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'Falla otra vez, falla mejor', el tatuaje que llevó a Wawrinka a ser la revelación del año
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HA VIVIDO LA MEJOR TEMPORADA DE SU CARRERA

'Falla otra vez, falla mejor', el tatuaje que llevó a Wawrinka a ser la revelación del año

Wawrinka se ha convertido en la revelació. El suizo es el primero en la historia en ganar su primer Masters 1.000, su primer Grand Slam y su primera Davis el mismo año

Foto: Satnislas Wawrinka celebra un punto durante la final de la Copa Davis.
Satnislas Wawrinka celebra un punto durante la final de la Copa Davis.

Stanislas Wawrinka se ha convertido en la gran revelación de la temporada. El tenista suizo ha vivido un curso para el recuerdoque ha sido redondeado con el título en la Copa Davis. Después de 12 años como profesional, su mejor nivel de juego ha llegado con su madurez personal, en una campañaque será difícil de olvidar para un tenista que ha crecido sobre la pista en las últimas temporadas. El helvético ha mejorado fundamentalmente en el aspecto mental, uno de los elementos que más ha trabajado y que se ha convertido en la principalrazón de su éxito.

Talentoso, con uno de los mejores reveses a una mano y un saque prodigioso, Wawrinka siempre lo ha tenido todo para convertirse en uno de los grandes jugadores del circuito, pero su inconsistencia le impedía luchar por grandes éxitos. El suizo era capaz de mezclar partidos memorables con otros para el olvido, lo que le convertía en un jugador muy irregular. Todo pasaba por conseguir que se calmara, evitar que su temperamento le jugara malas pasadas y que fuera capaz de enfocar su ira en positivo. 2014 ha visto esa reconversión, tatuada a fuego en su brazo izquierdo.

'Siempre lo intentaste. Siempre fallaste. No importa. Inténtalo otra vez. Falla otra vez. Falla mejor'. Esa es la incripción que reza en su antebrazo y a la que Stanrecurre siempre que atraviesa momentos complicados sobre la pista. El elemento determinante que ha marcado la diferencia en la mejora del suizo está en su cabeza: ahora se trata de un jugador mucho más fuerte mentalmente, capaz de afrontar situaciones complicadas y de resurgir en los momentos en los que se decide el partido. Los fallos ya no castigan a un jugador que ha cambiado su actitud sobre la pista de manera radical.

Después de acabar la temporada en la cuarta posición del ránking ATP -aunque llegó a ser tercero a lo largo del año-, Wawrinka tiene motivos para sonreir: el helvético puede presumir de ser el primer jugador en la historia que consigue ganar su primer Grand Slam, su primer Masters 1.000 y su primera Copa Davis el mismo año. Y es que el tenista suizo ha llegado al éxito a la edad a la que muchos otros consolidan su juego: por cualidades deportivas, podría haber alcanzado su mejor juego mucho antes, pero no ha sido hasta la llegada de Magnus Norman a su vida que cambió su manera de pensar.

El extenista sueco ha supuesto un cambio fundamental en la manera de entender el tenis de Wawrinka. Caracterizado por ser un jugador demasiado protestón y con tendencia a salirse del juego con facilidad, el trabajo de Norman ha servido para encarrilar esta tendencia. Mucho más calmado, ha descubierto cómo centrarse en lo puramente deportivo le ha servido para crecer en la pista. Para muestra, un botón: antes de este año, el suizo sólo había logrado cuatro ATP World Tour 250; este curso, ha conseguido otro más, un Masters 1.000 (Montecarlo), un Grand Slam (Australia, ante Rafa Nadal) y la Copa Davis.

En ese amplio abanico de salidas de tono de Wawrinka, Federer tiene un lugar especial. La relación entre los dos tenistas suizos nunca ha sido mala, más bien cordial, si bien es cierto que Stan había lanzado en más de una ocasión ataques a su compatriota. El brillante Roger nunca tuvo entre sus planes jugar para su país, siendo siempre un aspecto secundario de su preparación para dar prioridad a los torneos individuales. Pero las continuas críticas y la incipiente mejora del juego de Wawrinka provocaron que Federer cambiara de idea para luchar por uno de los pocos títulos que le faltaban.

Es por eso que esta temporada le dio mucho más valor a esta competición, que pudo irse al traste durante el Torneo de Maestros. La lesión de espalda de Federer, más las supuestas críticas de la mujer de éste contra Wawrinka en las semifinales de la competición, en las que Mirka le habría llamado "llorón", pudieron dinamitar al equipo suizo. Pero por fortuna para los helvéticos, las aguas volvieron a su cauce en el momento exacto, lo que les sirvió para hacerse con la primera Copa Davis de su historia ante una Francia incapaz de frenar el juego suizo, muy superior al de los galos.

Wawrinka, consciente de que la normalidad es la mejor medicina para el éxito, le dedicó un piropo en público a Federer para dar por zanjada la polémica entre ambos:"Todavía te sigo queriendo, Roger". Saber enfocar mejor los objetivos, no salirse de los partidos y pelear hasta la última bola se han convertido las últimas virtudes de un jugador que ya presumía de un saque y un revés fuera de serie. 2014 será un año difícil de olvidar para el cuarto mejor tenista del mundo: 'Falla otra vez. Falla mejor', un lema que ha llevado a Wawrinka a vivir un año que nunca olvidará.

Stanislas Wawrinka se ha convertido en la gran revelación de la temporada. El tenista suizo ha vivido un curso para el recuerdoque ha sido redondeado con el título en la Copa Davis. Después de 12 años como profesional, su mejor nivel de juego ha llegado con su madurez personal, en una campañaque será difícil de olvidar para un tenista que ha crecido sobre la pista en las últimas temporadas. El helvético ha mejorado fundamentalmente en el aspecto mental, uno de los elementos que más ha trabajado y que se ha convertido en la principalrazón de su éxito.

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