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Garbiñe hace una faena de aliño para ganar la primera ronda en Wimbledon
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se dejó un set contra la italiana giorgi

Garbiñe hace una faena de aliño para ganar la primera ronda en Wimbledon

A Muguruza le cuesta brillar en el primer partido de cada torneo. Perdió el segundo set, pero supo controlar su juego hasta comprar su billete para disputar más partidos en Londres

Foto: Garbiñe, en su partido contra Giorgi
Garbiñe, en su partido contra Giorgi

Garbiñeno es la reina de las primeras fases. Le cuesta centrarse cuando todo es novedoso, hacerse a la pista y a su rival, estar en territorio extraño. La depredadora que aparece más adelante en los torneos suele quedarse en el vestuario descansando y dejando a cambio una versión menor de la jugadora española. Muguruza se encontró contra Giorgi y ganó, porque es mejor, más fuerte, más estable, pero también sufrió, fundamentalmente porque no soltó el brazo con la tranquilidad que la caracteriza. Empieza Wimbledona medias.

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El caso es que la caraqueña salió muy fuerte a la pista, muy segura de sí misma. Como si quisiese terminar rápido el trámite del primer día e irse a ver a la selección española, que paralelamente jugaba contra Italia -italiana era también su rival-. El 6-2 inicial fue su rato más fluido en todo el duelo, calmada, jugando bien, marcando los tiempos... Giorgi es una tenista incómoda, que arriesga mucho aunque no tenga golpes especialmente potente y eso, como ocurrió en la primera manga, puede resultar muy peligroso para sus intereses.

Claro que, en el segundo set, con la misma estrategia, empezaron a entrarle las bolas que en el primero no había manera. Giorgi se acostumbró a las líneas, esas marcas de cal que en Wimbledon parecen más anchas que en resto del circuito. La italiana es brava, se mete mucho en la pista, especialmente en el segundo servicio, y quiere dominar. Le va saliendo todo hasta que justo al final del parcial, cuando lleva una ventaja de 6-5, por fin consigue quitarle el servicio a la española. El momento psicológico, que se dice en estos casos. Cuando ya no hay tiempo de remontar. Todo lo iba saliendo bien a la italiana que, creía, podía sacar del cuadro a una jugadora eminentemente superior a ella.

Los inicios a medias

Lo más curioso es que Garbiñe, que es tan agresiva como Giorgi pero con más argumentos, no parecía muy involucrada con el partido. Le estaba costandodar ese pasito adelante que tienen las grandes jugadores, la agresividad y el riesgo controlado que la dibujan como una de las mejores jugadores del mundo del tenis. La segunda mejor, según reciente lista.

El rictus de la campeona de Roland Garros no era ni mucho menos el mejor. No estaba tranquila. La carga que más le pesa es siempre la misma, la de jugar contra tenistas peores que ella. El miedo a que los titulares digan que perdió cuando no podía hacerlo, que vuelve a las andadas en sus lagunas mentales.

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No pasó, Garbiñe en el tercer set tiró de oficio, que ya empieza a tenerlo, de saques contundentes y de la capacidad de no cometer muchos errores. No es que fuese una exhibición ni nada de eso, solo una faena de aliño, hacer lo que hay que hacer. Ya llegarán los días en los que se requiera más. Y esos días, porque en eso Garbiñe es muy así, será cuando más cómoda esté.

Muguruza ya está en segunda ronda, aunque sigue respondiendo por sus victorias recientes: "Roland Garros da confianza, pero todos empezamos de cero, es un torneo diferente Wimbledon, además la hierba iguala todo". Y en la hierba empieza todo.

Garbiñeno es la reina de las primeras fases. Le cuesta centrarse cuando todo es novedoso, hacerse a la pista y a su rival, estar en territorio extraño. La depredadora que aparece más adelante en los torneos suele quedarse en el vestuario descansando y dejando a cambio una versión menor de la jugadora española. Muguruza se encontró contra Giorgi y ganó, porque es mejor, más fuerte, más estable, pero también sufrió, fundamentalmente porque no soltó el brazo con la tranquilidad que la caracteriza. Empieza Wimbledona medias.

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