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La candidatura de Orantes a la RFET provoca una guerra civil en el tenis catalán
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el presidente de la catalana queda retratado

La candidatura de Orantes a la RFET provoca una guerra civil en el tenis catalán

La propuesta de los tenistas profesionales españoles ha sido aceptada por la candidatura del presidente de la madrileña, pero no por el de la catalana, que ha quedado retratado

Foto: Manuel Orantes. (EFE)
Manuel Orantes. (EFE)

Tal y como informamos el pasado lunes, los tenistas profesionales españoles han propuesto e impulsado como presidente de la Federación Española de Tenis (RFET) al mítico Manuel Orantes, a quien consideran una persona de consenso y, por tanto, la idónea para devolver la estabilidad a una institución que bajo el mandato del inhabilitado José Luis Escañuela ha sido un permante nido de conflictos, tanto a nivel económico como deportivo. Orantes ha dado su conformidad a los tenistas, aunque con la única condición de que, efectivamente, su nombre sirva para lograr un consenso. Por ello, y para no interferir ni en un sentido ni en otro, el extenista de momento prefiere mantenerse al margen, a la espera de lo que suceda en las elecciones que se celebran este sábado.

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Precisamente, la noticia publicada en El Confidencial provocó que varios clubes catalanes se enteraran, no ya de la petición de los jugadores profesionales de que Orantes sea el nuevo presidente de la RFET, sino también de que, mientras la candidatura que lidera el presidente de la federación madrileña, Miguel Díaz, acepta la petición de los tenistas y ha decidido echarse a un lado, la que apoya Joan Navarro, presidente de la catalana, se resiste y de este modo es a día de hoy su rival, junto a su homólogo de la gallega, José Antonio Pereiro, en unas elecciones que, salvo que todo se arregle entre hoy y mañana, volverán a ser convulsas.

De hecho, varios de esos clubes, algunos de ellos de los más importantes de Barcelona, han pedido explicaciones a Navarro e, incluso, han tomado la decisión de respaldar la candidatura del consenso, como se conoce ya a la que lidera Orantes y han auspiciado los tenistas profesionales, con Nadal y Muguruza a la cabeza. Tanto Rafa como Garbiñe no han encontrado estos últimos años en la RFET ni el apoyo ni la mejor interlocuión, de ahí que la petición de Orantes no sea un capricho, sino una necesidad de al menos recuperar la estabilidad federativa.

Aunque esto es algo que sucede en la mayoría de las federaciones, da la sensación de que, además de que en este tipo de elecciones al final son pocos los que votan, muchos de ellos lo hacen sin saber en realidad lo que votan, de ahí que quienes más intereses tienen en acceder a los cargos, sean los primeros que noticias como la candidatura de Manolo Orantes no les interesa que se conozcan. Y hablando de esos presuntos intereses pesonales, sirvan como ejemplo casos como los del valenciano Ramiro Verdejo, miembro de la Comisión Gestora de la RFET, que está poniendo obstáculos a la lista de los tenistas profesionales al presentar a varios jóvenes de su club, o el de Fernando García Armengol, expresidente de la federación valenciana, que se presenta como técnico cuando en realidad es dentista.

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Resulta paradójico que la candidatura de Manolo Orantes haya encontrado oposición precisamente en Cataluña, donde se han puesto muy nerviosos desde que se ha conocido que su presidente, el mencionado Joan Navarro, apoya la candidatura continuista de Pereiro y contraria a las peticiones de los jugadores profesionales, quienes apuestan por el mítico tenista afincado en Barcelona desde su infancia y presidente de honor del Club Tennis de La Salut.

Tal y como informamos el pasado lunes, los tenistas profesionales españoles han propuesto e impulsado como presidente de la Federación Española de Tenis (RFET) al mítico Manuel Orantes, a quien consideran una persona de consenso y, por tanto, la idónea para devolver la estabilidad a una institución que bajo el mandato del inhabilitado José Luis Escañuela ha sido un permante nido de conflictos, tanto a nivel económico como deportivo. Orantes ha dado su conformidad a los tenistas, aunque con la única condición de que, efectivamente, su nombre sirva para lograr un consenso. Por ello, y para no interferir ni en un sentido ni en otro, el extenista de momento prefiere mantenerse al margen, a la espera de lo que suceda en las elecciones que se celebran este sábado.

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