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El histórico triunfo de Gales contra Inglaterra: así se comió el Dragón la Rosa
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ya le amargó la fiesta a los ingleses en 2013

El histórico triunfo de Gales contra Inglaterra: así se comió el Dragón la Rosa

Los cuartos de final están ahora un poco más lejos para Inglaterra, que tiene que enfrentarse a Australia. Gales tiró de épica para dar la sorpresa en Twickenham, la catedral del rugby

Gales tiene cogida la medida a Inglaterra. Hace apenas dos años pudimos vivir una última jornada del Seis Naciones en la que el XV de la Rosa llegaba como gran favorito para alzarse con el título y ganar el Grand Slam y la Triple Corona (no había perdido ningún partido hasta ese momento y los galeses, para arrebatarles el título, debían ganar por 14 puntos o más). Pero los jugadores del XV del Dragón no sólo ganaron, sino que dieron una auténtica lección de rugby a sus vecinos. Se impusieron por 30-3 y le arrebataron la gloria a los ingleses. Cualquier aficionado que viera el partido desde el Milenium Stadium de Cardiff tiene un recuerdo imborrable de uno de los mejores partidos de rugby de los últimos años.

Dos años y unos meses después llegaba el momento de volver a hacer la ‘machada’ ante los favoritos, pero está vez con un doble hándicap. Se jugaba en casa inglesa y los galeses habían perdido por lesión a varios de sus jugadores más emblemáticos de la selección.

El anfitrión y favorito del hemisferio norte tenía su primera piedra de toque en uno de los partidos que definiría el llamado grupo de la muerte de la Copa del Mundo. Los dragones llegaban a Twickenham muy mermados por las bajas. A las ya sabidas de Leigh Halfpenny y Rhys Webb se unieron la de el sustituto del zaguero galés, Eli Walker, y la de Cory Allen, mejor jugador del primer partido de los galeses de esta Copa del Mundo. Esto ponía las cosas más fáciles al XV de la Rosa. Pero esto es rugby, y la calidad individual se suple con un juego colectivo en el que cada pieza es imprescindible para el engranaje de un equipo que ha puesto en jaque a una de las grandes favoritas para la levantar la Web Ellis el próximo 31 de octubre.

Hasta nueve cambios hizo el seleccionador galés, Warren Gatland, en su XV titular para enfrentarse a Inglaterra. Tocaba apelar a la épica, y así sucedió.

El partido comenzó según lo establecido. La maquinaria inglesa funcionaba a través de las patadas de su apertura Owen Farrell (que le había quitado la titularidad a George Ford tras su gran partido ante Fiyi) y un ensayo del ala Jonny May tras una gran jugada a la línea. Inglaterra mandaba en el marcador 16-9 al descanso. Por su parte, Gales se mantenía en el partido gracias a los golpes de castigo convertidos por su número 10, Dan Biggar. Todo parecía transcurrir según lo pensado. En la segunda parte, la ventaja inglesa aumentó, y los chicos de Stuart Lancaster tenían en su mano un partido que se antojaba mucho menos complicado de lo que luego fue.

Tras el descanso continuó el intercambio de patadas por parte de sus aperturas (los dos estuvieron espléndidos y consiguieron una máxima efectividad en sus tiros en estático a palos) hasta que volvieron a saltar las alarmas en el XV del Dragón con dos nuevas lesiones de dos jugadores importantes. El ala Hallam Amos y el centro Scott Williams tuvieron que abandonar el campo en camilla tras la defensa de una jugada en la que los ingleses estuvieron a punto de ensayar. Dos nuevas dificultades para que Gales consiguiera dar la sorpresa ante los ingleses.

Los de Lancaster llegaban con 7 puntos de ventaja a los últimos diez minutos de partido, pero fue en ese momento cuando el color del partido cambió y se pasó al rojo. Tras una jugada en mediocampo de la línea galesa, el balón llegó a las manos Lloyd Williams, que acababa de ingresar en el campo por el lesionado Hallan Amos. El ala corrió unos metros y, cuando iba a ser placado, se deshizo del oval con una patada que fue aprovechada por el medio melé galés, Gareth Davies (sustituto del lesionado Rhys Webb), que consiguió posar el balón en la línea de marca inglesa. La catedral del rugby enmudeció al ver el luminoso del estadio marcaba empate a 25.

Quedaban unos minutos y los galeses todavía no habían terminado de completar su hazaña. Así, el hombre del partido, el apertura galés Dan Biggar, conseguió trasformar un último golpe de castigo a escasos centímetros de la línea del centro del campo para colocar el definitivo 25-28 para los galeses. Los ingleses intentaron en última jugada dar la vuelta al marcador, pero el XV del Dragón ya había escrito en el libro de los mundiales una nueva victoria histórica y tras una gran defensa tiró el oval fuera para cerrar el partido.

De esta manera, el anfitrión se complica su pase a cuartos de final. Ahora mismo es segundo de grupo con 6 puntos (Gales tiene 9) y a la espera del resultado de Australia este domingo ante Uruguay. Es muy probable que los oceánicos consigan los 5 puntos de la victoria y el bonus, por lo que empataría con Gales. El próximo sábado 3 de octubre, el XV de la Rosa se enfrentará a los Wallabies en un partido en el que se jugará a una carta su pase a cuartos de final. No conseguir el billete sería una auténtica debacle para la selección organizadora del de la Copa del Mundo, que lleva preparándose para esta cita cuatro años.

Otro de los partidos clave que decidirá los dos primeros de grupo será el Australia-Gales del 10 de octubre. Se jugará en el mismo escenario en el que los galeses dieron un golpe de mando ante Inglaterra, el estadio de Twickenham.

Anoche, 81.129 aficionados pudieron presenciar en el campo este histórico partido. Entre ellos, dos espectadores de excepción: los herederos a la corona británica Guillermo y Harry, que parece que vivieron con diferentes sensaciones el resultado final.

Gales tiene cogida la medida a Inglaterra. Hace apenas dos años pudimos vivir una última jornada del Seis Naciones en la que el XV de la Rosa llegaba como gran favorito para alzarse con el título y ganar el Grand Slam y la Triple Corona (no había perdido ningún partido hasta ese momento y los galeses, para arrebatarles el título, debían ganar por 14 puntos o más). Pero los jugadores del XV del Dragón no sólo ganaron, sino que dieron una auténtica lección de rugby a sus vecinos. Se impusieron por 30-3 y le arrebataron la gloria a los ingleses. Cualquier aficionado que viera el partido desde el Milenium Stadium de Cardiff tiene un recuerdo imborrable de uno de los mejores partidos de rugby de los últimos años.

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