Radwanska deja sin premio la perseverancia de una brillante Garbiñe Muguruza

Si el tenis es un deporte en el que la mente juega muchas veces un papel más importante que el físico, entonces Garbiñe Muguruza demostró en Singapur, pese a perder en las semifinales del WTA Finals ante Agnieszka Radwanska, que su cabeza funciona muy bien. La tenista hispano-venezolana se quedó a un paso de convertise en la segunda española en llegar a la final del torneo que cierra la temporada femenina, pero cayó con honor, remontando una desventaja importante en cada set y llevando a su rival al límite, territorio en el que también se movió ella durante el partido. Acabó perdiendo por 7-6, 3-6, 5-7, pero tiene poco o nada que reprocharse.

Tuvo casi perdidos los tres sets y a punto estuvo de ganarlos todos. No se rindió y se recuperó en los tres. Una demostración de garra. Radwanska, tan brillante como sobria en sus golpes, se había metido en las semifinales con solo una victoria, dos menos que la española, pero en la semifinal mostró su mejor tenis y su mejor actitud para devolver casi cualquier bola que le llegaba. Radwanska ganó porque mantuvo la concentración durante más tiempo.

Muguruza perdía 4-1 en el primer set y lo ganó; perdía 4-1 el segundo y estuvo a punto de igualarlo; y perdía 4-1 el tercero y empató a cinco. Sólo ganó el primero. entre otras cosas porque los 54 errores no forzados fueron demasiado lastre, pero es de alabar su capacidad de reacción para no descolgarse y dar ninguna manga por perdida.

En el primer set, con 1-4 en contra, solicitó la presencia de su entrenador, San Sumyk, el mismo que tras la ha guiado a su mejor nivel en los dos últimos meses. Templadas las dudas tras esta intervención, se adjudicó ocho puntos de manera consecutiva: en blanco se anotó su saque y del mismo modo el resto, antes de neutralizar su desventaja (4-4). Realizó una remontada similar en el 'tie break', que acabó ganando 7-5 tras ir por detrás 4-2.

La segunda manga fue muy parecida, con la diferencia de que Radwanska reaccionó a tiempo y ganó su servicio para evitar el empate (5-3) y además rompió el de su rival para cerrar el set. En el tercero, Muguruza confió nuevamente la remontada a su potencia, y lo consiguió (5-5), pero una infatigable Radwanska fue más fiable al final.

"Sólo quería darlo todo"

"En el primer set me entregué, lo di todo y fue muy duro empezar el segundo. Sólo quería darlo todo hoy, me daba igual cuánto iba a poder aguantar, tenía que luchar y si me moría en el intento pues eso, pero iba a salir contenta de la pista", indicó Muguruza en la rueda de prensa posterior.

La jugadora nacida en Venezuela, de 22 años, se quedó a un partido de emular a Arantxa Sánchez Vicario, la única española que ha jugado una final de las WTA Finals. Fue en el año 1993 y la barcelonesa cedió por 6-1, 6-4, 3-6 y 6-1 ante la alemana Steffi Graf.

"He aprendido que en situaciones difíciles puedo calmarme, limpiar mi mente y empezar de cero. Aprendí que soy mucho más dura de lo que pensaba", respondió cuando le preguntaron qué ha aprendido esta temporada. "Ahora sé que la cosa se complica, que seré una de las jugadoras a batir. También sé que para estar ahí arriba he de jugar a alto nivel con mucha más consistencia", abundó.

Jugará la final de dobles

La andadura de la caraqueña en Singapur no terminó este sábado. Tras perder ante Radwanska jugó junto a su compañera Carla Suárez la semifinal del torneo de dobles. Y se impusieron a las checas Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka por 7-6 (6) y 6-0 para meterse en la final.

La pareja española sólo sufrió en la primera manga, que se decantó en su favor en el decisivo decimotercer juego. Luego, arrollaron a sus rivales, en el siguiente set, con un contundente 6-0, cerrando el partido además sobre saque de sus adversarias.

Las adversarias en la final serán la suiza Martina Hingis y la india Sania Mirza, que se impusieron previamente a la pareja formada por las hermanas taiwanesas Hao-Ching y Yung-Jang Chan, por 6-4 y 6-2. "Será duro, pero también será divertido", declaró Muguruza en la entrevista posterior al partido.