Nadal o cuando perder a la primera vuelve a ser una decepción

“Estos últimos meses está empezando a ganar partidos que hasta hace poco perdía, encuentros igualados. Sin duda está cerca de llegar a donde él quiere, está volviendo”, reconoce Andy Murray. “Creo que Rafa lo hizo increíblemente bien teniendo en cuenta cómo reaccionó estando a pocos puntos de perder contra Rosol, Dimitrov y Cilic. Seguro que esto le va a ayudar mucho mentalmente”, asegura el número 1, Novak Djokovic.

Seis meses después, vuelve al top 6 de la ATP. Los rivales de Rafa Nadal no han perdido ojo a la evolución que está realizando el tenista español -actual raqueta número seis del mundo-, que pese a perder este domingo frente a Roger Federer -número 3- su evolución le ha llevado a ser uno de los candidatos a estar en la final del Masters 1000 de París, torneo que ha arrancado esta semana y que el balear nunca ha ganado. Debutará este miércoles ante el vencedor del García-López-Rosol.

"No me divertía en la pista, no me sentía competitivo y Londres es el torneo más difícil del año para mí, por lo que puede que no me sintiera con ganas de disputarlo, de jugar por jugar. Prefiero jugar para ser competitivo, para estar al cien por cien. Ahora poco importa si gano o pierdo porque me divierto en la pista, en los entrenamientos", señaló este martes un Nadal que refleja estar bien alejado de cualquier tipo de presión.

Acostumbrado a llegar con las baterías algo desgastadas después de una larga temporada, en este 2015 Nadal llega a la pista dura del Bercy Arena en el mejor estado de forma -física y psicológica- del año (algo que no era tan complejo de lograr como en anteriores temporadas). En este periodo nunca ha levantado una copa -ni la de París ni la de Maestros-, que desde 2009 tiene su sede en Londres. En París su mejor actuación tuvo lugar en 2007, cuando se presentó en la final, después llegó a dos semifinales -2009 y 2013-. En la Masters Cup ha perdido las finales de 2010 y 2013 y las semifinales en 2006 y 2007.

Djokovic, un mundo aparte

Viendo el actual rendimiento de Djokovic parece muy difícil que vaya a ganar en esta ocasión pero ahora, al contrario que hace un par de meses, no es descabellado apostar que tiene opciones de aspirar a ambas finales. Sus últimos éxitos han conseguido que, también al contrario que hace unas semanas, caer en primera ronda vuelva a suponer cierta decepción.

“Ha sido una semana llena de cosas positivas para mí”, señaló Rafa nada más concluir el torneo de Basilea. Su cabeza ha dejado de ser un problema. Pocas veces el perdedor de una final podría decir que ha sacado tantas conclusiones buenas como el ganador del torneo. Su objetivo de este verano era plantarse en 2016 con una versión muy similar a la que tenía acostumbrados al aficionado del tenis y, en este último mes, ha logrado parecerse mucho, tal y como reconoció el propio Murray, alguien, quizás, un punto por encima todavía.

En la carrera hacia Londres va quinto: