Rafa Nadal comienza a ser gratamente monótono

“Buenas sensaciones”. Con estas palabras resumió Rafa Nadal este miércoles su actuación en el torneo de Doha ante Robin Haas, el actual número 66 del mundo al que derrotó por 6-3 y 6-2 sin apenas sumar algún fallo para acceder a los cuartos de final. Hace un año, el tenista de Manacor fue eliminado en primera ronda por Michael Berrer. No se tomó en serio por los especialistas pero fue el preludio de la peor temporada desde que Nadal es Nadal. Ahora, todo pinta diametralmente opuesto.

Por las impresiones de Nadal, quien esta semana fue rotundamente optimista sobre su estado de forma -“os sorprenderé”-, el tenista piensa encerrar a 2015 en un interesante paréntesis, como un año en el que su cabeza sufrió una 'lesión' de la que salió, poco a poco, después de verano. “Mi objetivo es estar en las mejores condiciones para la próxima temporada”, señaló durante los últimos meses del año que acabamos de despachar. En este periplo mejoró los sorprendentes resultados de Wimbledon, donde cayó en segunda ronda, de Miami, Nueva York o Cincinnati -tercera ronda-… y, sobre todo, las “sensaciones”. Comenzó a preocuparse de “atacar al rival”, y no de si su golpe sería el que él quería. Podía pensar en el juego y despreocuparse de sí mismo.

“Estoy jugando a un nivel alto, creo que él hizo un buen partido, serví y devolví bien las pelotas, jugué mejor que ayer y estoy contento con esta victoria. Hoy lo hice todo bien, las derechas, y defendí bien. Es el principio (de la temporada) y estoy jugando bien. Estoy en un nivel positivo y seguro de que podré hacer lo que quiero. Estoy jugando más en la pista y con más confianza”, comentó este miércoles el jugador de 29 años.

Pasión por mejorar, una “clave”

¿Cuál es el origen de esta mejora? Quizás no sea la única, pero esta es una de las razones que reconoció el propio Rafa tras su victoria en Qatar: la pasión por mejorar su juego “es una de las claves del éxito”.

Antes de este paréntesis de 2015, Nadal acostumbraba a sembrar de victorias la raqueta española teniendo las semifinales como un escalón habitual. En 2014 estuvo en cinco ocasiones, en 2013 llegó a semifinales en todos los torneos en los que participó salvo Wimbledon (esa temporada ganó seis títulos). En 2012 su trayectoria fue similar pisando en seis ocasiones ese escalón (de ocho torneos que disputó) y así se puede girar el cuello y mirar hacia atrás hasta 2005…

Leyendo o escuchando sus entusiastas declaraciones y atendiendo a su contundente juego en Qatar, recogemos la charla que El Confidencial mantuvo con el entrenador Xavi Budó hace un par de meses, cuando ya se vislumbraba un Nadal fuerte: “Su mente le permite alcanzar cualquier cosa. No tiene límite y es incomparable. Rafa volverá a ganar un Grand Slam, sin ninguna duda, porque mentalmente vuelve a estar fuerte”. En esa misma conversación, el técnico de Carla Suárez resaltó otro enfoque de su proeza: “La gente no es realmente consciente de que lo que supone el hecho de decir: “Si ganas no eres noticia pero si pierdes, sí”. Es muy duro y por eso sólo Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal han logrado lo que han logrado”. En este 2016 tiene pinta de que Nadal no será noticia y que sus 'monótonas' victorias llegarán cada semana para alegría de la raqueta nacional.

Este jueves se enfrenta al al ruso Andrei Kuznetsov (79), “jugué contra él en Roland Garros. Juega rápido y es muy agresivo, sé que contra él tengo que jugar como este miércoles”. Otra vez.