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Las autonomías tendrán la iniciativa en las fusiones de cajas y MAFO derecho de veto
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EL FROB INYECTARÁ EL DINERO CON UN PLAZO DE TRES AÑOS

Las autonomías tendrán la iniciativa en las fusiones de cajas y MAFO derecho de veto

El Gobierno ha encontrado una fórmula intermedia entre las exigencias de las comunidades autónomas y del Banco de España para desbloquear el FROB (Fondo de Reestructuración

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Las autonomías tendrán la iniciativa en las fusiones de cajas y MAFO derecho de veto

El Gobierno ha encontrado una fórmula intermedia entre las exigencias de las comunidades autónomas y del Banco de España para desbloquear el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y poder aprobarlo este viernes como se había anunciado. Esta fórmula supone que serán las autonomías las que tendrán la iniciativa para promover las fusiones de aquellas cajas de ahorros con problemas, mientras que el Banco de España contará con derecho a veto, ya que tendrá que dar el visto bueno al plan de viabilidad de la operación. En caso de no darlo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez sí tendrá capacidad para imponer fusiones interregionales o directamente intervenir las entidades.

Como informó El Confidencial el viernes, José Luis Rodríguez Zapatero volvió a paralizar la aprobación del fondo de rescate por la promesa que le había hecho al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, de que el fondo no tocaría las competencias autonómicas en materia de fusión de cajas. Esta promesa choca frontalmente con el poder casi absoluto que iba a conceder el FROB al Banco de España para decidir fusiones interregionales, la única fórmula que a juicio de MAFO permitiría salvar a la mayoría de las entidades con problemas de solvencia. Un poder que había sublevado no sólo a Griñán, sino a otros presidentes autonómicos como el catalán José Montilla.

Para superar este estancamiento y tratar de contentar a todo el mundo, el presidente del Gobierno ha buscado esta fórmula intermedia, que ha logrado el visto bueno generalizado, según fuentes conocedoras de la situación. Básicamente, consiste en que la iniciativa pasa a las autonomías, que tendrán la oportunidad de ser ellas quienes planteen las fusiones para salvar a sus cajas con problemas, que lógicamente serán operaciones dentro de la misma región con el fin de salvaguardar su poder político. Algo que ya habían puesto en marcha Castilla y León y Cataluña, precisamente para evitar posibles injerencias del Banco de España.

Cómo funcionará el proceso

Siempre según estas fuentes, los proyectos de fusión que decidan las comunidades tendrán que remitir un plan de viabilidad al Banco de España en el que se detallen las previsiones de reducción de capacidad y de costes, sinergias, beneficio recurrente y, por supuesto, cuánto dinero van a necesitar del FROB para acometer la reestructuración y, sobre todo, para limpiar sus balances provisionando los activos tóxicos (básicamente crédito promotor y activos inmobiliarios). Y ahí es donde MAFO conservará todo su poder, ya que su aprobación será vital para que salga adelante, lo que equivale a un derecho de veto.

¿Qué pasa si el supervisor no aprueba el plan de viabilidad? Pues puede dar más tiempo a las entidades para elaborar otro plan o pedir que se le presente una fusión alternativa. Pero, en caso de que las comunidades no encuentren una solución que le satisfaga, entonces sí que se pondrá a los mandos de la nave y podrá decidir una fusión interregional, cuente o no con el visto bueno de las regiones implicadas. Y si no es viable ninguna fusión, podrá intervenir la caja si no es viable en solitario. Es decir, lo que establecía el plan inicial del FROB.

En el caso de que la fusión que planteen las comunidades autónomas sí cuente con la aprobación de MAFO, el fondo inyectará el dinero necesario. Tal como adelantó El Confidencial, lo hará inicialmente con participaciones preferentes (para que compute como recursos propios, dentro del ratio Tier 1) a precios de mercado. Pero, a diferencia de las preferentes perpetuas que las entidades han colocado a sus clientes en los últimos meses, éstas tendrán un vencimiento fijado en tres años, aunque este plazo podría ampliarse hasta cuatro en la versión definitiva del Decreto que dé carta de naturaleza al FROB.

Si no funciona, cuotas participativas

Si pasado ese plazo no se ha cumplido el plan de negocio o las entidades no tienen capacidad para devolver el dinero inyectado, el supervisor canjeará las preferentes por cuotas participativas con derechos políticos y pasará a controlar la entidad. "Será como una refinanciación; si no se cumplen las condiciones fijadas, el Banco de España podrá ejecutar las garantías y controlar la entidad", según una de las fuentes consultadas. En ese caso, las autonomías perderían el control de facto de la caja en cuestión ante la presencia del Estado como 'accionista' mayoritario.

En los casos en que haya un veto de MAFO a un plan de negocio o cuando no sea posible fusionar una caja con problemas, la inyección de capital se hará directamente mediante cuotas participativas. Y si se trata de una entidad directamente insolvente, se procederá a su intervención, que ahora será más sencilla y flexible con el instrumento del FROB. La vicepresidenta Elena Salgado anunció la semana pasada que las cuotas con derechos políticos se crearán mediante una suspensión temporal de la Ley de Cajas (LORCA).

Aportación del Fondo de Garantía de Depósitos

"Esta opción es respetuosa con las comunidades autónomas porque les da la opción de arreglar el problema por las buenas y a su manera, y les garantiza la ayuda del dinero público. Pero también convence a MAFO porque tiene la última palabra en todas las operaciones y se reserva el derecho a intervenir si las autonomías no pueden arreglar el problema", opina una de las fuentes.

Otro de los detalles del FROB a los que ha tenido acceso este diario es que asumirá algo menos de 2.000 millones de euros del Fondo de Garantía de Depósitos y el resto, hasta los 9.000 millones de capital inicial, saldrán de las arcas del Estado, que es lo único que computará como déficit público. Como es sabido, ante la clara insuficiencia de este capital para cubrir las necesidades del sistema financiero, el fondo podrá apalancarse hasta 10 veces (hasta 90.000 millones) mediante la emisión de deuda avalada por el Estado.

Todo esto es susceptible, por supuesto, de ser modificado a última hora por Zapatero ante las presiones de una u otra parte; de hecho, en el sector se espera alguna sorpresa a la vista de la volubilidad del presidente, que ayer quedó demostrada una vez más con la moción sobre fiscalidad.

El Gobierno ha encontrado una fórmula intermedia entre las exigencias de las comunidades autónomas y del Banco de España para desbloquear el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y poder aprobarlo este viernes como se había anunciado. Esta fórmula supone que serán las autonomías las que tendrán la iniciativa para promover las fusiones de aquellas cajas de ahorros con problemas, mientras que el Banco de España contará con derecho a veto, ya que tendrá que dar el visto bueno al plan de viabilidad de la operación. En caso de no darlo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez sí tendrá capacidad para imponer fusiones interregionales o directamente intervenir las entidades.

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