Plantear a Tonga un reto a la física: "Debemos quitarles el tiempo y el espacio"

Será un amistoso más, así al menos lo recogerán las estadísticas del futuro, pero en nuestro presente, el España-Tonga de este sábado es uno de los eventos más significativos del rugby patrio en muchisimo tiempo. Poco tiene que ver con los partidos oficiales que tendrá que jugar la selección dentro de pocos meses y que empezarán a determinar si este equipo está ya preparado para jugar un Mundial o si todavía el milagro todavía necesita a su mesías. Según el seleccionador nacional, este reto contra Tonga es una fantástica piedra de toque para ver si el proceso evolutivo desde que cogió al equipo sigue viento en popa.

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"El nivel de dificultad de ganar a Tonga puede ser similar al de ganar a Rumanía en Rumanía, por ejemplo. Si somos capaces de plantear un partido igualado a Tonga, podríamos afirmar que estaremos en condiciones de plantear cara Rumanía, de lo contrario, no estaríamos todavía preparados para ir al Mundial", dice convencido Santiago Santos a El Confidencial. Convencido pero a la vez cauto: sus palabras son duras, aunque no lo parezcan. "Si nos fiásemos de los datos estadísticos e hiciéramos un cálculo de probabilidades, tendríamos un 1% de posibilidades de clasificarnos para el Mundial. Y a través de la repesca estaríamos entre el 7% y el 8%. Pero estamos para batir las estadísticas, sino no se jugaría", afirma Santos al otro lado del teléfono.

Perder por mucho y reconocer que aún queda mucho por recorrer sería un golpe duro. Esa es la realidad de este equipo, aunque haya crecido exponencialmente en este tiempo. Por ello, este partido es "muy importante". "Es uno de los rivales de mayor entidad al que nos hemos enfrentado desde el que jugamos contra Japón en 2013". Aquel partido se disputó en el mismo escenario donde se recibirá a los pacíficos, en el Central de la Universidad Complutense de Madrid. Más o menos por esta época pero hace tres años, Japón venía a España y vapuleaba por 7-40 a la selección, que aguantó medio partido con respiración.

Esa situación puede volver a repetirse, y Santos es muy consciente de ello, pero no cree realmetne que pueda producirse semejante derrota. De hecho, tiene una receta para ganarles que, así de primeras, parece un reto para un físico: "Se les puede contrarrestar no dándoles tiempo y espacio", dice. "Si trabajamos en la organización defensiva y en la velocidad de salida y no les ejamos que cojan velocidad e inercia, es posible pararles. Pero para eso hacen falta los placajes arriba, placajes a dos... Y en ataque debemos ser capaces de mover el balón rápido. Creo que vamos a dominar las 'touches' y las melés van a ser complicadas", asegura.

Pero, un momento, ¿y estos de Tonga cómo son? Porque lo que más se conoce de ellos es su 'haka' o 'kailao' Sipi Tau. "Practican un juego muy físico, intentan hacer un rugby de movimiento y alegre, como les gusta a todos los jugadores del Pacífico, pero posiblemente Tonga sean los más físicos. Son duros en el contacto, en defensa, de mucho tamaño y muy directos en ataque". Y para enfrentarse a ellos "hay que partir de la base de que son superiores por ranking, por tradición y porque tienen trece jugadores jugando en las grandes ligas".

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En cambio, la selección española ha visto cómo ha perdido a dos de sus mejores jugadores, sus dos referentes, en realidad. Los capitanes Pablo Feijóo y Jesús Recuerda han dejado de participar con la absoluta. "Feijóo va a dejar de jugar y Recuerda está trabajando mucho, tiene que estar viajando por España y no ha jugado en todo el año. Es un triste reflejo de la realidad del rugby español: los mejores jugadores españoles no se pueden dedicar prioritariamente al rugby", explica Santos.

Estos tonganos son diferentes a los que pudimos ver hace algo más de un año en el Mundial de Inglaterra. "Traen uno de los equipos más fuertes que ha juntado nunca Tonga. Han incorporado algún jugador de origen neozelandés, otro que ha jugado para Australia, pero que se ha recalificado para jugar para Tonga", afirma Santi Santos. Pero tanta variación, pese a que hayan incorporado a jugadores de mucha calidad, les convierte en una auténtica "incógnita". Lo son, según Santos, hasta para su propio entrenador. "Les puede faltar conjunción, pero por nombres tienen un potencial muy grande y eso es excitante", concluye.