Así era Rafa Nadal la última vez que Federer no disputó Roland Garros

La renuncia de Roger Federer a jugar este año en París es un nuevo síntoma de lo que parece inevitable: su retirada. Halle, Wimbledon, los Juegos, el Abierto de Estados Unidos... solo él sabe cuándo tiene pensado anunciarlo y cuál será su último torneo como tenista. En agosto cumplirá 35 años y es difícil imaginar un 2017 con él vestido de corto. Ya ha llevado al mínimo sus apariciones en el circuito, no compite por el ránking sino solo por darle una vuelta más de tuerca a su sala de trofeos.

Lo que le quede, mucho o poco, está para ser disfrutado. Cuando Roger Federer se vaya de las pistas lo hará como el mejor jugador de siempre, el de más Grand Slams sumados y, lo que es más importante, el que más impronta dejó en el circuito. Ganar o perder es una medida cuantificable mientras que la elegancia no tiene mesura posible, pero hasta el más cerril es capaz de distinguirla cuando la ve delante. Federer usaba la raqueta como Velázquez el pincel.

El tenis se acostumbró a Federer, una presencia estable en el circuito, siempre una certeza y un prodigio de longevidad. La última vez que no apareció en Roland Garros fue en el año 1999. Hay muchas maneras de valorar el tiempo que ha pasado, pero quizá la más contundente fue la que señaló Patrick MacEnroe, hermano de del mítico John y seleccionador de Copa Davis de Estados Unidos durante muchos años. Basta una foto de Nadal para ver cómo ha pasado el tiempo.

En España la inmensa mayoría de los aficionados son seguidores de Rafael Nadal. La tierra, que tira. Cuando se vaya Federer se irá también una parte del jugador español, la rivalidad más perfecta. Recuerden de nuevo: el revés a una mano, las lágrimas de Australia, la tímida simpatía con la que afrontaba, con extrema profesionalidad, todas sus entrevistas, los gestos gentiles en la central de Wimbledon, el escenario más clásico para un jugador que representó siempre el clasicismo.

[Roger Federer será baja en Roland Garros]

Federer, cuando de el paso, tendrá todos los homenajes a los que un deportista pueda aspirar. Sus rivales recordarán lo que era tenerle enfrente, los medios glosarán palmo a palmo una carrera de éxito, los aficionados se lamentarán al pensar que nunca más verán flotar al jugador perfecto. Nike, la marca deportiva que le ha acompañado durante toda su carrera, tendrá una parte importante en todo el homenaje. Ha dado muestras en los últimos dos años de su capacidad cuando dos emblemas de la marca, Kobe Bryant y Derek Jeter, han dejado sus respectivos deportes.

Los vídeos de despedida

Ni un solo creativo de la multinacional americana pensará en hacerle un vídeo al suizo como el que han regalado al escolta de los Lakers. Son personalidades antitéticas, donde Bryant no ha renunciado nunca a ser odioso, casi mecanizado, ambicioso en grado infinito, Federer ha resultado un personaje tranquilo, sosegado, calmado y muy querido en todo el mundo. Otros pueden transmitir más emociones, pero pocos han conseguido un respeto como el del suizo.

A nadie se le ocurriría, por lo tanto, hacer de Federer un vídeo en el que todo el mundo le odia y él se dedica, simplemente, a dirigir la orquesta de los exabruptos contra su persona. Ese es, exactamente, el modelo escogido por Nike para decir adiós al supervillano Bryant.

Si hay que coger un referente, aunque con muchos matices, debe ser el de Derek Jeter. La idea central de la despedida del shortstop de los Yankees era el respeto. Re2pect, es el título del vídeo, para incluir en la palabra el dorsal de toda la vida del legendario neoyorquino. Donde en Bryant hay odio aquí hay pleitesía, la rendición incluso de sus más fieros rivales -los aficionados de los Boston Red Sox que se miran con cara de circunstancia, los jugadores y la mascota de los Mets que salen pixelados, pero salen- ante la retirada de un hombre que lo había sido todo en su deporte. Un solo gesto, una manera de tocarse la gorra, ejerce de hilo conductor en un homenaje en el que por salir sale hasta Michael Jordan.

Jeter y Bryant han sido dos excelentes deportistas, pero se quedan cortos cuando de quien se habla es de Roger Federer. Ambos han sido buenísimos jugadores, estrellas en lo suyo, pero no pueden reclamar el trono del mejor. Federer sí. Se irá el más grande ¿qué preparará Nike?