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El actual Nadal llega hasta donde puede, pero esta vez pudo más Wawrinka
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EL SUIZO LE DEJA SIN SEMIFINALES (7-6 Y 7-6)

El actual Nadal llega hasta donde puede, pero esta vez pudo más Wawrinka

Nadal cayó (aunque dejó buenas sensaciones) en los cuartos del Masters 1.000 de París contra Wawrinka (7-6(8) y 7-6(7)) en un emocionante e igualado partido que acabó de madrugada

Foto: Nadal durante el encuentro ante Wawrinka (Reuters).
Nadal durante el encuentro ante Wawrinka (Reuters).

El reloj se paró en torno a la 1:15 de la madrugada. Sí, Nadal y Wawrinka se disputaban el pase a la semifinal del Masters 1.000 de París en el último turno y debido a la hora intempestiva hasta la que estuvieron compitiendo y al partido que brindaron a una afición que aguantó estoicamente, ambos se ganaron el descanso del campéon. El problema es que sólo uno tendrá la oportunidad de lograrlo y su nombre es Stanislas Wawrinka (7-6 y 7-6). La fe del suizo pudo con una gran actuación de un Nadal que no supo aprovechar las ocasiones que tuvo a su alcance y al que el 'smash' del 5-2 tumbó cuando intentaba forzar el tercer set. Rafa se despide de París, pero no lo hace con un sabor amargo en su paladar: vuelve a divertirse tanto en la pista como en los entrenamientos y su paso por este Masters 1.000 sólo hace que reafirmar su recuperación.

Nadal se volvía a cruzar con el primer tenista del Top 5 mundial al que ganó esta temporada. El escenario fue Shanghái, una cita englobada dentro de la gira asiática en la que el tenista de Manacor confirmó que ha vuelto por sus fueros. Su año gris comenzó a adquirir color en Oriente y su paleta no parece haber perdido ni un ápice de intensidad a pesar de tropezar ante Wawrinka. El paso de Rafa por París sólo confirma algo que ya ha dejado claro: el Nadal de siempre ha vuelto y gana enteros de cara a 2016. Hasta el momento, sólo había perdido con jugadores que ocupan los puestos más altos de la clasificación ATP: Tsonga, Federer y Djokovic. El mallorquín está listo para codearse de nuevo con las alturas de dicho ranking, pero todavía le falta subir algún que otro peldaño. Sólo es cuestión de tiempo.

Nadal se despidió del torneo bajo techo de París con algunas sensaciones positivas, pero dejando la impresión de que fue dominado por un incisivo Wawrinka. El español dejó escapar la primera manga en la que gozó de hasta tres bolas de set y en la que fue por delante desde que, en el primer juego, rompió el saque del helvético. En el noveno juego, con servicio de Wawrinka, Nadal dispuso de su primera oportunidad para anotarse el set. En la siguiente, cuando servía para ganar, Wawrinka, muy ofensivo a lo largo de todo el partido, arriesgó para arrebatarle el saque e igualar la contienda. El partido estaba abocado a un juego de desempate en el que Nadal dispuso de otras dos bolas de set más, mientras que Wawrinka se lo anotó a la segunda, después de que el español, en dos errores no forzados, dejara dos pelotas consecutivas en la red.

El duelo había superado ya la hora de juego y comenzaba a disputarse en sábado. La balanza estuvo equilibrada hasta el séptimo juego, momento en el que Wawrinka arrebató el servicio de Nadal, que cometió una doble falta en el punto decisivo. El suizo, sin embargo, cedió su saque en el décimo, cuando sacaba para ganar el partido. El juego de desempate estuvo lleno de alternativas: comenzó dominando Nadal, que llegó a sacar para ponerse 6-3, pero dejó una volea sencilla en la red. Luego, el español dispuso de dos bolas de set, una al resto y otra al servicio, pero falló ambas. Tras una tercera, Wawrinka remontó y se anotó el duelo en la primera oportunidad. En semifinales, el suizo, reeditando la final del pasado Roland Garros, se medirá a Novak Djokovic, que se deshizo en dos sets de Tomas Berdych por 7-6(3) y 7-6(8), en la primera victoria del número uno del mundo en toda su carrera sin haber arrebatado en ninguna ocasión el servicio de su rival.

El reloj se paró en torno a la 1:15 de la madrugada. Sí, Nadal y Wawrinka se disputaban el pase a la semifinal del Masters 1.000 de París en el último turno y debido a la hora intempestiva hasta la que estuvieron compitiendo y al partido que brindaron a una afición que aguantó estoicamente, ambos se ganaron el descanso del campéon. El problema es que sólo uno tendrá la oportunidad de lograrlo y su nombre es Stanislas Wawrinka (7-6 y 7-6). La fe del suizo pudo con una gran actuación de un Nadal que no supo aprovechar las ocasiones que tuvo a su alcance y al que el 'smash' del 5-2 tumbó cuando intentaba forzar el tercer set. Rafa se despide de París, pero no lo hace con un sabor amargo en su paladar: vuelve a divertirse tanto en la pista como en los entrenamientos y su paso por este Masters 1.000 sólo hace que reafirmar su recuperación.

Rafa Nadal
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