La Costa del Sol sufre el cierre de los hoteles de lujo controlados por 'ladrilleros' y especuladores

Los hoteleros de la Costa del Sol están hartos de los empresarios del ladrillo que invirtieron en establecimientos de lujo en la Costa del Sol y que ahora, cuando llegan la época de las vacas flacas, cierran hoteles o recurren, en masa, a los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). “Estamos en un mercado libre, pero no hace ninguna gracia que los hoteles de lujo estén así por culpa de unos empresarios que no saben gestionar estos establecimientos turísticos”, critica Miguel Sánchez, presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, en declaraciones a El Confidencial.

En la Costa del Sol hay seis hoteles de lujo afectados por la crisis y todos en manos de empresarios que no proceden del sector turístico. El hotel Incosol, propiedad del grupo Jale, en Marbella se encuentra inmerso en concurso de acreedores y pendiente del informe económico de los interventores. La propiedad querían despedir al 40% de los trabajadores (la plantilla es de 200 personas) pero los sindicatos siguen negociando el ERE.

Según los antiguos dueños de Incosol, la familia García-Egocheaga, el grupo Jale no respetó los términos de la compraventa, efectuada en marzo de 2007 por 50 millones de euros. “Están en peligro muchos puestos de trabajo. Hay una máxima que tenemos que cumplir: los destinos turísticos son tan buenos como son sus hoteleros”, señala a este diario Gonzalo Fuentes, secretario general de Turismo de Comisiones Obreras Andalucía.

El problema se centra, como ha ocurrido en el caso del hotel Los Monteros, ahora cerrado tras la huida del empresario ruso Ernest Malyschev, en la “especulación inmobiliaria”, como denuncia Fuentes. “Estoy convencido que los hoteles de cinco estrellas tienen que pasar a manos de cadenas especializadas y no de empresarios del ladrillo”, insiste el sindicalista de Comisiones Obreras.

El grupo ruso North-West Oil -afincado en Moscú y especializado en el transporte y la reconversión de crudo, así como en la construcción de plantas petrolíferas- compró en diciembre de 2008 Los Monteros, un hotel de cinco estrellas gran lujo con 45 años de historia, por 115 millones de euros. “Estoy seguro que el hotel sería apetecible para cualquier empresario turístico. Es un gran producto de calidad y tiene su mercado”, apunta el presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía.

El hotel Boutique Las Dunas, que se ha promocionado un par de temporadas como el establecimiento turístico más caro de España, lo compró también una empresa de origen libanés, Reda Alaywan, que no procedía del sector. Ahora mismo se encuentra inmerso en un ERE. “Se compra y se vende sin dinero. Lo compraron porque querían diversificar sus ingresos. Lo único que hicieron fue comprar una deuda”, explica Gonzalo Fuentes, quien remata: “Son ladrilleros y puros especuladores. ¿Esto es un Estado de Derecho o una impunidad? Son personas que se tienen que dedicar a otros menesteres no muy legales”.

Sin salir de la Costa del Sol, el grupo inmobiliario Aifos, salpicado de lleno en el caso Malaya, también se metió de lleno en el negocio hotelero y al final su apuesta también resulto negativa. El Guadalpín Banús y el Guadalpín Marbella se encuentran en concurso obligatorio de acreedores, dejando 80 empleos en el aire. El hotel Byblos, situado en Mijas, también de Aifos, pretende despedir a 30 trabajadores y el pasado mes de mayo las instalaciones hoteleras volvieron a pasar por la subasta. Por segunda vez en 2009 no apareció ningún comprador.