El grito ahogado de Nole, un maestro sin rival, pero con 11 millones más en su cuenta

Novak Djokovic cierra el año con sabor agridulce. Campeón del Torneo de Maestros y número uno del mundo a final de temporada, el serbio no ha podido cerrar el curso con un gritoal cielo de Londres. Una lesión de espalda de Roger Federer provocó que el suizo anunciara que no jugaría la final del torneo para evitar complicaciones mayores, sobre todo porque dentro de escasos días jugará la final de la Copa Davis con Suiza. Así, de esta manera tan inesperada y gris, se ha cerrado el curso tenístico en la ATP, en el que el serbio ha vuelto a ser el mejor tenista del mundo, con unas increíbles ganancias.

El serbio se ha ganado por derecho propio ser uno de los mejores jugadores de la historia del tenis, un logro que ha redondeado este domingo al conseguir su cuarta Copa de Maestros, la tercera consecutiva, lo que permite colocarse a sólo dos títulos títulos del 'maestro' Federer. Esta temporada era especialmente importante para Djokovic, pues en mente tenía como gran objetivo recuperar el número uno que Rafa Nadal le había arrebatado el pasado año. Y 'Nole' no ha defraudado lo más mínimo, volviendo a demostrar un tenis brillante y de gran nivel para demostrar que sigue siendo el rey.

Cuatro Másters 1.000 (Indian Wells, Miami, Roma y París-Bercy), un Grand Slam (Wimbledon) y el Torneo de Maestros ha sido el amplio bagaje que ha conseguido Djokovic en el presente curso. El serbio ha firmado una de las temporadas más completas de su carrera, que será inolvidable para él por ser el año en el que fue padre por primera vez, unhecho que asegura le ha permitido ser mucho más fuerte en el aspecto mental:"No he cambiado mi forma de preparar los partidos, pero sí me siento mucho más fuerte desde que soy padre. Espero que esta energía me dure mucho".

La paternidad ha dado alas a un Djokovic que ha jugado uno de los mejores años de su vida, pero no es la única clave de su buen hacer en las pistas. Un físico impecable, -es fundamental que las lesiones le hayan respetado-, y un catálogo de golpes inigualable le permitieron regresar a lomás alto de la ATP. Y lo logró en un marco incomparable como Wimbledon, donde Nadal cayó de manera sorprendente en octavos de final ante el australiano Nick Kyrgios. 'Nole' era consciente de que necesitaba ganar el torneo para recuperar el centro mundial y, dicho y hecho: 267 días después, volvía a ser número uno.

Pero más allá de su brillantez en el juego, un hombre ha tenido buena parte de la 'culpa' del éxito del serbio: Boris Becker. El alemán, entrenador del serbio desde esta temporada, se ha encargado de trabajar en el apecto mental de Djokovic, algo que el número uno del mundo considera que ha sido fundamental para firmar una temporada inigualable: "La mayor influencia de Boris en mi juego es la parte mental. Me ha ayudado asoportar la presión, entender los desafíos y superarlos en los encuentros difíciles en los grandes torneo", confirma el de Belgrado.

La espina que se le ha quedado clavada a Djokovic ha sido no poder jugar la final contra Federer. El serbio es competitivo hasta la saciedad y no le gusta levantar títulos por las lesiones de los rivales: "Lo siento mucho por Roger. Si hubiera podido jugar, seguro que lo hubiera dado todo", afirmó el serbio al término del choque. Pero este triunfo le ha permitido embolsarse 2 millones de dólares o, lo que es lo mismo, sumar unas ganancias totales de 11,5 millones en toda la temporada. 'Nole' cierra, así, uno de los mejores cursos de su carrera: con su último grito de campeón ahogado en su interior.