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Nadal esperará hasta 2015 para volver a ser un número uno, algo que "no le preocupa"
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se pierde el us open por lesión

Nadal esperará hasta 2015 para volver a ser un número uno, algo que "no le preocupa"

Al final la muñeca dijo basta. Con su renuncia al US Open, el se pierde su octavo Grande por lesión y dice adiós al número 1 hasta, al menos, el próximo curso

Foto: Rafa Nadal durante su última participación en Wimbledon. (AP)
Rafa Nadal durante su última participación en Wimbledon. (AP)

Apuró hasta el último cartucho pero no pudo ser. Como ocurriera en 2012, el pasado lunes, Rafa Nadal anunciaba que se caía del próximo US Open. "Siento anunciar que no podré participar en el US Open, torneo en el que en los últimos años he tenido muy buenos resultados. Entenderéis que es un momento duro para mí porque es un torneo que me encanta y en el que tengo muy buenos recuerdos, de los fans, de los partidos nocturnos, de tantas cosas. No me queda otra que aceptar que no puedo competir este año y como siempre trabajar para que cuando vuelva esté preparado de la mejor manera para competir", comentó el tenista balear a través de su perfil de Facebook. Se trata del octavo Grande que Nadal se pierde por lesión a lo largo de su carrera. Un quebradero de cabeza que se ha intensificado en los últimos años. Más allá de los problemas físicos, su ausencia posterga la reconquista del número uno del ranking hasta el próximo curso. [Gráfico: vea las lesiones que de Nadal en los últimos años]

El pasado 30 de junio, durante una sesión de entrenamiento en su refugio de Manacor, unas molestias en su muñeca derecha (desinserción de la vaina del cubital posterior, empleando los términos médicos) le obligó a darse de baja de los Masters 1000 de Canadá y de Cincinnati, dos de los tres grandes torneos previos al último Grande del año que comenzará en Nueva York el próximo 25 de agosto. Así las cosas, por lo pronto, el manacorense dice adiós a la defensa de 4000 puntos, el equivalente a ganar los tres torneos en suelo norteamericano que conquisto en 2013. De no haber sufrido las molestias que le obligan a parar, Nadal podría haber recuperado el trono perdido en Wimbledon, donde cayó en octavos de final a manos del prometedor australiano Nick Kyrgios, a finales de año. Ahora, tendrá que esperar hasta 2015 para conseguirlo.

Y es que los números no fallan. De Canadá a final de año, gracias al inconmensurable curso pasado, Nadal defendía un total de 6.025 puntos: 1.000 de Canadá (campeón), 1.000 de Cincinnati (campeón), 2.000 del US Open (campeón), 300 de Pekín (final), 360 de Shanghai (semifinal), 360 de París (semifinal), 1.000 de la Copa Masters de Londres (final) y 5 de la Copa Davis. Por su parte, Djokovic tenía que guardar 6.030: 360 de Canadá (semifinal), 180 de Cincinnati (cuartos de final), 1.200 del US Open (final), 500 de Pekín (campeón), 1.000 de Shanghai (campeón), 1.000 de París (campeón), 1.500 de la Copa Masters de Londres (campeón) y 290 de la Copa Davis.

Aunque la fecha de su retorno es una incógnita, lo que parece claro es que no estará en la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis que enfrentará a España con Brasil (del 12 al 14 de septiembre en Sao Paulo). Tal y como adelantó El Confidencial, para la cita en tierras brasileñas, Carlos Moyá piensa en Fernando Verdasco y David Ferrer para jugar los individuales. Lo que es seguro es que las prisas por volver no condenarán a un hombre experto que mide al dedillo cada uno de sus pasos. Tampoco el ser número uno, algo que no le quita el sueño. "No voy hacer nada que me pueda quitar meses o un año de carrera por ser número uno. […] Cuando soy número uno no me levanto más feliz que cuando soy número dos. En cambio, si soy feliz cuando veo que estoy sano y que cuando voy a competir a un torneo compito para tener opciones de todo. Ese es mi objetivo de aquí al final de mi carrera", comentaba a finales de julio mientras, con la ayuda de una férula en su muñeca, intentaba volver a encontrar sensaciones.

Volver a empezar… otra vez

El 5 de octubre de 2013, Nadal se metía en la final del torneo de Pekín tras apenas disputar seis juegos (4-2) ante un Tomas Berdych que tuvo que retirarse por lesión. Una victoria que le devolvía al número uno después de la baja deportiva más larga de su carrera. Fiel a su filosofía, aquel día Nadal restaba importancia a su regreso a la cima del tenis mundial: "Rodea el partido una circunstancia especial, pero nada más", comentaba. Rafa volvía al pináculo más de 800 días después de ser desposeído de su trono. Como el Ave Fénix, el español resurgió de sus cenizas. En 2012, cuando había conseguido minimizar los efectos del inevitable ascenso de un Novak Djokovic empeñado a grabar con letras doradas su nombre en los libros de historia, una hoffitis en su rodilla izquierda y una rotura parcial del tendón rotuliano su trayectoria se ve cortada de raíz. En Wimbledon, su quebrado caminar le obliga a ceder en segunda ronda y decide parar por tiempo indefinido.

Fueron siete meses de angustias y dudas en los que se le pasaron muchas cosas por la cabeza. Su regreso, con la rodilla forrada hasta arriba de vendajes, se produjo en febrero de 2013 en la arcilla argentina del torneo Viña del Mar. A cada paso, la incertidumbre y el miedo se apoderaban en cada golpe. Todo, aderezado con los más de 7.000 puntos que le separaban del número uno del ránking. Pero una vez se abrió la veda, se desquitó de sus temores y sus tormentos con la grandeza que sólo les has conferida a los elegidos para regresar a lo más alto en el que ya es conocido como el año de la resurrección. Nadal se llevó el triunfo en 10 de los 17 torneos que disputó, entre ellos dos Grand Slams (Roland Garros y US Open) y cinco Masters 1000 (Cincinnati, Canadá, Roma, Madrid e Indian Wells). Además, fue finalista en cuatro torneos (la Copa de Maestros, Pekín, Montecarlo y Viña del Mar) y semifinalista en otros dos (Shanghai y París-Bercy). Como ocurriera en 2012, sólo patinó en la segunda ronda de Wimbledon ante el belga Steve Darcis.

De 82 partidos jugados, ganó 75 y perdió 7. En el año de su meteórica recuperación sólo cinco tenistas fueron capaces de ganarle: Zeballos (Viña del Mar), Djokovic (Montecarlo, Pekín y el Masters), Darcis (Wimbledon), Del Potro (Shanghai) y Ferrer (París-Bercy). Para rematar la faena, acudió al rescate del equipo español de Copa Davis en la eliminatoria ante Ucrania que suponía la permanencia de España en el Grupo Mundial. “Es es el mejor año de mi carrera. En mi vida había hecho algo así”, confesó tras ganar a Stakhovsky en la Copa Davis.

Pero incluso cuando estaba en lo más alto había momento para la reflexión y la cautela. La experiencia le había dicho que todo lo que sube baja “Hay que disfrutarlo y hay que estar preparados porque no todo va a ser un camino de rosas a nivel de resultados como está siendo. No siempre todo va a ir de cara”, reconocía. Por desgracia para sus intereses así ha sido. El pasado viernes se cumplían diez años desde que Nadal alzó su primer título ATP. Fue en el Open Prokom celebrado en la ciudad polaca de Sopot. En la final se impuso al argentino José Acasuso para convertirse en el tenista más joven de la historia en hacerse con un torneo ATP. Empezaba un prodigioso viaje que le ha llevado a entrar en el Olimpo de los dioses de la raqueta antes de cumplir los treinta. En su palmarés figuran 64 títulos ATP, entre los que destacan 14 Gran Slams, sólo por detrás de los 17 de Roger Federer, y 27 torneos de Masters 1000. Porque pese a los contratiempos en forma de lesiones a lo largo de su carrera profesional, el mejor deportista español de todos los tiempos nos ha enseñado que siempre vuelve. Y esta vez no va a ser menos.

Apuró hasta el último cartucho pero no pudo ser. Como ocurriera en 2012, el pasado lunes, Rafa Nadal anunciaba que se caía del próximo US Open. "Siento anunciar que no podré participar en el US Open, torneo en el que en los últimos años he tenido muy buenos resultados. Entenderéis que es un momento duro para mí porque es un torneo que me encanta y en el que tengo muy buenos recuerdos, de los fans, de los partidos nocturnos, de tantas cosas. No me queda otra que aceptar que no puedo competir este año y como siempre trabajar para que cuando vuelva esté preparado de la mejor manera para competir", comentó el tenista balear a través de su perfil de Facebook. Se trata del octavo Grande que Nadal se pierde por lesión a lo largo de su carrera. Un quebradero de cabeza que se ha intensificado en los últimos años. Más allá de los problemas físicos, su ausencia posterga la reconquista del número uno del ranking hasta el próximo curso. [Gráfico: vea las lesiones que de Nadal en los últimos años]

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