A Nadal le costó, pero Montecarlo ya sabe que 'su' hombre está en el Principado

Como pez en el agua. Así se mueve Rafa Nadal sobre la arcilla, ‘su’ superficie. En Montecarlo comienza la temporada de tierra y el mallorquín también podría atreverse a decir que el Principado también es uno de sus territorios: sus ocho títulos así lo atestiguan. Este miércoles ha comenzado el camino hacia el noveno deshaciéndose de Teymuraz Gabashvili en un par de sets y algo más de una hora (6-4 y 6-1). El marcador engaña ya que en su debut, se vio cómo el mallorquín iba de menos a más incluyendo una pequeña remontada en el primer set. No acertaba a encontrar las referencia de la pista y de la superficie, pero cuando encontró el punto exacto de ebullición, Teymuraz Gabashvili perdió su halo arollador del inicio.

El cambio necesitaba su correspondiente adaptación. Hablamos del juego que el mallorquín despliega en pista rápida y el que exhibe sobre la arcilla. Comenzó parado y lento, no había fluidez en las piernas del número uno del mundo; tanto que Teymuraz Gabashvili no tuvo demasiados problemas para romperle el saque. Rafa Nadal iba por detrás, pero cuando vislumbró el 1-3 el mallorquín cambió la tendencia del partido y sacó su parte más agresiva jugando más cerca de la línea. El ruso no le puso las cosas fáciles, se notaba que su juego ya se había acomodado al polvo de ladrillo. Gabashvili llevaba la iniciativa y controlaba al número uno con el saque.

Tocaba remontar y Rafa se puso manos a la obra: tras igualar (3-3), por primera vez se puso por delante en el primer set. Y lo hizo metiendo una marcha más, acumulando golpes ganadores y sacando mejor que Gabashvili para levantar una bola de break y consolidar lo logrado. Las piernas de Nadal ya tenían velocidad y en consecuencia el juego del mallorquín ganaba rapidez y sus derechas ganadoras se sucedían sin perder cuidado en los restos cortos. En frente, Gabashvili se negaba a entregarse en la contienda. Montecarlo veía un partido distinto. Tras el sorprendente inicio del ruso, agresivo y acertado con sus golpes ganadores, Nadal había encontrado su sitio.

Así es cómo Rafa Nadal anotó su primer set. El quinto juego llegó tras un disputado primer parcial en el que su servicio bastó para rematar cómodamente el 5-4. Al resto, el de Manacor sabía que podíacerrary así, después de tener dos bolas de set, se hizo con una primera manga complicada en la que tuvo que superar un break en contra. Nadal estaba en su punto álgido, debía mantener la velocidad de sus piernas para incrementar su pegada e imponer su ritmo. Dicho y hecho. Desde el fondo de la pista puso el 1-0 mientras que el 2-0 y el 3-0 llegaron en un abrir y cerrar de ojos.

La superioridad de Rafa era tal que firmó tres breaks consecutivos que terminaron de minar la resistencia de su rival. El juego del mallorquín era, cada vez, más completo y hasta tuvo tiempo de dar aire a Gabashvili que dejó pasar la ocasión de reengancharse al partido al no concretar la primera bola de break que tuvo en el segundo set. Nadal insistía por la derecha, mantenía demasiado parado a su rival en esa zona sin cambiarle la dirección y así es como llegó el 4-1: el golpe del número uno se iba fuera. Cogía aire el ruso, pero el dominio seguía teniendo acento español a pesar de los más y los menos que Rafa tuvo con el juez de silla por el tiempo que tardaba en sacar.

A Gabashvili todavía le quedaba vida en su raqueta. Muestra de ello fue que, después de seis juegos consecutivos de su oponente, firmó un break que sería su último aliento de vida en el partido. Rafa Nadal veía la meta más cerca que nunca y con un par de bolas de break puso el 5-1 en el marcador. Los nervios atenazaban a su rival que no acertaba a meter la bola dentro de la pista. El número uno del mundo tenía a su disposición tres bolas de partido. Sólo hizo falta la primera: un gran golpe de derecha puso el broche (6-1) a la primera victoria de Rafa Nadal en Montecarlo. Los titubeos iniciales eran historia. El principado ya ha recibido el aviso del hombre que más veces ha levantado el título. Y Andreas Seppi, su siguiente rival, también.