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Pequeños y con falda: los orígenes escoceses del dictador del rugby español
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Una relación que va más allá de los colores

Pequeños y con falda: los orígenes escoceses del dictador del rugby español

Cuando el Quesos Entrepinares de Valladolid todavía se llamaba el Lourdes, los jugadores se dieron cuenta de que tenían mucho que ver con el XV del Cardo y desde entonces están hermanados

Foto: El Quesos es el mayor dominador del rugby español (EFE/NACHO GALLEGO).
El Quesos es el mayor dominador del rugby español (EFE/NACHO GALLEGO).

Escocia es una tierra de la que es sencillo caer rendido a sus pies. Sus ciudades principales son un recorrido por la historia del país, entre la industria moderna y la magnificencia antigua, referencia de luchas por la libertad de la nación contra el invasor inglés. En los prados de los 'Highlands' se respira el frescor de la hierba siempre húmeda, cuando no helada, y el misticismo del Ness sobrecoge mientras se espera con obsesión avistar la cola de Nessie. Y sin embargo, ni la épica, ni la naturaleza ni las historias fabulosas son las que hicieron a unos amantes del rugby de Valladolid enamorarse perdidamente aquel país. Fue el XV del Cardo el culpable.

Juan Pablo Manzano, Juanpi para los amigos y "chico para todo" en el club (aunque oficialmente es el responsable de las categorías inferiores), es uno de esos miembros del VRAC Quesos Entrepinares que desde hace muchos años siguen las evoluciones de la selección escocesa y que comprenden como pocos por qué el dictador actual del rugby español (cuatro Ligas consecutivas, dos Copas y dos Supercopas en cuatro años; ah, y campeón de la fase regular actual de División de Honor) viste con camiseta azul marino y calzones blancos. "Todo esta devoción se remonta a los orígenes del club, cuando todavía era el Lourdes", dice a El Confidencial.

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Como decíamos, no hay motivos históricos, sino puramente 'rugbísticos'. "El estilo de juego de Escocia por entonces era el que queríamos imponer, uno muy dinámico y ágil. Y en aquella época, la selección no se caracterizaba por tener jugadores especialmente grandes, como nos ha pasado a nosotros, que nos faltó siempre tener a algún jugador grande en el equipo". Y tanto se identificaron con esa forma de jugar y los jugadores pequeños pero hábiles y escurridizos, que el Lourdes, luego Valladolid Rugby Asociación Club (VRAC), se vistió como Escocia, y hasta hoy. "Se adoptó el color de la camiseta, que viene por eso; la bandera, el himno oficioso también, bueno, intentamos que se parezca al 'Flor de Escocia', porque lo cantamos en inglés", bromea Juanpi.

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Pero claro, la relación entre Escocia y el VRAC no se quedó en un homenaje en la vestimenta y en chapurrear el himno. En absoluto. Va mucho más allá de eso. "Casi todos los años nos juntamos algunos veteranos, directivos y jugadores para ir a algún partido del VI Naciones de Escocia. Ya formamos un buen grupo de unos 15 que solemos ir tanto a Edimburgo como por Europa".

Y además del rugby y la 'persecución' por doquier al XV del Cardo, ¿qué hay más escocés que un buen 'kilt', la celebérrima falda escocesa? No podía faltar entre unos admiradores del país de William Wallace y Sean Connery. "La primera vez que nos vestimos con el kilt fue en una despedida de soltero y luego a partir de ahí nos vestimos siempre en las celebraciones. Alguno iba con la falda de las jesuitinas, pero bueno [risas]. Ahora que somos un poco más profesionales lo hacemos menos".

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Un amor correspondido

No hay un amor de verdad entre dos miembros si uno de ellos no corresponde la pasión del otro. Y no podía ser menos Escocia con el VRAC. Como cuenta Juan Pablo, a principios de los años 2000, en un partido del Quesos jugado en Valladolid, dio la casualidad de que había un comisionado de la World Rugby que lo presenció. "Y dio la casualidad de que era escocés, y le gustó mucho toda nuestra parafernalia. A raíz de ahí, invitaron a Miguel Pérez, presidente nuestro de entonces, a dar una charla sobre clubes amaters, de cómo funcionábamos. Surgió el contacto con la Federación escocesa y decidieron venir aquí un año. Los tratamos muy bien y desde entonces repiten".

Además, "desde hace unos ocho años, en verano viene aquí la selección sub-17 o sub-18, y han venido algunos de los jugadores que ahora son internacionales, como David Gray. La relación con ellos es muy buena, y acabas cogiendo cierta amistad. Algún año nos han dado un curso a los entrenadores, y los que se lo han podido permitir han ido allí, y se aprenden muchas cosas", dice Juan Pablo.

Escocia es una tierra de la que es sencillo caer rendido a sus pies. Sus ciudades principales son un recorrido por la historia del país, entre la industria moderna y la magnificencia antigua, referencia de luchas por la libertad de la nación contra el invasor inglés. En los prados de los 'Highlands' se respira el frescor de la hierba siempre húmeda, cuando no helada, y el misticismo del Ness sobrecoge mientras se espera con obsesión avistar la cola de Nessie. Y sin embargo, ni la épica, ni la naturaleza ni las historias fabulosas son las que hicieron a unos amantes del rugby de Valladolid enamorarse perdidamente aquel país. Fue el XV del Cardo el culpable.

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