El rugby de caballeros de Churchill frente al de televisor que ahora juzga el árbitro

“Mariano Galarza, de Argentina, ha sido suspendido nueve semanas por acciones contrarias a una buena conducta deportiva, contraviniendo la regla 10.4” y “culpable de contacto con los ojos o la zona de los ojos”. El segunda línea de los Pumas, en el estreno albiceleste en el Mundial, frente a los All Blacks, fue amonestado durante el choque con tarjeta amarilla y posteriormente apartado de la competición. Este miércoles, tras conocer que por un puñetazo a Sean O'Brien le ha caído una semana, se ha abierto una discusión enel aficionado al rugby sobre si ha sido demasiado laxo el castigo al irlandés, o demasiado duro el del argentino. Estas son dos de las causas que en las que ha entrado unactivo arbitraje de oficio.

O'Brien faltó al respeto por unos instantes a la frase que Winston Churchill pronunció el siglo pasado y que tanto orgullo ha representado desde entonces: "El rugby es un deporte de bárbaros, jugado por caballeros”. Sin disputar el balón, el jugador del XV del Trébol spuestamente cumplió -con un puñetazo en la boca del estómago- su particular venganza sobre el francés Papé, quien lesionó en el pasado VI Naciones a un compañero suyo, Jamie Heaslip, y fue sancionado por su rodillazo durante 10 semanas. El galo lesionó al irlandés en sus cervicales y posteriormente pidió disculpas. Fueron aceptadas y se creyó zanjado el tema.

Ahora, la llamativa acción de O'Brien no sólo ha reabierto la herida, sino que ha causado un mayor impacto porque alcanzó a los aficionados al rugby y también a ojos ajenos al oval que en estos días inclinan su mirada a este mundo con motivo de tan importante cita, el Mundial. Por cierto, en este Irlanda-Francia del fin de semana pasado O'Brien fue nombrado el mejor jugador del partido... aunque de esto poco se ha hablado.

Al argentino Bosch, también un partido

En el césped nadie discute la decisión del colegiado, pero sí que se está poniendoen duda la del Tribunal de Disciplina que juzga tras el partido, a través de las pantallas de televisión. Las diferentes decisiones de estos árbitros de oficio han comenzado a ser cuestionadas por los aficionados y comparadas: nueve para Galarza (lo que dura el Mundial), una para O'Brien (en un principio se le había castigado con dos semanas pero fue rebajado a una por haber sido su primera vez), y otra para el argentino Marcelo Bosch, quien también fue citado esta semana a declarar por un tackle a destiempo ante Namibia que le valió una amarilla y terminó recibiendo el mismo castigo que O'Brien.

Además de las anterioreshay más: Ford y Jonny Gray, de Escocia, ambos con tres semanas por placaje indebido (como Bosch, al que le cayó una semana) ante Samoa, Michael Hooper una semana por un 'pezcozón' al zaguero inglés Mike Brown, al samoano Alesana Tuiliagi le echaron cinco semanas por un rodillazo al japonés Harumichi Tatekawa o dos semanas al rumano Mihai Macovei... La tecnología está mostrando en este Mundial otro rugby al que veía Churchill. La televisióny el juicio posterior a través de ella,parece enseñar que no hay tantos caballeros.

Irlanda, que el pasado domingo sufrió las lesiones de Sexton, O'Mahony y el capitán O'Connell, disputa precisamente este fin de semana el pase a las semifinales ante Argentina, sin los mencionados Galarza y Bosch. El Tribunal de Disciplina se ha convertido en protagonista inesperado al igualar el duelo de este domingo a las 14:00 horas (peninsular).