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Berdych convierte a Nadal en la sombra de sí mismo y lo elimina del Open de Australia
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VICTORIA DEL TENISTA CHECO POR 6-2, 6-0 Y 7-6 (5)

Berdych convierte a Nadal en la sombra de sí mismo y lo elimina del Open de Australia

Rafa Nadal cayó eliminado en los cuartos de final del Open de Australia a manos de un Tomas Berdych que fue imparable para el tenista español (6-2, 6-0 y 7-6)

Foto: Rafa Nadal cayó eliminado en los cuartos de final de Australia ante Tomas Berdych.
Rafa Nadal cayó eliminado en los cuartos de final de Australia ante Tomas Berdych.

No pudo ser. Rafa Nadal cayó eliminado en los cuartos de final del Open de Australia ante un Tomas Berdych que desarboló al español (6-2, 6-0 y 7-6 (5)). El tenista de Manacor llegaba al partido a sabiendas de que el checo no era un rival sencillo, tal y como comprobó en sus carnes. Pese a que Nadal llegaba a este enfrentamiento en un gran momento, tras superar varios partidos complicados en las rondas previas y cargado de moral, lo cierto es que Berdych se convirtió en un muro al otro lado de la pista, desarmando al español y convirtiéndolo en una sombra de sí mismo para eliminarlo del torneo.

Berdych logró ser el merecido semifinalista 'aussie', en un partido en el que sacó su mejor tenis para acabar con Nadal. El español, que había recuperado sensaciones después de una preparación complicada, se encontró con la mejor versión de su rival. El checo no sólo llegaba al partido tras demostrar un enorme nivel y sin perder un solo set, sino que encontró la manera de hacer daño a Nadal: con un infalible servicio, golpes profundos, evitando los rallys y sin permitir continuidad en el juego de Nadal, Berdych fue de menos a más en el partido para llevarse la victoria ante el español.

En poco menos de una hora, Berdych fue capaz de tomar una ventaja de dos sets a favor con gran superioridad. En especial, ese rosco endosado en la segunda manga, en la que el español firmó su peor tenis del torneo. El gran nivel mostrado por el tenista checo consiguió desconcertar a un Nadal incapaz de encontrar soluciones desde la pista, donde sus problemas con el saque y su incapacidad para acabar con los potentes y profundos golpes de su rival le sumieron en la más absoluta desesperación. Cuando el español reaccionó, ya era demasiado tarde, y el 'tie-break' se lo llevó por delante.

El balear llegaba al partido convencido de que, para frenar a Berdych, estaba obligado a evitar que el checo entrara en juego cómodo. Su principal objetivo era similar al de los octavos de final ante Kevin Anderson: ir salvando sus saques para aprovechar las oportunidades que tuviera al resto y que, con el paso del partido, el checo fuera perdiendo la concentración. Pero nada más lejos de la realidad, pues Berdych se sabía la lección y, jugando al mismo nivel que ha demostrado a lo largo del torneo, desactivó a un Nadal desconocido que se quedó sin soluciones, sobre todo, por falta de piernas.

El español no era capaz de correr, lo que provocaba que sus golpes no tuvieran peligro. Berdych gozaba de un elevadísimo acierto con el primer saque, con profundidad de sus golpes y, sobre todo, contundencia desde el fondo de la pista. El checo supo coger ventaja muy pronto ante un Nadal que empezaba a perder confianza. Al español no le funcionaba el servicio y sus golpes no encontraban las líneas ante un Berdych muy metido en la pista. Mientras que el checo se mostraba superlativo, el tenista nacional no encontrar la manera de hacer daño. Tanto, que el primer set fue un suplicio para Nadal (6-2).

Casi sin haberse metido en el partido, el español se encontraba por debajo. No encontraba soluciones, no había sido capaz de ganar ninguna de las dos bolas de 'break' que tuvo y Berdych no perdonaba desde el fondo de la pista, jugando con gran profundidad y encontrando las líneas. Y, cuando parecía que las cosas no podían ir peor, llegó el segundo set donde el español estuvo irreconocible. El tenista checo aplastó a Nadal, pasándole por encima en sólo 25 minutos para desarmarle y minarle la moral endosándole un rosco que hacía temer lo peor. El balear era una sombra de sí mismo (6-0).

Llegaba la tercera manga en el peor momento para Nadal pero, entonces, salió su mejor versión del partido. Agarrándose a la pista como no lo había hecho hasta el momento, el español empezó a golpear mucho más suelto, las piernas le empezaron a funcionar y los golpes empezaron a correr. Se veía una versión mucho más sólida de Nadal, mucho más parecida a lo que nos tiene acostumbrados, pero el problema era evidente: la ventaja y la confianza que había tomado Berdych eran un obstáculo muy difícil de superar. Pese a todo, el español no se rindió y lo intentó hasta el final.

Nadal tuvo una clara mejoría con su servicio, lo que le permitió meterse de nuevo en el partido. Ya con la bola en juego, empezó a correr más, a pegar con mayor profundidad y a sacar golpes mucho más ajustados. Pero, al otro lado, tenía a un rival que hacía lo propio, firmando grandísimos golpes que impedían al español ponerse por delante. Así, ambos jugadores ganaron sus respectivos servicios -Nadal el último salvando dos bolas de partido-, para llegar al 'tie-break', en el que el checo estuvo más solvente para frenar la reacción de Nadal y, así, lograr la clasificación a las semifinales de Australia (7-6(5)).

Pese a terminar salvando otras dos bolas de partido más en el desempate, Nadal no pudo evitar la victoria de Berdych. La reacción del español llegó demasiado tarde y, cuando consiguió meterse en el encuentro, la ventaja y el nivel de confianza que había alcanzado su rival fueron una montaña demasiado alta para el español. Pese a su eliminación, Nadal ha firmado un gran torneo, al que llegó prácticamente sin preparación y tras sufrir importantes problemas físicos la pasada temporada. El curso no ha hecho más que comenzar, ahora sólo queda seguir trabajando para que el balear recupere su mejor versión.

No pudo ser. Rafa Nadal cayó eliminado en los cuartos de final del Open de Australia ante un Tomas Berdych que desarboló al español (6-2, 6-0 y 7-6 (5)). El tenista de Manacor llegaba al partido a sabiendas de que el checo no era un rival sencillo, tal y como comprobó en sus carnes. Pese a que Nadal llegaba a este enfrentamiento en un gran momento, tras superar varios partidos complicados en las rondas previas y cargado de moral, lo cierto es que Berdych se convirtió en un muro al otro lado de la pista, desarmando al español y convirtiéndolo en una sombra de sí mismo para eliminarlo del torneo.

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