero.

La ‘vieja Europa’

Los datos de la Comisión Europea están expresados en términos de poder de compra, lo que permite realizar comparaciones al eliminar el factor precios. Y según esas cifras, en 2009 once países -todos ellos de la ‘vieja Europa’- se situarán por encima de España en poder adquisitivo. La horquilla se sitúa entre el 268% de los ciudadanos de Luxemburgo y el 39% de Bulgaria. A destacar el caso de Irlanda, que en apenas dos años de recesión ha perdido algo más de  21 puntos en término de renta per cápita. Ha pasado del 148% en 2007 al 126,9% en 2009. Aún así, todavía continúa siendo una de las naciones con mayor riqueza relativa.

El retroceso español a lo largo del actual ciclo bajista tiene que ver con dos motivos. Por un lado, con el rigor de la crisis económica. Aunque la caída del PIB de España en 2009 será menos intenso que en la media de la UE, el comportamiento de la economía española sería sensiblemente peor en los dos años siguientes. Es decir, la crisis será menos aguda pero más larga. El segundo factor tiene que ver con la población. Pese a la recesión (lo que en principio frena los flujos migratorios), las últimas estimaciones del INE hablan de que la población española en enero de este año roza ya los 46 millones de personas (45,98 millones). O lo que es lo mismo, España tiene hoy 1,1 millones de habitantes más de los que había al estallar el primer episodio de crisis financiera (julio de 2007).

Los datos de Bruselas son coherentes con un reciente informe elaborado por José María Rotellar, profesor de Teoría Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, en el que estima que la renta per cápita de los españoles (en euros constantes del año 2000) se habrá situado en 2009 en 16.582 euros. El estudio, publicado por Faes, recuerda que en 2007 la riqueza relativa de los españoles se situaba en 17.797 euros y que un año más tarde había caído ya hasta los 17.655.  Se trataría, en cualquier caso, del nivel más bajo desde el año 2004.