Es noticia
Garbiñe, la incómoda revelación que no hace "mucha gracia" a Serena
  1. Deportes
  2. Tenis
SE REENCUENTRAN, ESTA VEZ EN UNA FINAL

Garbiñe, la incómoda revelación que no hace "mucha gracia" a Serena

Serena es una vieja conocida: se ha cruzado con ella tres veces, ha perdido dos y le hizo morder el polvo de Roland Garros. "Creo que no le hace mucha gracia jugar conmigo", comentaba Garbiñe

Foto: Garbiñe Muguruza en Wimbledon (Reuters).
Garbiñe Muguruza en Wimbledon (Reuters).

“Cuando tenía ocho años soñaba con esto y ahora estoy aquí. He trabajado toda mi vida para esto”. Garbiñe Muguruza está haciendo realidad las ilusiones que nacieron cuando cogió la raqueta por primera vez a los tres años. Este sábado (15:00 horas) volverá a pisar la hierba de la pista uno del All England Club para pelear por formar parte del Olimpo de Wimbledon, allí donde moran las campeonas… como Serena Williams. La tenista estadounidense ha puesto Londres a sus pies en cinco ocasiones, su bagaje contrasta con la inexperiencia de la hispanovenezolana en partidos de semejante envergadura. Esta será la primera vez que Garbiñe juegue la final de un Grand Slam, pero su rival es una vieja conocida: se ha cruzado con Serena en tres ocasiones, ha perdido dos y la derrotó una vez haciéndole morder el polvo de Roland Garros. “Creo que no le hace mucha gracia jugar conmigo”, comentaba Muguruza. Cree bien.

Serena Williams se pasea por el All England Club con el empaque que da ser la mejor jugadora del mundo. Así lo atestigua su posición en el ranking WTA: es la número uno. Su rival de hoy aterrizó en Londres situada 19 posiciones por debajo y pase lo que pase, se irá entre las diez mejores. No es la única diferencia que hay entre Garbiñe y Serena: la primera, a sus 21 años, vive un auténtico despegue mientras que la segunda, a sus 33 (12 más que la hispanovenezolana), busca conquistar los cuatro Grand Slam en una misma temporada; de momento, en su lista ya ha tachado Australia y Roland Garros. Ahora tiene Wimbledon marcado a fuego; planea conquistarlo ante una jugadora cuya vitoria antes de la cita se pagaba 66/1 en las casas de apuestas. La misma que en su andadura por el All England Club se ha llevado por delante a un par de Top 10 (Wozniacki y Kerber). Aquella chica que, el año pasado, la humilló en París.

“Algunas derrotas te hacen enfadar, pero de otras aprendes mucho. Ese partido ha sido del que más he aprendido en mucho tiempo, me abrió los ojos. Me dije:'Serena, si quieres ser la mejor tienes cambiar algunas cosas y hacer otras. Esa derrota me hizo cambiar. No vi los resultados inmediatamente, pero meses después lo noté”. Serena Williams habla de Roland Garros 2014, una edición en la que muchos se frotaban las manos pensando en un enfrentamiento entre Venus y ella. Se quedaron con las ganas porque la menor de las hermanas se despidió de París en la segunda ronda después de cruzarse con Garbiñe Muguruza. Sobre la arcilla, la hispanovenezolana le endosó un doble 6-2. La número uno del mundo mordió el polvo ante una joven de 20 años que era la número 35. Una derrota que para Serena supuso una valiosa lección y para Garbiñe la presentación al mundo de sus credenciales como tenista.

Roland Garros marcó un antes y un después para ambas jugadoras que vuelven a encontrarse en el mejor escenario posible. Así lo asegura la propia Muguruza: “Una final contra Serena es el mayor desafío que se puede tener en un Grand Slam. Es la mejor tenista de los últimos tiempos y la mejor final posible”. Probablemente si pudiera haber elegido una rival, habría sido la número uno por una razón simple: el juego de Serena es el que mejor le va a Garbiñe que puede hacer mucho daño a Williams. ¿Cómo? Imponiendo su físico (Muguruza mide 1,82 por el 1,75 de Serena), su pegada y su músculo. La hispanovenezolana tiene claro que no puede salir a esperar a su rival, debe exhibir su versión más valiente, jugar de tú a tú y hacerse respetar. A favor de Garbiñe está su agresividad, su saque y su derecha; sólo queda esperar que Williams no tenga un buen día con su servicio… y que la suerte esté en su lado de la cancha porque, como la misma Muguruza ha recordado: “No hay un partido más complicado que jugar ante Serena en Wimbledon”.

Consciente de que la número uno del mundo “tiene pocas debilidades”, la hispanovenezoalna da una de las claves para ser campeona en Wimbledon: “Hay que jugar con el hecho de que es una final y que ella también estará nerviosa”. ¿Y qué es lo que dice Serena? A pesar de haberla derrotado en un par de ocasiones, prevalece la derrota que vivió en Roland Garros. Aquel partido dibujó un mero esbozo del potencial que tiene Garbiñe: “Es una gran jugadora y me ha dado muchos problemas. Va a ser complicado jugar ante alguien que lucha cada punto hasta el final. No es cómodo jugar contra una tenista así”. A la molesta Muguruza, Williams debe añadir la confianza que destila la hispanovenezolana: “Creo que puedo ganar. De verdad, creo que puedo hacerlo y tengo que ir a por todas; sería un desastre si no lo pienso así. Será un encuentro difícil, pero puedo llevarme la victoria. Va a ser el mejor día de mi carrera y pase lo que pase estaré orgullosa”.

Así las cosas, conviene recordar que Garbiñe aumenta su rendimiento en los grandes escenarios y la pista del All England Club lo es. Muguruza se crece cuanto mayor importancia tiene el partido y la final de Wimbledon la tiene. Londres vuelve a escuchar el acento español 19 años después de que Arantxa jugase el partido con el que todos sueñan aunque se quedase con el sabor más amargo. Ahora existe la posibilidad de que, tras 21 años (la edad de la hispanovenezolana), el cuadro de honor del 'major' británico dé la bienvenida a otra española. “Una tenista trabaja toda su vida para pelear por un Grand Slam. Ahora siento que el esfuerzo ha tenido recompensa. Es un sueño”. Uno real que puede tener el mejor despertar de todos. Sólo tiene que ganar a Serena Williams. Otra vez.

“Cuando tenía ocho años soñaba con esto y ahora estoy aquí. He trabajado toda mi vida para esto”. Garbiñe Muguruza está haciendo realidad las ilusiones que nacieron cuando cogió la raqueta por primera vez a los tres años. Este sábado (15:00 horas) volverá a pisar la hierba de la pista uno del All England Club para pelear por formar parte del Olimpo de Wimbledon, allí donde moran las campeonas… como Serena Williams. La tenista estadounidense ha puesto Londres a sus pies en cinco ocasiones, su bagaje contrasta con la inexperiencia de la hispanovenezolana en partidos de semejante envergadura. Esta será la primera vez que Garbiñe juegue la final de un Grand Slam, pero su rival es una vieja conocida: se ha cruzado con Serena en tres ocasiones, ha perdido dos y la derrotó una vez haciéndole morder el polvo de Roland Garros. “Creo que no le hace mucha gracia jugar conmigo”, comentaba Muguruza. Cree bien.

El redactor recomienda