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Barcelona se queda sin clientes de ferias y congresos para sus hoteles cinco estrellas
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DESPIDOS Y REBAJAS DE PRECIOS DE HASTA UN 50%

Barcelona se queda sin clientes de ferias y congresos para sus hoteles cinco estrellas

Los hoteles de categoría de Barcelona han perdido fuerza tras la ola postolímpica de 1992. La actual crisis económica ha provocado una caída del 15% de

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Barcelona se queda sin clientes de ferias y congresos para sus hoteles cinco estrellas

Los hoteles de categoría de Barcelona han perdido fuerza tras la ola postolímpica de 1992. La actual crisis económica ha provocado una caída del 15% de los turistas que llegan a la capital catalana en lo que llevamos de año, un descenso que se traduce en menos gasto en habitaciones y también en una caída en el turismo de corbata de ferias y congresos. La consecuencia de este retroceso en la demanda ha aflorado, como ocurre en el mercado residencial: sobreoferta de plazas en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Por ello, se encuentran ahora en una situación crítica: hoteles medio vacíos, rebajas de las tarifas de hasta un 50% por habitación y tendencia a concentraciones empresariales.

 

El mes de junio arrancó con el anuncio de dos expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales en dos conocidos establecimientos de la ciudad: el del Rey Juan Carlos I y el del Princesa Sofía, una medida que sorprendió en un sector acostumbrado a crecer sobremanera en las épocas de vacas gordas y crecimiento económico. Pero la recesión ha puesto a prueba el rápido crecimiento de la planta hotelera de la capital catalana. Barcelona no ha asumido el aumento de la oferta de plazas en los hoteles de lujo de la ciudad.

 

Y es que en los últimos años, nos hemos pasado de plazas hoteleras en la costa y en la ciudad. Ahora aflora la realidad: el turismo cae y sobran plazas de hotel, asegura el profesor de marketing turístico en Esade, Josep M. Beiget. En tres años, Barcelona ha construido 57 hoteles y 7.250 plazas más, según el Ayuntamiento. Y para los próximos dos años, estaba prevista la apertura de 30 nuevos proyectos hoteleros de cuatro y cinco estrellas. ¿Sigue teniendo lógica esta previsión de más aperturas?

 

Rebajas drásticas

 

El año pasado, ya avisó, ante la crisis, el flamante hotel Hesperia Tower, con el restaurante Evo, capitaneado por Santi Santamaría, observando la ciudad de Barcelona desde su cúspide. Pues aún con este reclamo, tuvo que cerrar varios días durante el mes de agosto por falta de demanda. Ahora son los hoteles Hilton, Majestic, el nuevo Hotel Vela -en el recinto del Puerto-, el Claris y el Ars los que se han visto obligados a reducir sus tarifas para atraer clientela.

 

Hace un año, una habitación en un hotel de cinco estrellas de la capital catalana rondaba los 250 euros (que en tiempos de congresos o de ferias podía llegar a los 600 euros por noche); ahora, ese mismo hotel ha rebajado el precio hasta los 160 euros. El problema es que cuando bajan los precios los hoteles de cinco estrellas lo deben hacer también los de cuatro y tres estrellas, con lo que la pérdida de imagen se hace extensible a todos los hoteles de la ciudad.

 

En los últimos 15 años, el turismo pasó de 2,4 millones de visitantes (cifras de 1993) a 7,1 millones de turistas (cifras de 2007) e hizo posible que la ciudad absorbiera el incremento de establecimientos, que pasaron de 155 en 1993 a 295 en 2007 sin que se resintiera la ocupación, que siempre se ha situado entre las más altas de Europa. Sin embargo, entre 2009 y 2010 se espera el mayor crecimiento de la planta hotelera vivido desde los Juegos Olímpicos: un 13%; y esta vez el sector turístico no muestra síntomas de estar preparado para acompañarlo.

 

La consultora Jones Lang Lasalle destaca en un reciente informe que sobran plazas hoteleras en Barcelona pero “lo peor está por llegar”. En su último informe, apunta textualmente que “el mercado de Barcelona muestra ya una sobreoferta y ésta será más acusada en los próximos dos años, en los que la oferta aumentará cerca de un 13%”. Este año, el crecimiento hotelero será del 9,02%, con 2.628 nuevas habitaciones. Y en el 2010, se esperan 950 habitaciones más. De éstos, un 46% serán hoteles de cinco estrellas y un 33%, de cuatro.

 

La ocupación de los hoteles de lujo (que llegó al 82,19% de media en el año 2000) cayó el año pasado siete puntos y las previsiones para este año son una nueva caída del 15%, con lo que la media de ocupación podría situarse en el 50%, una cifra similar a la de 1993. Robert Torregrossa, gerente del hotel Juan Carlos I, asegura que el sector debe plantearse cómo asumir la sobreoferta de hoteles de lujo en Barcelona y ver cómo ser más competitivos ante la crisis económica.

 

Haciendo las maletas

 

Ante la sobreoferta de plazas que vive Barcelona y su saturación, algunos optan por hacer negocios y abrir hoteles en el exterior. Es el caso del grupo Serhs, que dirige Ramon Bagó, el principal operador turístico catalán. Este holding ha apuntado a Jordania como próximo destino para su expansión, con un proyecto para construir un hotel de cinco estrellas en la ciudad de Petra, lo que supone una inversión de 18 millones de euros. El futuro hotel tendrá un máximo de 200 habitaciones.

 

Por su parte, Jordi Clos, dueño del hotel Claris, ha optado por abrir negocio en París. El antiguo banco del número 20 del Bulevard La Fayette, en el centro de la capital francesa, aún sigue abierto. Sus antiguos mostradores de madera de principios del siglo XX todavía son visibles en el vestíbulo, pero su función ahora es distinta: pertenecen a un hotel de cinco estrellas, que se llama Le Banke, propiedad del empresario catalán, que invirtió 80 millones de euros y tres años de trabajo. Clos es el presidente de la cadena Derby y tiene siete hoteles, entre ellos el Claris, en Barcelona, y el Caesars de Londres.

 

En España, sólo han abierto cinco establecimientos este año, frente a los 5 que se inauguración el 2008. La mayoría de ellos fueron impulsados por Nueva Rumasa. En Madrid, los proyectos se retrasan hasta el 2011. De las 4.276 nuevas habitaciones previstas en la capital española para este año, sólo se han abierto 820, según Jones Lang Lasalle. Nueva Rumasa es uno de los grupos más activos, ya que ha puesto en marcha la mayoría de nuevos establecimientos. La empresa anunció el pasado lunes la apertura de dos hoteles en Baleares y, en los últimos meses, ha ido apostando por la compra de establecimientos vacacionales.

Los hoteles de categoría de Barcelona han perdido fuerza tras la ola postolímpica de 1992. La actual crisis económica ha provocado una caída del 15% de los turistas que llegan a la capital catalana en lo que llevamos de año, un descenso que se traduce en menos gasto en habitaciones y también en una caída en el turismo de corbata de ferias y congresos. La consecuencia de este retroceso en la demanda ha aflorado, como ocurre en el mercado residencial: sobreoferta de plazas en hoteles de cuatro y cinco estrellas. Por ello, se encuentran ahora en una situación crítica: hoteles medio vacíos, rebajas de las tarifas de hasta un 50% por habitación y tendencia a concentraciones empresariales.

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